°《50》°

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−Oye chico... Despierta, te dolerá después el cuerpo sí sigues en esa posición tan incómoda...

El mencionado comenzó a despertar lentamente, entre abriendo los ojos y acostumbrándolos al incremento de luminosidad; al enfocar su vista se encontró en una pieza pequeña y desconocida para él, se percato de que estaba solo y con una bella señorita albina.

−¿E-en dónde estoy...? −pregunto algo asustado sentándose, cubriéndose hasta el cuello con la manta con que antes estaba arropado.

−Tranquilo, no te preocupes, tus amigos estaban algo... "Tensos"... Por eso decidí traerte aquí, no quería que despertarás antes de descansar lo suficiente, supongo que todo este viaje ha sido muy difícil para ti...

−Demasiado diría yo... Pero... ¿Quién eres? −cuestiono dudoso, tomando mayor confianza.

−Oh cierto, ¿en dónde están mis modales? Soy Elaine Libeths, pero todos me conocen como Rouge, la aprendiz de nuestro difunto hechicero Merlin.

−Guau... ¡En serio es usted! −grito emocionado, saltando --literalmente-- y abrazando a la mujer por la cintura, sonriendo de oreja a oreja−. Estuve tanto tiempo esperando este momento... No se si aclarar mis dudas o dejar que me las responda... Es que... No he podido hablarlas con los demás...

−Ellos a veces pueden ser algo incomprensibles, pero después de todo son jóvenes aún, no entienden muchas cosas y lo suyo no es totalmente la responsabilidad... Hablando de ellos, estarán aquí en uno... Dos... Y...

−¡Sonic! −grito el quinteto de hombres entrando por la ventana y rompiéndola al instante, sobresaltando al cían y haciendo que se escondiera detrás de la murciélago.

−Lamento lo ocurrido con estos muchachos... Ya sabes como son los críos de hoy... −la oji-ámbar levito y traspaso el hueco donde antes estaba la ventana.

−Me debes una reposición −menciono con burla la de orbes aguamarina, acariciando las orejitas azules para que observara a sus amigos.

−Perdón... No quise asustarte Son... −se disculpo el azabache yendo a ellos, abriendo sus brazos y capturando al cobalto en un fuerte abrazo.

−Tontos... −enrollo sus brazos a su cuello, mirando con molestia a los otros que desviaron rápido la mirada−. Aun así gracias por venir a buscarme... 

−Cuanto tiempo... ¿No? *yendo con la aprendiz*

−Es bueno volver a verte, Blaze... −abrazo momentáneamente a la minina, luego estrechando su mano y dirigiéndose a los muchachos−. Muy bien ustedes, creo que hicieron un trabajo a medias pero efectivo a la vez, les agradezco por haber velado por Sonic y haberlo conducido hasta aquí.

−¿A medias? ¡Pero si fue la tarea más difícil que hemos tenido! −reclamo el verdoso, siendo callado inmediatamente por el rojizo y el de vetas turquesa, por un zape nada suave.

−Suponiendo... Creo que esta es la parte en la que podrán descansar, pero no se olviden de entrenar y perfeccionar sus habilidades.

−Cuente con ello, entrenaremos muy bien a este chiquillo −bromeo el azabache restregandole las púas al menor, obteniendo risillas inconscientes.

−Del chico me encargaré yo, señores, por favor acompañenme −se giro y abrió la puerta de la recámara, guiandolos hacia abajo en donde aparentemente estaba el taller−. Sabía que vendrían, así que durante todo este tiempo he trabajado muy duro creando esto... Y  me enorgullese mostrarla.

La mujer paro frente a una mesa, levanto una manta que estaba encima y tomo un objeto entre manos, se giro y acerco al cerúleo, entregándole una espada diferente a la había utilizado anteriormente; la tomo con cuidado y observo detenidamente la hoja, siendo tan clara que pudo ver su reflejo en ella.

−¿Para mí...?

−Claro que sí, creeme que con esto no tendrás la necesidad de usar un escudo, durante la pelea solamente sufrirá rasguños y rayones insignificantes, pero no podra romperse; claro que todo depende de ti, porque la espada tiene conexión directa con su portador, ella se debilitara si tú lo haces, pero incrementará su fuerza si tú logras vencer tus temores.

−¡Muchas gracias! ¡Prometo ser digno de algo tan maravilloso!

−Ah pero todavía me falta algo querido −saco su báculo y lo agitó levemente, dejando momentáneamente un destello dorado para luego mostrar una armadura del mismo color−

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−Ah pero todavía me falta algo querido −saco su báculo y lo agitó levemente, dejando momentáneamente un destello dorado para luego mostrar una armadura del mismo color−. Con esto estarás completo.

−Wow... Es muy... Grandiosa...

−Ah y se te verá mejor, espera te muestro *levanta el báculo en dirección a la armadura y lo agita*

El cobalto se sorprendió al ver cómo su cuerpo era invadido por destellos ámbar, luego quedó sin palabras observando que de un instante a otro llevaba puesta la armadura.

−Yo también quiero una así... −reprocho el oji-zafiro.

−Cállate lechuga, no es momento para tus tonterías −alegó el rojizo.

−Ahora viene mi parte favorita −anuncio la albina, haciendo aparecer tres minotauros de la nada y con malas intenciones−. Descuida, son falsos, pero enséñame que tal lo haces.

−No deberíamos ayudarlo? −cuestiono el de vetas turquesa.

−Ni siquiera lo intenten.

−Bueno...Veamos... Ahm...

Estaba nervioso y era delatado por los nervios, quería dar buena impresión pero a la vez sentía como sus manos temblaban sosteniendo la espada y el peso de oro lo mareaba.

Al ya tener frente a frente las criaturas, éstas amenazaban con golpearlo, fue hasta entonces cuando reafirmó su agarre y de un rápido movimiento los traspaso, dejando un humo espeso y la luz brillante de la espada.

Al ya tener frente a frente las criaturas, éstas amenazaban con golpearlo, fue hasta entonces cuando reafirmó su agarre y de un rápido movimiento los traspaso, dejando un humo espeso y la luz brillante de la espada

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−Felicitaciones, Sonic, ten por seguro que aprenderás rápido.

−Gracias −sonrió y levantó su vicera, viendo como todos le daban ánimo, en especial el oji-rubí.

❝Vampire World❞│Sʜᴀᴅᴏɴɪᴄ﹣Mᴇᴘʜᴏɴɪᴄ│AUWhere stories live. Discover now