Northern Downpour

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Les hago la invitación a que cuando les dé la señal reproduzcan la canción. Es mágico. 


Bon tardó casi un mes en recuperarse del todo de aquella herida. Había intentado tomarlo con humor, y fingir que la situación no había ocurrido. Aunque aún así sabía que sería difícil para todos regresar a su rutina después de eso. Bonnie no se había querido despegar de su lado, Bon casi tenía que sacarlo a patadas de su casa para que fuese a la escuela. 

A Frank no le molestaba el hecho de que Bonnie estuviese todos los días acompañando a su hijo. Le hacía sentirse más tranquilo y en parte de daba ternura saber que el pelimorado se preocupaba tanto. Confiaba plenamente en que Bonnie no dejaría que nada le pasara a su hijo. Lo había confirmado. 

Bonnie de verdad estaba considerando el pedirle matrimonio al peliazul. Sabía que eran jóvenes, y que todavía no cumplían ni un año de relación, pero le tenía tanto amor, lo apreciaba tanto, que sentía que era el momento perfecto para hacerlo. 

Buscó mucho tiempo algún anillo de compromiso que luciera lindo, así como la oportunidad perfecta para llevar acabo dicha propuesta. Lo pensó demasiado, quería que fuera algo inolvidable para los dos. Pidió ayuda a su amigo Golden, y este le dio cientos de propuestas cursis, como subirlos a un avión y con vistas hermosas hacerlo. Bonnie le recordó que cosas con vistas hermosas no podrían ser tan funcionales, ya que Bon no podría verlas. 

Hasta que pensó en algo simple, algo 

Intercambiando los roles, ahora sería Bon quien se quedaría en la casa del pelimorado a dormir. Les costó trabajo convencer a Frank, pero terminó aceptando, iban a hacer una pequeña pijamada. 

Llegaron, la casa de Bonnie olía a moras y a madera, por el material del que estaba hecha. 

-Si quieres puedes ir a bañarte.-Dijo Bonnie.-Mientras yo prepararé todo. Bon asintió. El pelimorado se retiró a la cocina y Bon se quedó parado en medio de la sala con una sonrisa en el rostro. Pocos segundos después Bonnie regresó y con una ceja levantada le preguntó.-¿Por qué no has ido?

-Me encantaría, pero todavía no conozco tan bien tu casa como tú la mía.-Bonnie cayó en cuenta de que eran contadas las veces que Bon había estado ahí, y sintiéndose estúpido lo llevó por toda la casa hasta llegar al baño.

-Frente a ti está todo, jabón, shampoo y acondicionador. En la pared están las toallas, el agua caliente es la llave izquierda, la fría es la derecha. Cuando termines puedes hablarme para sacarte de aquí.-Seguido de eso dejó un beso en la frente de su novio y siguió su camino. 

Estaba en la cocina, preparando todo lo que veía en su alacena. Estaba nervioso, y aunque sabía que la propuesta de matrimonio no sería de lo más formal, sabía que sería significativo. Comenzó a hacer unos waffles. Puso la cafetera a funcionar. Tomaba canela, tomaba frutas. Estaba haciendo una enorme combinación de cosas dulces que dudaba que pudieran terminarse. Pero como siempre no sabía cuando parar. 

La pequeña mesita de centro quedó llena de todo tipo de snacks para que pudieran pasar la noche. 

Prendió su teléfono, luego de conectarlo a los parlantes reprodujo la primera canción de su playlist cursi en forma aleatoria y dejó que esta siguiera así. Chasing cars de Snow Patrol sonaba de fondo cuando escuchó el grito de Bon diciendo que ya estaba listo. Fue corriendo para ayudarlo a salir. 

La imagen que se encontró le robó el aliento. Era un Bon, con los ojos brillosos, el cabello cayéndole por la frente y escurriéndole por los hombros. Quería hacer mención de lo mismo y de la belleza de tal imagen, pero prefirió simplemente ayudar a su novio. Lo dejó en su habitación mientras este se ponía su pijama y él  también se metió a dar un baño rápido. 

The light behind your eyes | BonxBonnie (Wattys 2019)Where stories live. Discover now