Una segunda salida al mundo muggle

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En la noche, mamá hablo con papá en la privacidad del estudio. Mientras que les tarareaba una canción de cuna a mis hermanos. Esperaba pacientemente a papá, seguro vendría hablar conmigo.

No sabría con exactitud que estaban hablando pero tenía la impresión que hablarían de mi y mi incursión a las mazmorras.

Liam se durmió primero, sus puños estaban cerrados alrededor de sus mangas, sus pequeños labios estaban entreabiertos y su ceño medio fruncido. Chris fue un poco más terco y siguió despierto, mirándome con sus grandes ojos azules. El brillo en su mirada era inocente y llena de curiosidad. Lo cargue entre mis brazos, Chris parecía muy feliz de ser sostenido.

-si que eres terco -rei bajito. Chris, sonrió como si me entendiera mis palabras. Sus brazos se alzaron, como si quisiera tocar mi rostro -pequeño pillo. Te gusta ser mimado -inesperadamente sentí un pequeño brote de magia. Una mariposa con chispas doradas voló alrededor mío hasta que desapareció frente a mis narices.

Mire a Chris, quien sonreía. Realmente fue un éxito mi experimento, bueno... No un experimento, había estado alimentado a madre con ingredientes mágicos para hacer de Chris y Liam, niños mágicos dotados. El núcleo mágico de ambos serían más activos que el de un bebé normal.  No puedo modificarlos genéticamente pero si puedo despertar a temprana edad sus poderes.

Y aunque había corrido el riesgo de generar un desbalance mágico. Ambos fueron muy fuertes, su núcleo mágico está intacto.

Viendo los resultados. Estaba muy satisfecho.

Seguí tarareando la canción de cuna. Chris bostezo aburrido, sus ojos poco a poco se cerraron. Quedó dormido entre mis brazos.

Lo lleve hasta su cuna, lo deje descansar y me retiré de su cuarto. Llamé a Ónix, la elfina de mi madre, le encargue a mis hermanos.

Fui hasta mi habitación, iba alistar mi ropa para la salida de mañana, si es que había alguna... Entre al baño a lavarme los dientes. Cuando salí del baño, papá entro a mi cuarto. Su rostro estaba sereno pero había cierto brillo en sus ojos que advertía una conversación sería.

-tú madre me comentó que estuviste en las mazmorras

-Si... -Papá se sentó al borde la cama, dió unas pequeñas palmadas al lado suyo de la cama.

Caminé algo inseguro, esperaba que no fuera una conversación incómoda.

-sabes porque tu madre te llamo la atención? -negue. Papá acarició mi cabello -Hace muchos años, cuando eras más pequeño. Te gusta correr por toda la mansión. Eras demasiado curioso y eso nos preocupaba. Un día... -padre parpadeo. Pareció mirar un punto fijo del piso - No pudimos encontrarte como siempre, pese a que las barreras mágicas nos guiaba a buscarte hasta el lugar que te escondías, no te encontramos y eso nos preocupó... Pasaron horas y horas, hasta que escuchamos tus gritos por la mansión -trague duro -tus gritos venían desde las mazmorras. Tu madre muy asustada, corrió a sacarte de ese lugar. La seguí, y cuando te encontramos, vimos un boggart, se había convertido en un feo espectro. Te habías desmayado del susto. Después de ese suceso, te prohibimos bajar a las mazmorras por temor ha que hubieran otras criaturas mágicas que pudieran asustarte

-Mmm... Pero cuando baje no había ni una criatura. Ni siquiera un boggart -padre sonrió pero eso no aliviaba su preocupación -Solo me caí y me desmaye de la impresión cuando ví la estatua de la gárgola en las mazmorras

-te desmayaste! -se exaltó papá

-Si. Pero eso fue porque pensaba que la gárgola estaba viva. Cuando me desperté, me di cuenta que la gárgola solo era una estatua

Draco Malfoy y el mundo mágicoWhere stories live. Discover now