Capítulo 33

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Resultado.

Abriendo ligeramente los ojos, se encontró con la dura luz de las linternas de piedra mágica, aunque eran débiles, se vio obligado a cerrarlos de nuevo.

En el momento en que su mundo se oscureció una vez más, los inquietantes vestigios de la realidad regresaron.

Dio un pequeño quejido de dolor, y con su determinación volviendo a su cuerpo, obligó a sus ojos a abrirse.

¿Estás despierto?--

Una voz femenina llegó a sus oídos, sacando los últimos vestigios de duda de su ser.

Luchando contra una sensación de fatiga como ninguna otra que haya experimentado antes, Finn finalmente abrió los ojos.

Riveria... ¿Dónde estoy?-- habló el hobit rubio a duras penas.

La clínica de la <Familia Hestia>. Has estado postrado en cama desde que se rompió la maldición-- habló Riveria con total sinceridad a un casi adormecido Finn.

En cuanto a la propia Riveria, todavía tenía que cambiarse la ropa sucia.
Aceptando solo un tratamiento simple, ella desde entonces ha estado sentada aquí a su lado.

Tienes a Amid, los agudos esfuerzos de Aki y los demás para agradecerles-- habló Riviera tan seria como siempre.

El blanco puro de la habitación desinfectada golpeó los ojos de Finn como una luz deslumbrante. Dejó que su mirada viajara hacia el techo mientras esperaba que sus alrededores se enfocaran... luego rápidamente tiró de las sábanas, completamente preparado para levantarse.

Cálmate, Finn. Vuelve a dormir-- habló Riveria.

...-- Finn no respondió sólo intento con más fuerza ponerse de pie.

¿Sabes por qué estoy aquí? Por exactamente esta razón. Para evitar que salgas de esta cama-- habló Riveria con dureza.

Finn suspiro con pesadez.

Ahora, descansa. No sirve de nada que me ocultes tus verdaderas intenciones-- habló Riveria, apuntando con un dedo a la frente del hobbit y presionándolo ligeramente hacia atrás en el cómodo confinamiento de la cama.

Me disculpo-- habló Finn.

Ellos tenían demasiada historia para que él pensara que podía ocultar algo a la alto elfo.

¿La situación, entonces...?-- preguntó Finn.

Lo último que supe es que Aiz y su equipo se estaban preparando para retirarse de la Calle Daedalus. Probablemente ya han terminado eso-- habló Riviera.

Entonces... ¿Gareth y los demás?-- preguntó Finn.

Exitosamente evacuados. Y una vez que todos estuvieron afuera, todas las puertas conocidasen el laberinto estaban cerradas. No había señales de persecución por parte del enemigo-- habló Riveria.

¿Que hay de Bell?-- preguntó Finn.

Ese chico es un hueso duro de roer, vino hecho trizas, casi tan herido como tu, la chica llamada Nazza no tardo ni un segundo en ir a su lado para tratarlo, apenas Airmid libero tu maldición se fue corriendo al lado de Bell, el no tardo ni una hora en cama antes de levantarse e irse a seguir con su trabajo, aunque antes de eso, dejó a varios miembros de nuestra familia en diferentes salas, de alguna manera el los tenía guardados, en una especie de dimensión de bolsillo-- habló Riveria con una pequeña sonrisa.

Comprometido con su puesto de capitán, le enseñe bien-- habló Finn con una pequeña risa.

Bell dijo que gracias a "eso" el daño físico en nuestra persona desaparecerá fácilmente, pero no es lo mismo con las maldiciones, estas entorpecen el HR, y merman nuestra resistencia dejando nuestros cuerpo con demasiado cansancio, por lo tanto descansa-- habló Riveria.

Bell. The Gamer [Pausada] Where stories live. Discover now