La loca de la playa

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El amor es doloroso cuando no es correspondido de la misma manera. Puedes dar todo de ti en la relación pero no siempre recibes lo mismo y por lo contrario, te rompen el corazón, al igual que a nuestra querida chica Jennie, quien no a dejado de llorar por un día completo. Su novia Jisoo, bueno, ahora ex, decidió terminar con ella después de que la castaña la encontrará en la cama con otra, en plena follación.

Así es, sin censura.

Tenía el corazón partido en mil pedazos, estaba decepcionada de la chica que creyó amarla tanto como ella lo hacía. Hasta se rebajó de tal modo, que suplicó que no la dejara, que lo olvidaría todo y no habría problemas en el futuro, pero una confesión de Jisoo la hizo entender que la habia perdido.

_La amo, me enamoré de ella, lo siento Jennie.

Fueron las únicas palabras que dijo antes de tomar la mano de la pelirroja e irse, terminaban una relación de cuatro años y no había marcha atrás.

Jennie caminaba ebria por la orilla del mar, con botella en mano y lanzando maldiciones a su ex.

_¡Imbécil!¡Ojala ella te sea infiel! ¡Eres una maldita perra hija de puta! - el bello atardecer naranja no podía opacar aquellos gritos que la castaña daba, lanzaba piedras que encontraba por la arena con toda la ira contenida - ¡Te compré todo lo que querías y así me pagas! ¡Poniendome lo malditos cuernos con esa escuálida! ¡Te di todo!¡Por mí tienes auto! - lloró - ¡Yo te amé maldita desgraciada! - lanzó nuevamente otra piedra, cayendo ella también de cara contra la arena la no tener equilibrio - maldita perra - sollozaba - te odio - se puso nuevamente de pie entre tambaleos - ¡Te odio Jisoo! ¿¡Me escuchas!? ¡Te odio! - volvía a gritar - ¡Pero también te amo! - volvió a llorar - ¡Te amo maldita sea! ¡Regresa! ¡por favor! - cayó de rodillas mirando al mar - ¡vuelve conmigo! - su voz se debilitó - te compro una pollería si quieres...- susurró al viento.

La playa estaba deshabitada por ser una tarde del lunes, sólo se escuchaba el canturreo de las gaviotas al pasar, que también recibieron piedras por parte de Jennie.

_¡Malditos pájaros! ¡Fuera! - los correteaba - ¡Se creen muy bonitos pero seguro también los engañan! - se detuvo - ¡Jisoo te amo! - tomó otro trago de alcohol, derramando la mayoría en su vestido de verano que tenía puesto - ¡Prefiero morir! ¡Si no te tengo no vale la pena seguir viviendo! - se tambaleó - ¡Jisooooooooo! - corrió con botella en mano dentro del mar.

Una peculiar rubia regresaba de su viaje de pesca, había sido un buen día ya que habían muchos grupos de cardumen. Acomodaba su red en la orilla del mar cuando escuchó un grito algo extraño, parecía de una ballena mezclado con el de un caballo.

Que aterrador.

_¡Eres una maldita perra hija de puta!
Giró extrañada al escuchar nuevamente aquella voz, pero ahora lo pudo oír con más claridad. La sorpresa fue cuando se dio cuenta que no era un animal, si no era la de una mujer, una muy ebria por lo que podía ver.

_¡Te compré todo lo que querías y así me pagas! ¡Poniendome lo malditos cuernos con esa escuálida! ¡Te di todo! ¡Por mí tienes auto!

Lisa negó sintiendo vergüenza ajena, veía como lanzaba piedras al mar como si así se le quitaría lo cornuda.

_Ridicula - decidió seguir con su trabajo y continuó envolviendo la red, había sido mucho esfuerzo para hacerlo sola, ya que su amiga tenia hoy una cita y no a vuelto en todo el día.

Giró asustada cuando escuchó el chillido de una gaviota, la chica le estaba lanzando piedras.

_¿Que culpa tienen los animales? Maldita loca, con razón te dejaron.

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