14

62 7 2
                                    

- Por fin llegas –dijo Takashi cuando Sena entró por la puerta de la casa.

- Qué bueno que estás aquí –respondió Sena, sonriendo a modo de saludo, poniendo su bolso en la percha.

- ¿Te divertiste mucho? –preguntó su esposo, tomándola por la cintura y acariciando su rostro, pero inmediatamente fue rechazado- ¿Por qué...?

- Por favor... -suplicó Sena, dándole a entender que no la tocase- No hagas las cosas más difíciles, debo hablar contigo.

- ¿De qué se trata? –preguntó Takashi nervioso.

- No creo que pueda seguir con esto Takashi –dijo Sena mirándolo a los ojos- Contigo pasé muy buenos años, pero ya no es lo mismo, ya no siento lo mismo, yo...

- Para por favor –suplicó Takashi, intentando dar un abrazo que fue igualmente rechazado- ¿Después de todos estos años, justo cuando vamos a tener un bebé me dices eso?

- No vamos a tener un hijo Takashi –respondió fríamente Sena- Esa esperanza se esfumó.

- ¿Pero por qué?

- ¿No lo entiendes? ¿verdad? –preguntó Sena en un suspiro- Takashi mis sentimientos por ti han cambiado. No quiero continuar con esto, quiero... el divorcio.

- ¡Dime dónde lo escondes Sena! –gritó encolerizado- ¿Dónde escondes a ese desgraciado? ¿Eh? ¿Dónde está el desgraciado que se apoderó de ti?

- ¿Qué demonios te hace pensar eso? –protestó Sena, molesta- ¿Qué te hace pensar que lo hago por alguien más? ¡Todo esto es culpa tuya! –señaló su pecho con el dedo- Fuiste tú quien me hizo cambiar de opinión. Desde hace seis meses no me das sexo ¡Seis meses! Ya que eres tan bueno en cálculo dime cuántos días son –levantó una ceja ante el cambio de expresión de Takashi- ¿A que son muchos, ¿verdad? ¡Me hiciste pensar que no me querías! ¡Que tenías a otra! ¿Y, sabes qué? Lo sigo creyendo.

- Eso no es así... -empezó a decir Takashi, sabiendo que sus reproches estaban en lo cierto.

- ¡¿Entonces por qué no me tocabas?! –gritó ella, fuera de sí.

- ¡Porque no sabes moverte en la cama! –respondió Takashi, con el primer pensamiento que le vino a la mente, sin saber exactamente cómo defenderse ante tal ataque.

- ¡Qué tipo de cuestión estúpida es esa! –replicó, mientras su rostro se hacía cada vez más rojo- ¡El que no sabe qué hacer eres tú! ¡Siempre hacías lo mismo, nunca dabas variedad! ¡Sí, tu sexo era malo y me cansé! ¡Para que me hicieras lo mismo de siempre mejor me ponía a trabajar! ¿Sabes qué? ¡Encontraba mi trabajo mucho más excitante que tú!

- ¿Por qué no me lo dijiste? –se alarmó Takashi.

- ¡Ah...! –exclamó irónicamente Sena- ¿Por qué si te lo decía lo ibas a aceptar? Te conozco lo suficiente señor Izumida como para decir que nadie puede derribar tu orgullo. Si te decía que hacía falta que te engrasaras, viejito, me ibas a empezar a culpar de ello ¿No es cierto?

- ¡¿Cómo me dijiste?! –gritó irritado Takashi ante la ofensa.

- ¡Justo como te dices tú! –replicó Sena- De nada me valía dar mi tiempo para no llegar al orgasmo contigo ¿Sabes qué? Nunca tuve un orgasmo contigo.

- Lo dices como si lo hubieses tenido –murmuró Takashi, con el orgullo definitivamente herido.

- Eso no te importa –rechistó Sena.

Tentación (Ruki Mukami)Where stories live. Discover now