Hemelieght

Apologize

P.O.V. Anna.

Ninguna se movió, sus labios sobre los míos estaban estáticos, no se sentía nada, la gente nos miraba, otros murmuraban y ese tal Addam ardía en rabia.

-Esto tiene que ser una jodida broma.- El castaño no dejaba de quejarse y al ella apartarse sólo me preguntaba: ¿Por qué no había sentido nada?

-Addam .- Dijo la platinada de forma tranquila.- Deja de estar jodiendo, no estoy de humor.

Ellos seguían discutiendo pero yo no estaba inmersa, no sabía cuánto tiempo había pasado, ahora sólo veía al castaño en el suelo y a mi novia siendo sostenida para no romper nada de él, sin contar su nariz.

Aquel castaño oscuro de su grupo la sostenía con fuerza, mientras susurraba cosas, sólo así el intento de escapar desistió y con ello, la energía que se lograba percibir.

-¿Dónde está Jack?.- Preguntó viendo su reloj y con nerviosismo en su hablar.

-Él...no ha salido, lo he llamado pero no me ha respondido a través de la puerta y su celular está apagado, manda en automático a buzón.- fue lo único que musitó.

-Ay no, ya es mucho tiempo, ve por un médico por si es necesario.- La albina me tomó de la mano y me hizo correr al piso superior hasta llegar a una puerta de cristal polarizado, el clima era frío digno de una película de terror.

(Recomiendo escuchar la canción a partir de aquí)

{...}

No había pasado ni una semana desde el funeral. Elsa no se alejaba de mí y papá con frecuencia salía de casa, al dejarnos solos mi pequeña hermana me contaba secretos en voz baja temía que alguien la escuchara.

-Entonces, ¿Tú primo nos cuidará?.- Pregunté con cierta duda.- ¿Es bueno?

-Desde luego, es genial.- Mostró una gran sonrisa, sin rastro aparente de dolor.- Confía en mí Flake.

-De acuerdo, confío en ti.

Esa tarde la madre de Elsa había salido sin dar explicación, sólo éramos dos niños de ocho años con un chico de dieciocho, aún recuerdo aquellas horas donde todo apestó a alcohol y cigarrillos, cuando él se fue nosotros nos quedamos solos bajo la ducha con largos intentos de borrar todo rastro de su contacto. Era horriblemente asqueroso.

-Elsa, debemos decirles a tu mamá y a papá.

-No, ni nos creerán ya lo intenté y me dijeron que no mintiera, que él era un buen chico.- Seguí ayudándola a ducharse antes de irnos a cambiar de ropa.

-Te aseguro que eso no volverá a pasar copito, no nos volverá a dañar.

-Jack, ¿Crees que pare? Ya no quiero que haga eso, me duele y no quiero que te hiera a ti también.

[...]

La platinada llevaba no más de cinco minutos intentando hablar con su hermano, sin éxito alguno.

-Al carajo.- Pateó la puerta y entró siendo recibida por una escena no muy agradable, su propia sangre en el suelo, abrazándose a sí mismo intentando tranquilizarse.- ¿Hermano mayor?

- Elsi, lo siento tanto, debí protegerte más, no supe que hacer y sólo nos hirió, ese monstruo.

-Tú no tienes la culpa Jackson, respira, estaremos bien.

-Ehmm....Elsa.- Giró su atención hacia mí en mis manos había cuatro frascos amarillos con inscripciones cada uno: antidepresivos, ansiolíticos, para el insomnio y tranquilizantes, todo para un cóctel de muerte por sobredosis perfecto.

-Dijiste que te habían disminuido la dosis.

-Encontré a alguien que podía darmelas sin receta médica.

Su cuerpo comenzaba a tornarse transparente y sus ojos ya no mostraban emoción alguna seguía vivo pero parecía no por mucho. Hiccup se escuchaba a poco metros de allí, corriendo de forma rápida y nervioso al escuchar un grito de la menor de los mellizos.

-¡¡Hiccup, llama a los paramédicos y a una ambulancia, ahora!!

[...]
Antes que nada, me disculpo por tardar tanto, tenía planeado actualizar hace como una semana o más pero están pasando muchas cosas en mi vida personal, sin contar que apenas estoy saliendo de un resfriado que me tenía sin poder hacer nada, intentaré actualizar más seguido, muchas gracias a todos por esperar los capítulos de mis historias, votar y comentar, en serio significa mucho para mí.