°《54》°

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−¡Estoy haciendo lo mejor que puedo!

−¡De mujer a mujer! ¡¿No preferirías romperte una uña con tal de cerrar esas cosas?!

−¡Puedo darte el honor de intentarlo!

−¡Cálmense las dos, necesitamos más energía para poder cerrarlo!

¡No podemos obligarlo!

−¡Pero tampoco tenemos de otra!

El azulado comenzó a despertar debido a los gritos de las hechiceras, entreabrió sus ojos y acostumbro su vista; vio como estaba recostado contra un pilar de la catedral, luego se dio cuenta de que todos sus amigos trataban de sostener el báculo de la aprendiz, ayudándola para que no perdiera el equilibrio de la gran cantidad de energía que concentraba. Se puso de pie y sigilosamente fue hasta ellos, iba a hablar pero la presencia de un Nian le hizo buscar algo con que protegerlos, viendo como todos estaban tan concentrados que no se percataban de la amenaza.

Busco su espada por todos lados pero no lograba encontrarla, luego recordó lo sucedido con el dragón y alzo la mano, llamando internamente a su arma; seguidamente ésta apareció como aquella vez, corrió y ataco al ser, cortandole un costado y luego la cabeza. 

−Fiuu...eso estuvo cerca... −volteo a ver a los demás, pero se llevo la gran sorpresa de como todos permanecían estáticos y con los ojos abiertos de par en par−. Ahm... ¿Hice algo malo?

−No...no bueno sí... Digo no! Agh...olvídalo... −el oji-violeta desvió su vista y continuo forzando el bastón, pero este seguía con la insistencia de moverse y desviar la dirección.

−¿Qué pasa? −pregunto acercándose y colocando su arma en la funda, elevando la vista y encontrándose con una cantidad impresionante de energía concentrada en la esfera del báculo, apuntando al centro del cielo.

−Agh... Solo podemos cerrar esos portales con energía pura, logre reunirla gracias a todos los guerreros que decidieron donar la suya, pero tenemos el problema que necesitamos más y si no lo conseguimos a tiempo todo esto se echara a perder y para colmo, nos acabara.

−Ay no... ¿Qué se puede hacer?

−Escúchame Sonic, eres el único que puede darnos lo faltante... −dijo entre jadeos Medusa, aun tratando de mantenerlo recto−. Eres el príncipe... El rey definitivo... 

−¡No le digas eso! ¡Él no debe hacerlo! −grito la minina, utilizando su piroquinesis.

−Por favor... Ayúdanos...

El menor permaneció noqueado mentalmente, mirando de reojo al oji-rubí, veía como su faceta demostraba preocupación y negación a que cometiera tremendo acto, sus amigos estaban igual, pero la de cabellos de serpiente suplicaba con la mirada, que esta vez, casi lo convertía en piedra.

−Lo siento... 

Salio corriendo hacia el fondo de la iglesia subiendo los escalones de forma veloz, llego hasta el domo y rompió un vidrial para salir a la superficie; ya estaba demasiado alto como para escuchar los gritos que pegaban los mayores, su respiración se volvió agitada y el pecho se le oprimía, pero dejo eso a un lado y desenvaino su espada.

Tomo aire y se relajo, cerro los ojos y dejo que toda su energía fluyera hasta en donde se encontraban sus manos sujetando el arma; dio unos pasos hacia atrás y luego se impulso y salto de golpe, yendo directo a donde estaba la estela del báculo. Antepuso su espada mientras caía, su cuerpo pronto se invadió por un resplandor azul.

Los presentes se quedaron perplejos por aquello, toda la energía reunida se dirigió hacia el cielo y ataco cada portal que quedaba abierto, las luces blancas cegaban a muchos de los guerreros y bestias, pero al menos cumplían con impedir que esos vórtices se mantuvieran, pronto un estallido en lo más alto envió una ola de aire bastante fuerte que mando a volar a muchos. 

El grupo de amigos se levanto con dificultad, sintiendo quemaduras y fuertes golpes por todo su cuerpo, las mujeres en cambio, estaban protegidas por un escudo espectral. Todos estaban algo mareados, pero cuando se restauraron, preguntaron y buscaron con la vista al menor.

−¿¡En dónde está Sonic?! −interrogo alarmado el azabache, levitando y buscándolo entre los escombros del pueblo, menos mal que toda la población estaba refugiada subterránea-mente.

−Debe haber sido lanzado por la ventisca... Hay que buscarlo... −respondió la fémina violeta, quitándose el casco y sobando su cabeza.

−Bien...ugh...

Todos se dispersaron por los anchos terrenos, el de vetas rojas tomo camino hacia la línea divisora llamando al azulino, no encontró nada y eso lo frustro; pronto diviso a lo lejos a una persona que plantaba una bandera en la cima de la montaña Verde, le pareció extraño y fue a velocidad hacia allí, pasaba viendo de reojo como solo quedaban pocas bestias que estaban siendo aniquiladas de una vez, las tropas sonreían y gritaban de victoria, otras se desplazaban por diferentes lugares para buscar heridos. El ónix llego hasta la cumbre, tratando de ver pues había una extensa neblina que apareció de repente.

−L-lo logramos... Shad...

−Sonic... −por inercia se acerco hacia la voz, encontrando al erizo sosteniéndose un costado y apoyándose de la vara. 

−Al menos no...ve-vendrán más... −exhalo y cayo a la creciente nieve que surgió cuando el se desplomo, asustando al mayor.

−¡Sonic! −corrió y lo sostuvo en brazos, lentamente reviso en donde él se sostenía con fuerza, observando la gran herida que llevaba y toda la sangre que derramaba.

−Tra-tranquilo...solo es un rasponcito... −rió bajamente, toseando un poco de sangre en el proceso.

−¿Por qué hiciste eso...? ¡Te dije que no lo hicieras!

−Decirlo por miradas no cuenta, tontin... −bromeo, acariciándole la mejilla−. Con tal... Medusa tenia razón... Soy el rey absoluto... Mi deber... Es protegerlos...

−No a costa de tu vida... 

−Pero no podía poner la tuya en peligro... 'Cog'

−Estas mal... Descuida, te llevare con Rouge... *Apunto de cargarlo*

−Espera...solo...déjame descansar un poco... Necesito algo de aire...

−Como ordenes...mi pequeño...

Afirmo la bandera de victoria, apegando al chico contra su regazo; el cielo se empezó a aclarar, los pájaros comenzaban a cantar nuevamente y aunque no era época, la nieve inundaba el lugar con delicadeza.

Afirmo la bandera de victoria, apegando al chico contra su regazo; el cielo se empezó a aclarar, los pájaros comenzaban a cantar nuevamente y aunque no era época, la nieve inundaba el lugar con delicadeza

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−¿Me lo prestas? −una voz distorsionada desconcertó al mayor, soltando un poco al cían.

−¿Quién dijo eso?

−Yo.

Una racha de viento apareció de pronto, inmovilizando y cegando al bicolor, cuando pudo enfocar su vista solamente observo una bruma color azul y negro; sintió su cuerpo debilitarse y sus manos vacías, torpemente se levanto y busco al cobalto con la vista, pero simplemente había desaparecido.

−¡¡SONIC!!

Últimos capítulos.

❝Vampire World❞│Sʜᴀᴅᴏɴɪᴄ﹣Mᴇᴘʜᴏɴɪᴄ│AUDove le storie prendono vita. Scoprilo ora