Capítulo 19.

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Conejo Tramposo.

Bell había decidido pasar por la sede del Gremio el día después de los eventos en el <Hibachitei>.

Su asesora Eina Tulle, y el estaban sentados en una de las salas de consulta del Gremio mientras el peliblanco la ponía al día y hablában de cómo proceder de ahora en adelante.

Entonces, ¿Te has recuperado completamente?-- hablo Eina con evidente preocupación.

Sí, me siento muy bien--contestó Bell con simpleza.

¿Sabes lo preocupada que estaba? Casi me da un infarto cuando escuche que no habías regresado del Calabozo-- hablo Eina a modo de regaño.

Lo siento-- hablo Bell mientras agachaba su cabeza.

Pero estoy dispuesta a perdonarte. Regresaste en una sola pieza, después de todo-- hablo Eina con una pequeña sonrisa.

La hermosa sonrisa de la semi-elfa sin duda cautivo al joven aventurero.

No puedo agradecerte lo suficiente por la Lana de Salamandra. Nos salvó la vida-- habló Bell con una pequeña sonrisa.

Eina nuevamente sonrió suavemente, con sus ojos medio cerrados.

Ambos se sentaron a ambos lados de la mesa en silencio, mirándose el uno al otro durante unos momentos.

Eina tosió ligeramente. La atmósfera entre ellos era un poco incómoda.

Volviendo al asunto en cuestión, Bell-kun… Estrictamente hablando, no estoy autorizada para pedir información, pero, ¿Fue muy peligroso?-- preguntó Eina.

Bell simplemente dio un asentamiento.

No tuvo que decir nada más para que se diera cuenta de lo que estaba hablando.

Sólo podía ser la aparición del <Irregular> el Goliat en la Zona Segura. El Gremio estaba haciendo todo lo posible para mantener el incidente en la oscuridad, incluyendo prohibirle a sus empleados investigar por si mismos. Así que en lugar de hablar de la causa, Eina solamente pregunto sobre si fue o no peligroso.

Ya veo-- habló Eina con evidente preocupación.

Bell vio un destello en Eina mientras se ajustaba sus gafas sentia como si sus ojos verde esmeralda miraran justo a través de el.

Me gustaría ofrecerte la mayor asistencia posible de aquí en adelante. Para empezar, aumentare el alcance y la profundidad de nuestras sesiones de estudio-- habló Eina seriamente.

Bell inmediatamente no pudo evitar tragar duro.

Fui una tonta por no informarte sobre los monstruos que nacen en lo profundo de los Pisos Intermedios y la Zona Segura, ya que asumí que no había ninguna posibilidad de que pudieras llegar tan lejos. Fue mi culpa el hecho de que no estabas preparado. No dejare que eso pase de nuevo. Se ha hecho evidente después de este incidente que es imposible predecir lo que podrías encontrar, y donde… Sí, me asegurare de que estés listo para todo lo que el Calabozo pueda lanzarte-- hablo Eina con total seguridad.

Bell trato duro ante la mirada de Eina. La semi-elfa le había estado dando lo que ella llamaba lecciones personales (mas como intensas sesiones informativas) desde el día en que este se registro en el Gremio y fue asignada como su asesora. El Gremio no le exigía hacer nada de eso, así que era idea suya.

Las horas que pasó estudiando y los regaños al cometer errores mínimos aún aterraban a Bell, pero aún así. Gracias a esas lecciones, el aún estaba vivo y había sobrevivido tanto tiempo sin ser tomado desprevenido.

Bell. The Gamer [Pausada] Where stories live. Discover now