07 de marzo

4.3K 189 0
                                    

Querido diario:

No puedo estar más contenta. Ahora así puedo estar segura, que mi año será espectacular. Este mediodía, cuando estaba corriendo desesperadamente por los pasillos de mi colegio, porque se me había hecho demasiado tarde. Puede llegar a ver a Joshua sentando en la sala de espera de la dirección. Claramente paré de correr, y fui hasta donde él estaba. Porque me estaba inquietando verlo ahí, ya que él no es estudiante del instituto.

                —Joshua —Golpeé la ventana de sala para que él me viera.

                Él me vio y rápidamente corrió a abrirme la puerta.

                —Amorcito.

                —¿Qué haces aquí? —pregunté.

                Él parpadeó.

                —Había pensado que estarías más feliz de verme.

                —Lo estoy, Joshu. Pero no entiendo qué haces aquí.

                —Mi adorada, Aura —Me dio unas palmaditas en el hombro—. A partir de hoy soy alumno de este instituto.

                Quedé boquiabierta.

                —¿Bromeas?

                —No. Así que me tendrás que soportar todo él bendito año —dijo entre risitas.

                —No me podrías haber dado una mejor noticia.

                Me abalancé sobre él para poder abrazarlo.

                —Bueno. Pero ahora dime por qué te cambiaste de escuela —Lo miré a los ojos.

                —Lo hice porque quería compartir este año con mis amigas —dijo Joshua.

                —Es muy dulce lo que dices…

Sonrió.

—Pero no te creo. ¿Me puedes decir la verdad?

Esa bonita sonrisa suya fue desapareciendo lentamente.

                —Adam, mi ex novio va a mi antigua escuela —dijo entristecido.

                —Lo sé. 

                —Bueno… él ahora tiene un novio nuevo —continuó—. El cual también estudia allí.

                Lo miré y vi amargura en su mirada.

                —No soportaré ver lo felices y enamorados que están.

                —¿Lo sigues queriendo, no?

                —Con todo mi ser —susurró.

                No sabía qué decir. No quería causarle más dolor.

                —Todo estará bien.

                —Gracias, amiga —dijo él—. ¿Podrás mostrarme las instalaciones?

                —Claro. Cuando termines de hablar con la directora lo haremos.

                Joshua me abrazó fuertemente.

Para Verte Sonreír  (completa)Where stories live. Discover now