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Jimin no estaba acostumbrado al JetLag, así que cuando el Jet hubo arribado en corea, y el sido instalado en la gran gran mansión de Min Yoongi

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Jimin no estaba acostumbrado al JetLag, así que cuando el Jet hubo arribado en corea, y el sido instalado en la gran gran mansión de Min Yoongi.

El cambio de hora le hizo efecto, dándole un fuerte dolor de cabeza y náuseas repentinamente.

El vampiro ni se inmuto por el JetLag, estando acostumbrado a los repentinos cambios de hora que experimentaba cada vez que viajaba. Y eso era muy seguido.

Sin embargo al ver el rostro pálido de sus asistente lo hizo posponer la reunión tomar la tarde libre para quedarse en la mansión.

No cuidando de él, claro que no.

Para eso estaba la ama de llaves.

El solo se quedaba ahí en la mansión porque estaba repentinamente cansado, si. Sólo por eso, ni había nada más.

Observó la enorme pintura en aquella sala mientras bebía una copa de vino, las obras de Picasso siempre le parecían extravagantes pero coloridas.

Y aunque él no era fan de ellas, su casa/mansión estaba llena de obras de Picasso, obras renacentistas entre otras más.

— El joven Jimin tiene fiebre señor Min —informo ella, viéndose preocupada repentinamente.

Yoongi se volteo a ver la arqueando una ceja.

— Que pasa, por que tienes esa cara de espanto? —interrogo, más ella calló no sabiendo como decirle el resultado que el termómetro había indicado—. Mina-sshi, no tengo toda la tarde para esperar su respuesta.

Ella asintió temerosa—. El joven Jimin tiene 39° grados de fiebre, está ardiendo y por mas paños húmedos que coloque la temperatura no baja.

Yoongi fruncio su entrecejo, eso era extraño, el JetLag no debia de afectar tanto así a las personas, a él nunca le pasó eso.

— Deberíamos llamar a un médico? —pregunto ella preocupada.

Yoongi no confiaba en ellos, pero esta vez era necesario.

— Está bien hazlo, llama a ya sabes quién —ella asintió y dejo la sala rápidamente.

Aquel sujeto era en el único que podía confiar, aparte de que conocía su secreto, era uno de sus más fieles perros lacayos y amigos?

Horas después Kim YoungJo entraba por aquellas enormes puertas marrones, vistiendo su distinguida bata de hospital y con el típico maletín oscuro de cuero en su mano.

Sonrió cuando vio a su viejo amigo y como este le sonreía de vuelta.

— Wua, cuanto tiempo sin verte —saludo Kim estrechando su manos.

— Lo mismo digo —respondio Yoongi.

— Y dime, para que soy necesario está vez? —pregunto YoungJo.

Crazy in Love ; ©YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora