Taehyung era el típico chico nerd, no tenía problemas en la escuela, tenía pocos amigos, tenía padres amorosos, una casa de ensueños y una vida con un futuro.
¿Su único error? haberse enamorado de la típica chica mala y mala influencia, Min Suni.
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Escuché el sonido de mi alarma y la apagué antes de que empezara a sonar más fuerte pero me quedé pensativo mirando el techo de mi habitación. Al momento, escuché unas pisadas por el pasillo y después de eso mi puerta abriéndose, sabía que era mamá.
—Hijo.— dijo con voz dulce.
—Ya estoy despierto.
—¡Menos mal! Muy buenos días, tienes casi poco tiempo para desayunar arreglate rápido y vente, Jimin está abajo.
—¿No tiene casa propia para desayunar acaso?
—Taehyung.— reprochó mi madre, pero sin perder su tono dulce. El que usaba siempre conmigo.
—Yah, lo dije en broma. Bajaré en un segundo.— dije estirándome para lograr sacar la pereza de mi cuerpo.
—Muy bien.
Mi madre salió de la habitación dejándome solo en mi privacidad. Me levanté a duras penas y fui a prepararme rápidamente.
Jimin era mi mejor amigo el que siempre estaba conmigo, nos criamos juntos desde pequeños pero a diferencia de mí cualquiera que viera a Jimin pensaría que era el popular del colegio o el típico bad boy a mí lado el cuál siempre uso lentes y ropa un poco suelta que los chicos no suelen vestir a los dieciocho años. Jimin era muy amigable y divertido, realmente estaba agradecido que sea mi amigo, como un hermano, ya es parte de mi familia.
Bajé la escalera directo a la cocina para verlo hablando amigablemente con mi mamá mientras tomaba de la taza color amarilla, me vió bajar.—Buenos días bello durmiente.— le hice una mueca haciéndolo reír. Me senté y rápidamente desayuné porque ya casi estábamos sobre la hora. Papá nos llevó en el auto, yo podía manejar también porque ya era mayor de edad y mis padres me habían comprado un auto pero realmente no lo usaba, de vez en cuando solamente.
Cuando llegamos al colegio nos despedimos de papá y entramos. Todo estaba normal, los estudiantes estaban con sus grupos de amigos hablando, riéndose, otros con cara de sueño, etcétera.
Como vinimos algo tarde el timbre para entrar sonó sin darnos tiempo a nada más. Tuve que despedirme de Jimin ya que él y yo no compartíamos el mismo salón, entonces, se fue por su lado no sin antes decirme que me vería en el receso y yo me fui por el mío. Siempre todos solían cambiar de asiento cada dos por tres en el salón y este día no era la excepción. Ví mi lugar donde venía sentándome últimamente ocupado por una chica con la cuál nunca hablé y por supuesto no iba a correrla de ahí, soy muy tímido para hablar.
Incluso con chicos me resultaba difícil hacer amigos, tenía pocos y vivían algo lejos.
Por estar pensando que hacer no me di cuenta que ya casi todos los lugares estaban siendo ocupados, me quejé en silencio por ser lento y busqué otro lugar con la mirada. Ví uno justo al lado de quién menos quería pero a la vez sí, Min Suni. Los nervios de mi cuerpo comenzaron a aparecer y lo odiaba. Muchas veces estos me causaban temblores en el cuerpo y no quería hacer un show cerca suyo pero no tenía más opciones, solté aire disimuladamente y fui a pasos firmes a sentarme allí.