Prohibido (Jikook) [Adap.]

|°Capítulo 13°|

El amor es más complicado de lo que parece. El amor te hace sufrir, llorar, gritar, y confundir, deseas desaparecer y no volver a la realidad. Pero también te hace sonreír, reír, hace tu corazón latir y las esperanzas de ser feliz, de confiar plenamente en una persona en particular crecen. Todo dependiendo de tu forma de ver todo, de tu forma de afrontar las consecuencias de amar a alguien.

—Él estaba llorando, se le veía muy mal para una simple pelea telefónica con su madre. —dijo Yoongi jugando con la manzana entre sus dedos—¿Estás seguro que hasta donde lo viste al bajar del auto, estaba bien?

Jimin solo miraba el techo y miraba de reojo a Yoongi que se le veía feliz pero un tanto preocupado ante la situación.

—No me siento bien Yoongi, ¿Podrías dejarme solo?

—Está bien. ¿Acaso está dando una fiebre de depresión por la ciudad? —murmuró lo último acercándose a Jimin y revolviendo su cabello mientras dejaba la manzana sobre su frente—Come algo, no bajaste a desayunar y debes de estar hambriento.

—Gracias. —respondió tomando la
manzana de en frente y acurrucándose en su cama cerrando sus ojos.

Te quiero a ti, no quiero a nadie más.

Las palabras de Jungkook habían sonado tan reales para Jimin, sus palabras le habían hecho querer dejar todo atrás, dejar el estúpido plan que había hecho con Yoongi, dejar que sus sentimientos le dominaran al igual que su deseo carnal hacia Jungkook, dejar todo y simplemente besar a Jungkook hasta perder el aliento.

Lo siento Jimin.

¿Por qué te disculpas?, había querido decir la noche anterior, había querido decirle que era un tonto, un simple hombre que le tenía miedo de caer en el amor de la persona equivocada, de hacerle daño a su hermano y de tener que sacrificar todo, de tener que elegir entre dos personas a las cual quería y necesitaba en su vida.

¿Yoongi o Jungkook? Jimin había escogido a Yoongi, y creía que era lo mejor que pudo haber hecho.

Mierda, ni siquiera sabía si Jungkook había aceptado a Yoongi, no sabía si Yoongi le había preguntado. Y no quería saber, no quería enterarse que su hermano podría ya estar mensajeándose con Jungkook, deseándole los buenos días y diciéndole mensajes de amor, invitándole a salir y disfrutar el día juntos, como una pareja perfecta.

Jimin había ayudado a Yoongi a conseguir a Jungkook, a ser novios, pero Jimin definitivamente no quería ser parte de esa relación, no quería verla, no quería mencionarla, no quería escucharla.

Sí, Jimin no quería ser parte de ello, no teniendo a Jungkook besándose en el sofá de su hogar acurrucado junto a Yoongi, no a la persona de la cual estaba enamorado.

—No puedes hacer eso Jungkook, no puedes salir con él. —dijo Hoseok sorprendido mientras dejaba de acariciar las prendas de Jungkook extendidas sobre su cama.

—¿Por qué no? Soy un adulto, puedo estar con quien quiera.

—Yoongi no te gusta, creo que estas confundiendo un fuerte cariño amistoso con un cariño amoroso de verdad.

Jungkook miró a Hoseok de reojo.

—Te gusta Jimin.

Y el corazón de Jungkook latió, sus manos temblaron gracias a una repentina oleada de nervios que recorrieron su cuerpo.

—No. ¿Jimin? ¿De dónde sacaste eso? —preguntó Jungkook nervioso.

—De ningún lado, soy muy observador Jungkook, sus miradas lo decían todo, para demostrar sentimientos no se necesitan solo palabras, también se necesitan acciones.

Jungkook asintió y tomó un suéter negro de cuello de tortuga junto con sus pantalones.

—¿Qué pasó ayer? Jimin era tu compañero de baile pero bajaste del auto llorando, no pudo ser tu madre Jungkook, ni siquiera llevabas tu teléfono ayer.

—Haces muchas preguntas Hoseok, vamos qué te ocurre... ¿Cómo supiste que Jimin era mi cita?

Hoseok murmuró una leve maldición. La había cagado, Jungkook no debía saber la verdad.

—Jimin me contó. —mintió—Kook, déjame ayudarte, por favor. —Jungkook se terminó de colocar el suéter y miró la mano de Hoseok la cual estaba extendida hacia él—Por favor.

Y entonces Jungkook apretó sus labios en una línea recta, tomando su mano y sentándose a su lado.

Y Jungkook le contó todo en un par de minutos, Jungkook abrazó a Hoseok y éste le sonrió con tristeza entendiendo lo que ocurría, comprendiendo aquel sentimiento de estar enamorado de alguien terco, alguien con miedo a todo lo que significara sentir amor y cariño
por alguien.

No necesitaba ejemplos, Hoseok lo vivía en carne propia con uno de sus hyung, Hoseok sabía lo que era llorar por alguien a quien no le importaba su propia existencia, alguien que no cuidaba de él.

Gracias a Kai, Hoseok sabía lo que Jungkook estaba viviendo.