MINSUNG❤️

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NARRADORA:

Después de tres meses les entregaron la casa, la decoración era moderna y aunque contará con tres habitaciones solo utilizaban la más grande, ellos dormían juntos mientras que el pequeño Minhee descansaba en su cuna a lado de la cama principal.

Habían pasado muchas cosas en solo tres meses...

El primer baño de Minhee fue un total desastre, fueron dominados por sus emociones, Jisung lloro demasiado y Minho se cayo tres veces por todo el agua que habían tirado.

Cuando le quitaron la férula a Jisung sintió la gloria, andaba de aquí para allá haciendo muchas cosas con su cachorro quien disfrutaba dormir todo el día.

El tiempo de descanso de Minho finalizó volviendo al trabajo.

Los sentimientos por el otro habían crecido y de muy buena forma, no pasaban más allá de los besos, ni siquiera se volvieron a duchar juntos ni cambiar frente al otro.

Respetaban demasiado el espacio personal de su compañero.

Pero Jisung quería cambiar eso.

Su omega estaba necesitado y el celo había llegado.

Tomó un supresor por la mañana para no sentirse afectado en el día pero quería algo más en la noche.

Y no se quedaría con las ganas.

Gracias a que ya tenían la habitación de Minhee lista solo tuvo que trasladar la cuna hacia allá cosa que no le costó demasiado.

Después de alimentar a Minhee el pequeñito se quedo dormido como de costumbre, lo dejo en su cuna haciendo con rapidez el aseo de la casa.

Posiblemente se arrepentiría después pero no podía evitarlo.

Cambio las sabanas de la cama por unas nuevas y limpias dejándola completamente tendida, en la mesita de noche colocó algunos cuantos condones, esparció pétalos de rosas por el suelo y colocó algunas velas con olor a vainilla en las mesas.

Cambio su vestimenta dejando su cuerpo completamente desnudo con una simple bata cubriéndolo.

Miro por la ventana a Minho bajar del auto, apago todas las luces y encendió las veladoras esperando ansioso.

¿Estaba bien lo que hacía?

¿Tuvo que haber preguntado antes?

¿Le gustara aún su cuerpo?

La espera se le hizo infinita, no podía controlarse demasiado pues el efecto del supresor se había esfumado.

-Ya llegue!- gritó Minho cerrando la puerta de la entrada con llave, dejó su abrigo mirando que no había nadie.

Subió abriendo la puerta de su habitación compartida mirando aquella hermosa escena.

Jisung llevaba una bata color crema de ceda, sus pies descalzos pisando los pétalos de aquellas rosas, la habitación siendo iluminada únicamente con las velas y las lámparas que no aportaban demasiada luz de las esquinas.

-Sorpresa...- Jisung sentía que iba a llorar, no lo podía soportar más, estaba muy sentimental.

Minho sonrío acercándose lentamente a él apreciando su belleza. Tomó su cintura pegándolo a su cuerpo haciendo que la bata se levantará un poco dejando ver cada vez más sus muslos.