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Sorpresa Lisa (4)

Había pasado cuatro meses desde que Lisa estaba alejada de Jennie. Intentaba acercarse a ella en distintas ocasiones, pero no se lo permitía. Sólo tenía derecho a hablar sobre el bebé o estar presente en las ecografías.

Por otra parte, había intentado hablar con Jisoo y Rosé, pero ellas actuaban de la misma manera. Lisa sólo se refugiaba en los bares hasta alta horas de la noche, como si fuera una perdedora. Pero así era como se sentía esos últimos meses.

Una chica la admiraba desde lejos. La había visto desde hace unos días y cada vez le encantaba más. Ahora estaba muy ebria y se le haría muy fácil llevarla a la cama. Sonrió para sus adentros y dejando su bebida a un lado, se dirigió hasta una melancólica rubia quien no dejaba de beber.

_Hola - se sentó a su lado - soy Naye-

_¡Jodete! - gritó con molestia - ¡no quiero saber nada de ninguna mujer! ¿oíste? ¡vete a la mierda! - comenzó a llorar ante la mirada incrédula de Nayeon. La rubia se recostó sobre sus brazos y siguió llorando - mi Jennie...extraño a mi Jennie.

La pelinegra viró los ojos y se acomodó de frente, no iba a perder tiempo con una chica con mal de amores. Pidió una nueva copa y prosiguió a beberla con paciencia.

_Jennie...la amo mucho - no se callaba - ella me cocinaba - reía - ¿tú conoces a mi Jennie? - le preguntó sonriente a Nayeon, quien negó de inmediato - pues lamento tu mala suerte - volvía a recostarse - ella es mucho, MUCHO MUCHO, muchote - sonreía - muy hermosa - cerraba los ojos ante el sueño.

_¿Pues que pasó con esa tal Jennie para que esté así? ¿Le fue infiel o que? - tomó de su bebida.

_Lamentablemente sí...- su labio tembló - fuí una babosa...¡No! - se corrigió - soy una tremenda idiota - volvió a llorar.

_Seguro tienes pene - no parecía sorprendida por su confesión.

_¿Tú como sabes?

_Todos los que tienen, sólo piensan con eso. Son realmente unos cavernícolas en busca de placer - murmuró con rabia. Se terminó su bebida de un solo tragó y dejó el vaso en la mesa de un solo golpe - mi novia me fue infiel - recordó - me engañó con dos mujeres a la vez - gruñó - ¡¿Quien demonios hace eso?!

Lisa giró su rostro lentamente y bebió con disimulo, escondiéndose.

_¡Nayeon! - otra mujer llegaba a su lado. Respiraba agitada por haber corrido. La pelinegra bufó al verla - cariño, por favor escuchame, sé que hice mal pero no puedes solo terminarme. Yo te amo, cariño. Esas chicas no me interesan. Por favor - se arrodilló - perdoname y deja que vuelva a casa. Te extraño mucho.

Nayeon ignoró a su ex y giró a ver a la rubia, quien miraba la escena sintiendo completa vergüenza al recordarle su traición.

_¿Quieres caminar un momento?

_¿Eh? - Lisa observó a Nayeon, sabía que le estaba pidiendo ayuda para salir de allí - claro...- alzó los hombros.

_No, no. Nayeon, espera - se abrazó a su pierna - no te vayas. Amorcito.

_¡Ya Jeongyeon! ¡Dejame! ¡Llevas cuatro años así! - intentaba quitaserla de encima.

Lisa quedó perpleja. ¡¿cuatro años?! ¡¿no la había perdonado después de cuatro años?!

_¡Lo sé! ¡Y desde hace cuatro años no he estado con nadie! ¡Ni siquiera he mirado a ninguna otra chica! ¡Todo lo que hago es pensar en ti! ¡por favor! - se abrazó más a ella - ¡Mi gato se murió por que no lo alimentaba por estar llorando!

_¡Que me sueltes!

Jeong se levantó y acorraló de inmediato a la pelinegra, besándola sorpresivamente. Nayeon intentó empujarla pero la otra sujetaba sus muñecas con fuerza, pero sin lastimarla.

La lucha fue casi por un minuto, cuando Nayeon comenzó a seguirle el beso con desesperación. La abrazó del cuello y la atrajo más a ella, subiendo una pierna a su cintura la cual Jeongyeon se encargó de sujetarla.

Lisa miraba incomoda a otra parte. Ellas casi lo estaban haciendo sobre la mesa. Decidió que mejor era irse de allí y dejarlas en paz con su "reconciliación"

Lisa caminaba cabizbaja con sus manos en los bolsillos de su chaqueta. Estaba pensando seriamente en sus errores y sabía perfectamente que si Jennie la perdonaba, sería un milagro. Pero deseaba que así fuera, se encargaría de hacerla feliz todo el tiempo, la amaría mucho más que antes y no le ocultaría absolutamente nada.

Levantó la mirada y se dio cuenta que había llegado a la casa que compartia con Jennie. Seguramente ahora estaría durmiendo. Lisa sintió tristeza al imaginarla completamente sola en esa enorme casa.

Tuvo una idea, una que quizás le aseguraba unos buenos golpes.

Lisa terminaba de trepar por las ramas del árbol que quedaba por su ventana, y dando un fuerte salto, quedó colgada por el borde. Alzó su propio cuerpo fácilmente y entró con cuidado por la ventana que estaba abierta. Jennie siempre lo dejaba así, por que en las noches hacía mucho calor.

Caminó silenciosamente al lado de la cama y sonrió cuando halló a Jennie durmiendo. Levantó la sabana con cuidado y fue recostándose con precaución. No quería despertarla. Se cubrió hasta los hombros y pasó su brazo por la cintura de la castaña, volviendo a sentir su cálido cuerpo. Sonrió en esa posición y se dispuso a dormir junto a ella. Disfrutaría el momento.

Lástima que despertó con un almohadazo en la cara y con la presencia de sus siete cuñados observandola con seriedad.

¡¿Cuando habían vuelto de su viaje?!

_Cu-cuñados - sonrió nerviosa.

_Hola, cuñadita - sonrió falsamente Namjoon, el mayor - verás, queremos hablar contigo.

_Ha-hablar - retrocedió nerviosa sobre la cama - ¿Donde está Jennie?

_Tranquila, ella está abajo - respondió Suga - le prometimos no matarte.

_Yo...yo no quise...- no sabía qué decir - ¡Jennie! - brincó de la cama para escapar pero Jin cerró la puerta.

La castaña trataba de ignorarla mientras conversaban con su padre quien sonreía a gusto.

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