Capítulo 18

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¿Me dolía?, demasiado la verdad. Nunca pensé qué el estuviera con otra mientras yo estaba luchando por volver con el. No podía creerlo o simplemente mi corazón no quería creerlo. Cuándo mi hermano me dijo qué ella era su prometida simplemente mi mundo cayó, ¿por qué todo me pasaba a mi?. Definitivamente el amor no estaba creado para mi. Primero Raguel y ahora Mikael, simplemente la palabra 'amor' no era para mi.

—¿Kaia?.—me levante apresurada al escuchar la voz de Dianthe detrás de mi.

—Dianthe.—ella se sentó a mi lado y miro al cielo.

—así es cómo te ves.—me miro y yo asentí suavemente mientras sonreía.—qué hermosa te ves.

—gracias Dianthe, tu también eres hermosa.—ella sonrió.

—¿puedo verlas?.—me dijo señalando mis alas.—nunca he visto un ángel.

Sin pedirlo dos veces extendí mis alas dejándole verlas abiertas completamente. Sus ojos brillaban al ver mi alas y sus manos se extendieron hasta tocar mis alas con suavidad, gesto qué ocasionó cosquillas y yo reí.

—¿te hacen cosquillas?.—asentí.

—cuando las tocan tienden a hacerme cosquillas.—dije suavemente.

—son realmente hermosas Kaia.—yo asentí mientras movía mis alas.

—son bastantes fuertes también.—ella levantó una ceja y yo me levante del suelo para comenzar a aletear con fuerza ocasionando que todo a mi alrededor se moviera incluso su largo cabello. Volví a colocar suavemente mis pies en el suelo y guardar mis alas.

—dios mío.—comenzó a decir Dianthe mientras se colocaba de pies a mi lado.—no es por nada pero ahora entiendo porque tienes loco a mi hermano.—después de decir aquello ella colocó sus labios en una línea como si se arrepintiera de lo que había dicho y yo simplemente trague en seco dejando qué mi corazón siguiera rompiéndose.—lo siento.

—esta bien.—dije mientras me acercaba a tomar sus manos.

—Kaia el me pidió algo.—levante una ceja sin entender pero noté cierta tristeza en su voz y sabía que no era nada bueno lo qué me diría.

—¿qué te pidió?.—noté cómo sus ojos se aguaron.

—sabes qué para mi eres muy especial pero no quiero qué nada te pase ni a ti ni a él Kaia.—asentí suavemente y la abrase.

—dime lo que sea.—dije tratando de aguantar el nudo qué se formaba en mi garganta.

—me pidió qué te marcharas Kaia.—me separé de ella y asentí.—Mikael no quiere verte cerca de la manada pero yo no quiero que te vayas.

—esta bien Dianthe.—acaricié suavemente su mejilla limpiando la lagrima qué caía por ella.—lo entiendo y entiendo a todos. Yo no pertenezco aquí.

—no Kaia.—ella negó con rapidez.—si perteneces aquí y si te hubiera protegido hace un año nada de esto hubiera pasado y ambos serían felices.

—no es tu culpa lo qué pasó.—reí suavemente tragando en seco para no llorar.—fue mi culpa por ser curiosa pero lo importante es qué todos están bien y yo pude regresar a mi mundo nuevamente. Solo vine a ver qué todos estaban bien pero debo regresar.—Dianthe me abrazo.—sólo vine por una misión pero debo irme, se que todos están bien y yo estaré bien.

—regresa más a menudo.—asentí.

—hasta luego Dianthe.—sonreí mientras extendí mis alas.—despídeme de mi hermano y de todos.

Ella asintió y yo con todo el dolor de mi alma comencé a volar de vuelta a casa, a mi verdadera casa. Entonces recordé aquellas palabras qué un día Tessa me dijo 'Lo tuyo con el no tiene ningún tipo de futuro. Tu te quedarás aquí y el está allá abajo.' 'Despierta Kaia'. Y tiene toda la razón, Mikael y yo no somos del mismo mundo y ambos somos totalmente diferentes. El rehizo su vida y yo debo hacer la mía una vez más.

KAIA.[✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora