Una Dama de Sociedad

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Tengo un amigo y se llama Draco Malfoy.

Lo conocí hace cinco años en una fiesta social, era bastante guapo, su cabello era rubio pálido, su tes blanca como la leche y sus ojos como las estrellas. Era perfecto, desde esa vez, mi corazón latía rápido cada vez que lo veía. Le pedí a mi madre que me llevará a las fiestas de té para conocer a Lady Malfoy. Tenía la esperanza de poder ver a Draco en una de esas fiestas. Pero jamás lo ví, Salvo cuando eran reuniones de alta sociedad.

La primera vez que hablamos, fue como si me abrieran las puertas del cielo, pero al mismo tiempo volvía al infierno, cuando mi bello príncipe me rechazo.

Draco tenía su lado negativo, podía ignorar eso, y solo ser perseverante. Conseguiría a Draco Malfoy para mí!

Todos los días me esforzaba en casa por aprender la ética y los modales de una dama de sociedad, madre estaba encantada. Sin embargo, mi padre me reprendia por no ser buena en solo más que eso.

Mientras más practicaba, más aprendía, también empecé a darme cuenta que la vida no era rosas.

Un ejemplo, era mi familia. Madre y padre no se querían, dormían en habitaciones separadas y cada vez que padre llegaba a casa, solo venía a gritar a mamá o desahogarse con ella. Madre tampoco era una santa. Tenía un carácter de los mil demonios y cuando la enojabas parecía que te ibas a orinar en ese mismo momento.

Siempre me esforzaba... Me esforzaba para que papá me aprobará, para que viera que era una heredera digna de su nombre.

A la temprana edad de ocho años papá contrato tutores en política, negocios y idiomas. Mamá estalló en cólera cuando padre dijo que era hora que aprendiera algo útil y no fuese un estorbo en la casa. Madre pensaba que era muy niña para esas cosas, pero le demostraría a papá que yo valía. No era una inútil! Que yo era su hija, y merecía el título del heredero de los Parkinson.

Día y noche, estudie sin parar. Los tutores eran muy exigentes. Apenas podía seguir el hilo, Salvo en idiomas.

Pero no importaba lo duro que fuera.

Seguiría.

Le demostraría a papá que no necesariamente debo de ser hombre para ser digna de su título.

Mientras tanto intercambiaba correspondencia con mi bello príncipe, y cada vez me invitaba a su casa o su fiesta de cumpleaños, iba... Iba para demostrarle lo mucho que he crecido, me he vuelto más inteligente, soy más educada, y soy digna de ser su futura prometida.

El prometió que cuando fuéramos a Hogwarts, me buscaría en el tren y juntos ingresariamos al castillo para la selección de casas.

Seríamos sorteados Slytherin, haríamos muchos amigos y luego... Luego que? Aún no le había dicho que la quería como su prometida...

No perdía la esperanza y solo esperaría. Era bastante perseverante, estaba segura que mis sueños se cumplirían. Draco había visto lo mucho que he crecido y he cambiado.

Pero esos sueños terminarian  a inicios del siguiente año...

Fue para mí décimo cumpleaños que esperaba con ansias alguna carta de parte de los señores Malfoy o de Draco. Sabía que Draco no le gustaba porque era cargosa con él, pero estaba a mi lado y eso me bastaba.

Pasaron días, semanas, meses... Incluso mis padres dijeron que había un cambio repentino en lord Malfoy.

No sabía que estaba sucediendo, así que espíe a mis padres. Tal parece que el señor Malfoy se ha distanciado de su círculo social, va a las reuniones del ministerio o las fiestas sociales, pero es algo reservado.

Draco Malfoy y el mundo mágicoWhere stories live. Discover now