Capítulo 36: Sorpresa.

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Zack apartó amablemente de su lado a Denisse mientras veía como Krysten se iba apurada por la puerta principal. Le preocupaba su actitud parecía que tenía algo que hacer, que tenía que marcharse para hacer algo importante, quizá pasado un rato le llamaría después de decirle a Denisse como realmente se sentía.

—Denisse, necesitamos hablar ven vamos a mi estudio. Es algo importante —Dijo Zack en tono autoritario.

Denisse le siguió hasta su estudio, le pidió que se sentara en uno de los sofás, ella accedió y se sentó con una expresión confusa dibujada en su rostro.

—¿De que quieres que hablemos Zack? No entiendo.

—Denisse, se que los recuerdos han regresado a tu persona. Los momentos que convivimos de niños no los voy a olvidar nunca. Fuiste mi primer amor y deseaba que fueras el último. Sin embargo las cosas han cambiado, lo nuestro ya no le veo un futuro, ambos hemos cambiado y creo que lo que yo sentía por ti se vio esfumado cuando conocí a Krysten. Ha estado conmigo durante un par de meses y creo que ella logró llenar el vacío que sentía con tu distancia. Me duele decírtelo pero es necesario, no siento lo mismo que tú y no creo que pueda sentir ese amor genuino nuevamente. Perdóname Denisse y por favor no te alejes de mi vida, eres de suma importancia y te quiero como no tienes idea, siempre recordaré nuestros bellos momentos y no me agradaría que después de tanto te fueras. Solo que busco otra clase de conexión entre tú y yo, ya sabes, como amigos ¿qué dices? ¿aceptas?

—No entiendo... Pensé que tú me amabas, cuando recordé mi infancia recordé que me amabas. Se que ha pasado tiempo pero pensé que cuando me vieras de nuevo el amor que sentías por mi regresaría.

—¿Cómo estás tan segura de que te amaba? —Dijo Zack con una ceja arqueada—, creo que nunca te lo confesé.

Denisse tragó saliva y después hablo:

—No lo dijiste pero yo sentía que era así, ambos sentíamos lo mismo ¿No?

—Claro, de ser así, estás en lo correcto, pero las cosas han cambiado, nosotros cambiamos ya no somos esos niños de doce y diez años somos personas adultas, ya nada es igual, he conocido a otra persona y creo que deberías entenderme, sé que alguien más puede amarte más de lo que yo lo hice hace tiempo, eres carismática e inteligente, seguro que encuentras al hombre de tu vida.

Denisse miró a Zack sin vagar en sus ojos, parecía no estar muy afectada, dado a eso esbozó una sonrisa dejando al descubierto sus cuidados dientes blancos.

—Gracias Zack.

Se dió media vuelta y salió del estudio de Zack con la frente en alto, le resultaba rara su actitud. Pensaba que se llevaría otra reacción, sin embargo le agradó que las cosas terminaran de esa manera.
Sacó su móvil y marcó el número de Krysten. Por fin ya nada podía separarlos, estarían juntos para vivir su amor.

• • •

Alguien había llamado a mi puerta. Guardé el cuaderno entre mi ropa para que no se notará, tenía ventaja al tener unos kilos de más. Podía esconderlo perfectamente.
Mi móvil comenzó a sonar provocándome un susto aún más grande. Era Zack. Atendí la llamada tratando de hablar silenciosamente.

—H-Hola —Musité.

Hola Krysten necesitamos hablar, tengo una gran noticia que darte.

Verás Zack, no puedo por ahora, alguien ha venido a mi departamento. Creo que es Becca pero llevan tocando la puerta de mi habitación varios minutos. Tengo un poco de miedo.

No te muevas y no abras la puerta. Voy para allá enseguida, espérame.

Dado a eso colgó y por mi parte trate de alejarme lo más que pude de la puerta. Comenzaron a tocar desesperadamente. Mi miedo se incrementaba con cada golpe, cada vez más violento.
De repente la insistencia paró, tragué saliva, tenía la boca seca y mis manos estaban frías y sudorosas.
Se escuchó un estruendo la puerta había sido derribada, ahogué un grito, la persona que tocaba con demasiada insistencia era Nathaniel. Llevaba una sudadera gris con una capucha que cubría parte de su rostro.

Filo Rosso Where stories live. Discover now