Multi Historias

Quiero a mi Jennie (3)

Había pasado un mes desde lo sucedido, no hallaban una solución al problema y eso las frustraba. Rosé había buscado en libros de hechicería y Jisoo había ido a la veterinaria, obviamente preguntando con discreción. Lisa tuvo que acostumbrarse a cuidar a Jennie de esa manera, pero no podía negarlo, quería a su Jennie de vuelta, la extrañaba.

Pero ahora estaban en un problema más grave, donde ponían en riesgo sus vidas pero a pesar de todo, tenían que hacerlo.

Bañar a Jennie.

_¡No seas terca! - Lisa la jalaba de sus piernas pero la castaña se sostenía de la puerta - ¡Jennie! ¡Debes de bañarte! - Rosé también ayudaba jalando de la cintura y Jisoo intentaba soltar sus manos, pero Jennie tenía una fuerza increíble y les estaba costando trabajo llevarla a la bañera.

_¡Jala con más fuerza Lisa! - ordenó Rosé.

_¡No quiero dañarla!

_¡No la vas a dañar! - Lisa asintió no muy convencida y con ayuda de Jisoo, las tres lograron que Jennie se soltara, aunque seguía removiéndose entre sus brazos con la intención de escapar - ¡Cierra la puerta!

Lisa cayó junto a Jennie a la tina, llenándose de espuma por todo el cuerpo, Rosé le quitó el agua del rostro a Jennie y esta comenzó a calmarse.

_Ya, tranquila ¿ves? No es tan horrible bañarse - acariciaba su cabeza y la rubia por fin se levantó exhausta - vamos a quitarte este polo - siempre la dejaban en solo ropa interior por petición de Lisa.

Mientras Jisoo se recostaba sobre la puerta observando todo, Rosé rascaba su cabello y Lisa enjabonaba su cuerpo ante la risa de Jennie que jugaba con el agua y espuma, lanzando en la cara a las chicas.

_Jennie, no hagas eso - reía la rubia, Rosé comenzaba a enjuagar su cabello.

_Listo, ya está - opinó Jisoo con toalla en mano - ven Jennie - la castaña brincó empujando a las demás - eso, buena chica - la secaba - aver, detrás de las orejas - Jennie no dejaba de sonreír.

_Ahora debemos de cambiarnos nosotras - opinó Lisa - Jisoo cuidala un momento - la pelinegra asintió y las dos chicas subieron a buscar ropa seca.

_Ven Jennie, veamos tu película favorita - Jisoo se sentó en el sillón - te pondrás esta polera por ahora por que...¿Jennie? - no estaba - ¡Jennie! - la castaña corría al patio trasero - ¡no! ¡no! ¡regresa! - se apresuró a correr con pánico - ¡no te vayas a ensu....- tarde, Jennie se revolcaba en la tierra del jardín con suma alegría, sobando su espalda y cabello, la castaña la veía con una adorable e inocente carita - me van a matar - sollozó.

Mientras Rosé y Lisa veían tranquilamente una película, se podía oír todo el desastre que la lucha entre Jisoo y Jennie ocasionaban en el baño, era evidente que la castaña no queria volver a bañarse.

_¡Quedate quieta! - se podia escuchar - ¡No me muerdas! ¡Jennie mala! ¡sentada! ¡sentada te dije!

Las cuatro estaban recostadas en el suelo de la sala, no sabían que hacer, Jennie estaba durmiendo encima de Lisa y ella le acariciaba el cabello.

_Oye Lis - habló Rosé - tengo una curiosidad, tu y Jennie ¿no lo han echo?

_¿Que?

_Ya sabes, relaciones.

A Jisoo también le interesó la pregunta.

_Claro que no.

_¿Por que? Es tu esposa.

_Ya sé que es mi esposa, pero simplemente no puedo ¿ok? Ahora no es mi Jennie, es un perro, sería muy extraño.

_Pero las tres sabemos que no es un perro realmente, es una mujer y estas casada con ella.

_No puedo mirarla de esa forma, siento que voy a practicar zoofilia y me pone de nervios.

_Pero no es un perro - opinó Jisoo.

_¿Ah si? Mira esto - rascó la pancita de Jennie y esta comenzó a sacudir un pie - ¿lo ves? Además en su mente no está eso, no se sentiría cómoda, es un ser inocente.

_¿Y si se queda así para siempre? - volvió a preguntar Rosé - es una posibilidad ¿que harás entonces?

_Lo estuve pensando y...- entristeció - tendré que divorciarme de ella.

_¿La dejarías? - quizo saber Jisoo.

_Claro que no, la cuidaría siempre, pero no como mi esposa - sus ojos se cristalizaron - sería lo mejor, nadie podría vivir de esa manera si la persona que amas no es la misma de siempre, sobretodo de esta manera - observó a Jennie - por eso necesito que vuelva, la extraño demasiado - besó su cabeza.

_Seguiremos buscando, no te preocupes - apoyó Rosé.

_Lisa - habló con duda Jisoo - yo también tengo una duda pero es sobre Jennie.

_¿A que te refieres?

_Ayer...la vi vomitar afuera, pensé que tal vez había comido algo que le cayó mal pero ahora que la estaba bañando y luchando para que entre a la bañera, sentí algo.

_¿Algo? - preguntó Rosé.

_Si, lo que digo es que, tuve que cargarla y cuando lo hice toque una parte de su vientre - Lisa prestó atención de inmediato - estaba algo extraño, como si tuviera una pequeña pelota dentro - pensó - no creen que...

_Eso es imposible - opinó Lisa - no inventes cosas - estaba nerviosa.

_¿Por que tanto problema Lisa? ¿No te gustaria tener un hijo con Jennie? - se sentó Rosé.

_Claro que me gustaría, pero no ahora, no puede estar embarazada.

_¿Por que no?

_Por que ya lo habíamos hablado, íbamos a vivir nuestra juventud primero, viajaríamos por el mundo, compraríamos una nueva casa con más espacio para...- analizó lo último y suspiró al darse cuenta - por eso dijo eso antes de que nos casáramos - la miró - esta embarazada.

_Toca su vientre - aconsejó Jisoo.

_¿Que? - se veía asustada.

_Tocalo para que sepas por que me di cuenta - animó - dale, no tengas miedo.

Lisa acercó dudosamente su mano y con cuidado lo posó sobre el vientre de su esposa, era cierto, se podía sentir, inesperadamente Lisa sonrió conmovida, no dejaba de acariciar levemente su piel y con una sonrisa abrazó a Jennie con cuidado.

_Voy a ser mamá - sollozaba de la felicidad - voy a tener un hijo - Jennie despertó somnolienta pero rápidamente volvió a acurrucarse y dormirse - ¿Por que no me lo había dicho? - le entro la duda.

_Por Dios Lisa - pronunció Rosé - si fuera tu novia pensaría que no querrías al niño, siempre decías que no era momento y te asustabas cuando alguien lo mencionaba, está claro que Jennie tenia miedo de tu reacción.

Recordó lo que aquella gitana le había dicho.

_Ese era su secreto...- murmuró.