Un bebé (3)

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Lisa se encontraba con las almohadas cubriendo sus oídos, eran más de las dos de la madrugada y el ¡estúpido! bebé no dejaba de llorar.

_¡Jennie! - se quejaba.

Su esposa estaba en la otra habitación tratando de hacerlo dormir, pero cada vez que lo dejaba sólo, Jimin volvía a llorar. Era la primera noche y Lisa ya no lo soportaba, quería lanzarlo por la ventana para que se callara de una vez. De pronto se quitó lentamente las almohadas cuando ya no escuchó nada, ni un solo sollozó por parte del niño.

_Al fin - suspiró con cansancio, sonriendo como si le hubieran inyectado morfina.

Observó entrar a Jennie y su sonrisa se esfumó, ¡Traia a ese chamaco en sus brazos!

_Lisa...

_¡No! - se reincorporó de inmediato - No va a dormir con nosotras, tiene su propia habitación y ya debe de aprender a ser un hombre y estar solo - se cruzó de brazos.

_Pero Lisa - suplicó - debe tener miedo a la obscuridad.

_¡Pues prendele un foco de 100 wts!

_Estas actuando como una niña, Lisa - regañó - si no quieres que duerma con nosotras, pues no lo hará - Lisa asintió con autoridad - tu dormiras en el sofá.

El bebé rió.

_¿Que? Pero cariño...

_Ya dije - colocó a Jimin al centro de la cama.

_Pero amor...

_¡No me hagas volver a repetirlo, Lisa! ¡Vete al sillón, ahora!

El bebé volvió a reír, y Lisa gruñó apretando los dientes, seguro ese era su plan desde el principio.

_Eres un...- quizo tomarlo.

_¡Lisa! - volvió a regañar - ve...al sofá.

La rubia a regañadientes tomó su almohada con molestia, ese que estaba debajo del bebé, haciéndolo golpear su cabeza contra la cama y asustándolo.

_¡Lisa!

_Yo no hice nada - se encaminó a la puerta, y rió a escondidas cuando su esposa no podia verla.

Jennie entró a la cama y abrazó con cuidado al nene, quien se quedó dormido al instante.

Lisa tambien ya estaba durmiendo en el sofá, media doblada pero durmiendo en fin. Abrió los ojos cuando sintió a alguien levantando la sabana con la que se cubría, observando con duda a Jennie quien se acomodó sin siquiera mirarla entre sus brazos, acurrucandose a ella como si fuera una tierna bebé.

_El bebé no puede no puede dormir si no está con alguien - murmuraba - pero yo no puedo dormir si no estás a mi lado.

Lisa sonrió, besando cariñosamente la frente de su amada y pegándola a su cuerpo para poder sentir su calor, Jennie estaba sonrojada.

_Eres mi bebé, Jennie - la castaña rió junto a su esposa - una bebé muy gruñona pero te amo.

A la mañana siguiente, ambas despertaban con dolor de espalda, Lisa ni podía agacharse para recoger el periódico y Jennie estaba de la misma manera.

Ahora la castaña preparaba el desayuno, mientras Lisa cargaba y trataba de preparar la leche del bebé con una sola mano.

_¿Esto está bien? - la rubia llegó al lado de Jennie, mostrando el biberón.

La castaña lo tomó para verificar, mientras era observaba expectante por la mirada de Lisa y Jimin, quien ya tenía hambre.

_Está perfecto - sonrió con orgullo - daselo con cuidado - se lo devolvió y el bebé lo tomó enseguida entre sus manos - pero luego limpia todo ese desastre.

Lisa observó con pereza toda esa leche en polvo esparcida por el piso, lo había votado por culpa de un inquieto niño que no dejaba de manotearle la cara.

_Pero yo no lo hice, que lo limpie él - se quejó con las cejas fruncidas.

_Él es sólo un bebé, Lisa.

_¡Pero se esta riendo! ¡Miralo!

_¿Quieres por favor dejar de actuar de manera tan infantil? - la miró seriamente.

_Pero...- hizo puchero - se está riendo - lo señaló.

_¡Ach! Mejor ponte a limpiar de una vez o no hay desayuno - subió con molestia a su habitación.

Media hora después, Lisa terminaba de limpiar completamente el piso y suspiraba con cansancio, mirando con orgullo su trabajo.

_Jennie va estar contenta - asentía con una sonrisa, giró para poder llevar al bebé al segundo piso y avisarle a Jennie que había acabado, pero abrió los ojos cuando sorprendió al bebé votando el resto de leche polvo al piso - pero que...- se acercaba sin poder creerlo - tú...- señaló con molestia - lo hiciste apropocito - apretó los puños - te voy a...- reprimía su furia, haciendo la manía de querer ahorcarlo mientras el bebé no paraba de reír.

Lisa lanzó la escoba al suelo.

_¿Sigues con tus berrinches? - Jennie bajaba las escaleras - será mejor que te apures.

_Pero...Yo ya limpie.

_Vaya que lo hiciste - ironizó - voy a cambiar a Jimin para ir al supermercado, apresurate si quieres desayunar al menos un pan - subió nuevamente a la habitación.

_Pero...- no sabía cómo reaccionar - ¡YO YA LIMPIE! ¡NO ES JUSTO!

Una hora después, Lisa cargaba entre gruñidos a su ahijado en el supermercado, mientras tanto Jennie tomaba los alimentos necesarios para la semana.

_Ahora vuelvo - avisó la castaña - se me olvidó llevar la comida para Luca.

_¿Me vas a dejar con él?

_Lisa, sólo será unos segundos - respondió antes de marcharse.

Ahora Lisa mecía de mala gana al pobre de Jimin, llevándose con la sorpresa de que el bebé se estaba riendo.

_Vaya...- lo puso frente a ella - ¿te gusta esto enano? - el pequeño sonreía con uno de sus deditos en la boca.

Jennie frenó su andar cuando pudo apreciar a lo lejos, a su amada esposa jugando junto a Jimin, riendo cuando lo balanceaba como si fuera un avión en pleno vuelo.

Tal vez Jisoo tenía razón, Lisa podría encariñarse y desear un hijo propio lo más antes posible, eso haría muy feliz a Jennie.

Lisa gritó aterrada cundo el bebé vómito en casaca de cuero.

_¡Que asco! ¡Mira lo que hiciste! - el pequeño reía.

O tal vez le tome más tiempo a Lisa en hacerlo.

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