Capítulo 40.

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Grave Malentendido, Parte: 1

¿¡Qué demonios está pasando ahí!?--

Un puño golpeó una mesa colocada en medio de una tienda de campaña de tela.

El puño cerrado pertenecía a un Dios. Los dependientes de Ares se encogieron ante el temor de los furiosos gritos de su líder mientras su melena dorada brillaba en la penumbra.

Justo como dije, nuestros guerreros están siendo capturados por las fuerzas de Orario. De nuestros treinta mil soldados originales, al menos diez mil están ahora en manos del enemigo--- habló un humano que respondía al nombre de Marius

¡Sé eso! ¡Lo que te estoy preguntando es por qué! ¿¡Por qué, Marius!?-- exigió Ares.

Porque los Aventureros de Orario son más fuertes que los monstruos de nuestras peores pesadillas, es por eso--habló Marius.

El humano que el Dios había llamado Marius permaneció sorprendentemente tranquilo ante la ira de Ares. Cada una de sus respuestas simples y directas estaba acompañada por un largo suspiro.

Estaban en la base principal de la <Familia Ares>.

Lejos de las batallas que tenían lugar contra la Alianza de Orario, cerca del Bosque Profundo Seoro, se estaba llevando a cabo una reunión a la que asistían los principales generales de Rakia.

Sin embargo, se había deteriorado hasta convertirse en un inútil concurso de gritos unilateral en el momento en que Ares se había enterado del horrible estado de sus fuerzas.

Teniendo en cuenta a los heridos y a nuestros aliados capturados, no hay esperanza de que las líneas de frente se mantengan firmes, y mucho menos seguir adelante. Para empeorar las cosas, los comerciantes han estado drenando nuestros fondos de guerra a la izquierda y la derecha-- habló Marius.

Esos hijos de puta… ¡MALDITO SEAS ORARIOOOOOOOOOOOOO!-- grito Ares con ira.

Ares levantó la cabeza y rugió hacia el techo de la tienda. Marius, por otro lado, dejo escapar otro largo suspiro. El resto de los generales estaban tan asustados de su Dios que sólo Marius, el mortal de más alto rango presente, podía pronunciar comentarios negativos.

El cabello color miel del humano estaba muy lejos de la brillante melena de león del Dios. Sin embargo, tenía 180 cm de alto y tenía una estructura decentemente muscular que no era demasiado gruesa o demasiado delgada. Ciertamente parecía que pertenecía a la realeza. Aún con sólo veinte años, si no estuviera cansado y al final de su ingenio, sus hermosos rasgos combinados con una armadura completa harían de este comandante militar un digno caballero en el campo de batalla.

Su orgullo como comandante había sido totalmente aplastado por repetidos fracasos en la batalla contra la Alianza, su rencor contra su Dios amenazaba con salir a la luz, empeorando el humor del segundo.
Obligándose a mantener la calma, suspiró otra vez.

Estoy seguro de que lo sabes, pero no podemos continuar esta guerra, ¿No es así? Vayamos a casa, Ares-sama. Si has aprendido la lección, por favor detén esta innecesaria invasión a Orario-- habló Marius.

¡Marius, cobarde insolente! Y tu padre, Martinus, siempre obedeció todas mis órdenes sin dudar-- habló Arss.

¡Eso es lo que le hizo ganar el sobrenombre de “Rey Estúpido" ¡Por tratar de hacer realidad todos tus caprichos, maldita sea!-- gruñó Marius con ira.

¿¡C-Cómo te atreves a hablarme de esa manera!? ¡Estoy muy cerca de revocar tu rango y desterrarte del Reino!-- habló Ares.

No tendrás que hacerlo. ¡Entregare esta posición ahora mismo! De esa manera no te importará si salgo del país y cumplo mi sueño de ser un Aventurero en Orario, ¿¡Verdad!?-- habló Marius con evidente enfado.

Bell. The Gamer [Pausada] Where stories live. Discover now