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- ¿A dónde vas? –preguntó Mayu al hombre que tenía delante que, con una rapidez inigualable, se ponía la ropa- ¿Te necesita tanto la zorra esa?

- ¿Cómo te atreves a llamarla así? –dijo Takashi molesto, poniéndose torpemente los botones- Entiende que la que pasaría por zorra eres tú y que ella es mi esposa.

- ¡Cómo hecha humos! –exclamó- Pero lo que no entiendo es cómo todavía sigues con ella después de lo que le hiciste –dijo ella con la mayor indiferencia- Tiene que ser muy tonta para no darse cuenta de que tenías una aventura.

- Quizás lo oculté muy bien –confesó Takashi.

- Quizás ella no –concluyó con una sonrisa Mayu- ¿Qué te dijo?

- Que estaba contigo –dijo Takashi, poniéndose la corbata.

- ¡Oh, qué sorpresa! –exclamó irónicamente Mayu- ¿Quién lo diría? ¡Izumida Sena en mi casa y yo ni enterada! Debería ir preparando la cena.

- No te burles de mí –reprochó Takashi.

- ¿Y qué hago? ¿Lloro contigo la traición de tu mujer? –contestó desafiante Mayu- Porque si es eso lo que quieres no pienso acompañarte en el sentimiento. Recuerda que fuiste tú quien comenzó todo esto.

- Tienes razón –admitió Takashi, entrando en el baño para peinarse, seguido de cerca por Mayu que apenas estaba vestida- ¿Qué quieres que haga?

- Déjala –respondió Mayu con indiferencia- Si hiciste esto es evidente que no la amas.

- ¿Qué te hace pensar eso? –cuestionó Takashi con brusquedad, lo que hizo que Mayu se sobresaltara- ¿Con esa estúpida escusa me dices que no la amo?

- Sí –respondió tranquilamente- Saliste a buscar algo más –sonrió, señalando su busto- Lo encontraste, te gustó y no lo hiciste una sino dos, tres y muchas veces ¿Quieres que siga?

- Sigues sin convencerme.

- ¡Eres un desvergonzado! –exclamó Mayu- ¡Lo que quieres es tenernos a las dos!

- ¡No! –dijo Takashi- Solo es que no sé a cuál elegir.

- ¿Qué estupidez es esa? –reprochó- Será mejor que lo hagas, aunque creo que ya no tienes opciones. Tu mujer, a diferencia de ti, sí sabe lo que quiere.

- ¿Qué me estás tratando de decir? –cuestionó Takashi, mirándola mientras terminaba de recoger sus cosas.

- Lo averiguarás por ti mismo –respondió Mayu evidentemente molesta- Y cuando lo hagas tendrás que rogar mucho para que te abra mi puerta y piernas. No planeo coleccionar idiotas.

- ¡Suéltalo de una buena vez! –espetó Takashi, más desesperado que enfadado.

- Tu mujer ya decidió quedarse con su amante y pronto tu dejarás de ser algo importante para ella –dijo Mayu con tranquilidad.

- Mientes –susurró Takashi, negando con la cabeza.

- Solo tú puedes averiguar si miento o no. Pero debo admitir que se veían tan bien juntos. También me lo hubiese follado si no fuese menor que yo –frunció ligeramente el ceño- No me gustan los menores. Pero si ella se acostó con uno debe de ser muy bueno en la cama –concluyó con una sonrisa maliciosa.

- ¡Cállate! –gritó humillado Takashi- ¡Me voy!

- ¡Sí! –le gritó Mayu- ¡Huye cobarde! ¡Fue justo por eso que ella buscó algo más!

Tentación (Ruki Mukami)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt