Capítulo 34

11.6K 827 313
                                    

Rakia.

La <Familia Hestia>, hace apenas cuatro meses no era nada, sólo una diosa pobre que vivía con su único dependiente en un sótano abandonado.

Actualmente era una de las Familias más fuertes de Orario.

Poseyendo un gran poder militar y económico que hacía ver en ridículo a la mayoría de las familias de Orario.

Se decía que la <Familia Hestia> era sumamente selectiva con sus miembros habían rechazado a más de cincuenta postulantes en un solo día.

No debías molestas a la pequeña diosa de esa familia a menos que quieras ser destruido.

No debías hablar mal de Hestia, no frente a un miembro de esa familia. Si lo hacías, su capitán te buscaría, te encontraría y te haría sufrir.

***

En una lujosa habitación, aún durmiendo en una gigantesca cama, se encontraba una pequeña diosa.

El sonido de una alarma lleno la habitación.

La pequeña diosa tuvo que rodar varias veces en su cama hasta poder acercarse a su cómoda para apagar la alarma.

Hestia despertó con gran pereza. Esta con gran facilidad se bajó de su cama.

A pesar de que la cama de Hestia era sumamente amplia, pudiendo acomodar cómodamente a cinco Hestia's, era relativamente baja de altura para permitir a la pequeña diosa un fácil acceso.

Hestia pudo ver por su ventana que el sol aún no había salido. Esta dio unos pequeños estiramientos antes de meterse a su baño.

Al poco tiempo y después de darse un rápido y relajante baño, Hestia salió con una toalla cubriendo su cuerpo.

Mientras tarareaba una canción, Hestia se acercó a su armario y tomó un traje, uno de los más de diez iguales que tenía.

Ella al principio, no entendía porque Hefesto, siempre usaba ropa de trabajo, teniendo dinero de sobra.

Ahora lo entendía perfectamente.

Su primer días como jefa, llevo un lujoso vestido y unos zapatos de tacón, esa fue la peor idea que había tenido nunca, sus pies terminaron con muchas ampollas y necesito de una poción de curación, para rematar ese vestía restringia su movimiento y no fue mas que una carga para sus empleados los cuales tuvieron que levantarla del piso cinco veces, definitivamente había empezado mal su travesía como jefa.

Hestia, inmediatamente pidió apoyo a su amiga Hefesto. La diosa de la herrería estuvo más que encantada de ayudar a Hestia con su pequeño gran problema.

Hestia se vistió con un traje de color negro y azul, portaba un pantalón negro de tela gruesa, una camisa de manga corta de color blanco y encima una camisa de manga larga de color blanco, siendo esta igual de tela gruesa.

Hestia igualmente se puso un par de guantes de color negro los cuales le llegaban hasta el codo, y unas botas de color negro igualmente.

Pará sus ajetreados días de trabajo, esta era la ropa más práctica, tal vez no la más femenina, pero si la más adecuada a sus necesidades.

Hestia tomó un bolso de color café y metió varios objetos en este, en especial varias llaves, y unos cuadernos.

La diosa salió de su habitación y camino en silencio por los pasillos.

La sede de su familia era muy grande y habían pocas personas en contraste, por lo cual siempre habían lugares con demasiado silencio.

La pequeña diosa llegó a la cocina de su familia donde sí había ruido y bastante.

Bell. The Gamer [Pausada] Where stories live. Discover now