La loba y el cazador 🐺🏹

Capitulo 5

Salgo de mi habitación con espada en mano y mi armadura bien puesta, se que ustedes piensan que para ser una armadura esta muy descubierta pero es que así son las armaduras de los seres sobrenaturales.

Porque nosotros sanamos muy rápido y ademas así son las armaduras para las guerreras, esta armadura también me protege en mi forma de loba, aun que ahí se hace invisible e intangible para los enemigos salgo del castillo para reunirme con mis padres.

A nuestro lado derecho están los dragones algunos transformados y otros en su forma humana siento como alguien se pone a mi lado y veo que es Wyatt en su forma de dragón es enorme.

A nuestro lado izquierdo están los vampiros mostrando los colmillos los demás seres sobrenaturales están a su izquierda de ellos, el ambiente es muy tenso a pesar de que aun no hay ni un solo cazador a la vista pero sabemos que están ahí escondidos entre los árboles.

— ¿Que tanto están esperando esos imbeciles?— lo mire y vi como sacaba humo por la nariz.

— Créeme que no lo se amigo mío— gruñí.

Narra Oliver:
Llegó el día de acabar con esas criaturas con todas y cada una de ellas pero no se, estoy un poco nervioso pero no puedo explicarme el por que.

Bueno en fin es hora de partir, salgo de mi habitación y me encuentro de frente con Fredy el es mi guardián pero también es mi mejor amigo.

— Las tropas ya se encuentran en el lugar de la batalla y me informan que los reyes dragones no se quisieron mostrar en su forma humana solo los reyes licántropos y otros reyes de cambia formas, también esperarán a que lleguemos para comenzar esta guerra—

— No importa de todas formas sabemos como identificar a los reyes dragones y también como matarlos—

— ¿Si irás por la reina de los licántropos?—

— Si, será una manera de desalentarlos, en especial al rey y a la princesa, según se todos aman a la reina Sierra y cuando la elimine quedarán vulnerables por que sus ataques ya no serán razonados, solo se dejarán guiar por el sentimiento de venganza y eso amigo mío será su destrucción— Fredy sonrió, salimos del castillo para subirnos en las camionetas estas avanzaron rápidamente hacia el punto donde será la guerra.

No tardamos casi nada gracias a que los choferes nunca dejaron de acelerar, al llegar veo y saludo a los lideres de cada clan de cazadores hasta llegar con mi padre enfrente aun escondidos entre los árboles.

— Ya es hora hijo— asentí y alce mi espada para darles la señal a los guerreros comenzaron a avanzar y nosotros también.

Los seres sobrenaturales esperaban la señal de sus reyes para atacar, observe a todos y cada uno de ellos pero oh sorpresa la princesa licántropo no estaba al igual que el príncipe dragón y el príncipe vampiro.

— ¡Ataquen!— di la orden y así la guerra se desató yo me fui colando por entre los guerreros para llegar frente a los reyes licántropos.

Mi padre atacó al rey que se transformó en su lobo de pelaje blanco apenas vio a mi padre, yo fui tras la reina que estaba peleando con mi madre, llegue por atrás pero esquivo mi golpe, se transformó en loba una loba de pelaje rojizo nos gruño a mi madre y a mi.

— Sierra querida ¿donde esta tu querida hija?— la loba volvió a gruñirnos, mi madre y yo la atacamos al mismo tiempo ella se defendía — Después de acabar contigo acabare con tu preciosa hija— los ojos de la loba se volvieron rojos, seguimos peleando pero sus ataques dejaron de tener efectividad cuando mi madre le dijo eso.

Después de unas horas ya ella estaba cansada y pudimos asesinarla escuchamos un aullido de dolor nos giramos para ver como el rey le desgarraba la garganta a mi padre y vino corriendo hacia el cuerpo de su esposa, nosotros corrimos hacia mi padre.

Narra Katherine:
Mis padres nos habían ordenado atacar a las tropas desde atrás con un grupo de guerreros así que ocultamos nuestros olores y Wyatt se transformó en humano.

Uno de sus guerreros le entregó una espada la reconocí como la espada de fuego negro aquel que solo los dragones de sangre real podían controlar e invocar en esa espada.

Lo se por que el rey Maxton nos había contado sobre ella en nuestra niñez, llegamos por atrás de las tropas de los cazadores tomándolos por sorpresa.

Nestor les tapaba la boca y después drenaba su sangre, Cassidy prefería dejarlos gritar mientras les enterraba en el cuello su daga con un veneno muy especial que los mata al instante.

Wyatt y yo peleábamos espalda con espalda así habíamos sido entrenados, ambos nos cuidábamos, mis guardianes se transformaron en lobos y protegían nuestros puntos ciegos.

— Al fin se hicieron realidad los entrenamientos— hablo mi amigo con demasiada emoción.

— Deja de hablar y asesina a estos malditos— lo regañé, seguimos peleando las tropas ahora estaban divididas pero nosotros teníamos ventaja por que el bosque nos favorecía a nosotros.

Pues ha sido y siempre será nuestro hogar Wyatt encendió la espada para lanzar una llamarada a un grupo de cazadores que venían hacia nosotros.

Esa llamarada los convirtió a todos en cenizas, entonces escuché el aullido de mi padre, mi madre había muerto no pude retener las lágrimas mis guardianes me miraron preocupados por lo que haría.

— Asesínalos, asesínalos a todos ellos mataron a nuestra madre— me ordenó mi loba Hayley, me transformé en loba y rugí todos se detuvieron.

Los cazadores me miraban con miedo salte sobre uno de ellos para arrancarle la cabeza, me fui abriendo paso a través del bosque asesinado a todo cazador que se interpusiera en mi camino.

— ¡¡Kat!!— escuche el grito de mi amigo pero lo ignoré mataría al que asesino a mi madre lo haré y nada me detendrá, logré atravesar el bosque dejando un camino de cuerpos, en medio de la batalla vi a mi padre lamiendo el hocico de mi madre, aullé.

Camine lentamente gruñéndoles a los cazadores, enseñándoles los colmillos ninguno se movió, llegue hasta donde estaban mis padres bueno mi padre, mire a mi mamá y sollocé, me transformé en humana acaricie a mi mamá.

— Te vengaré mami y no moriré hasta cumplir mi promesa— llore como niña pequeña todo parecía ir en cámara lenta — ¿Quien fue papá?— le pregunte mirando sus ojos tristes, los ojos tristes de un lobo que acaba de perder para siempre a su mate.

— Fue el rey de los cazadores y su madre, están en el bosque enterrando el cuerpo del antiguo rey— asentí y corrí hacia el bosque.