Para que no quedemos en el olvido.

Compañía.

La mañana llegó quemando los párpados atascados de arena, atravesando por las ligeras piezas de tela que cubrían los armatostes donde durmieron. Link bostezó y lentamente se desperezó comenzando a sentir el dolor de cabeza de quien ha bebido mucho y está deshidratado. Zelda dormía profundamente junto a él, hecha un ovillo acalorado. Decidió despertarla para poder refrescarse en el oasis antes que cualquier otra cosa, después de todo, el regreso sería largo. 

—Hey, Zelda, vamos.— Intentó moverla pero no respondió, se acurrucó aún más. 

Con un suspiro, decidió dejarla descansar un poco más y se puso manos a la obra. En el oasis dormitaban los dos Zora, que se encontraban sumergidos por completo en el agua. Link se acercó y se lavó el rostro con cuidado, en poco tiempo subiría el sol y el calor sería excesivo. 

—Buenos días eh...— soltó Riju, acercándose a lavarse el rostro también.— No puedo creer el dolor de cabeza que da esa bebida... Pero valió la pena.— rió.

—No voy a contradecirla, su alteza.— rió Link de vuelta. 

—¿Y Zelda?

—Sigue durmiendo, creo que todo el show anoche le afectó más de lo que pensaba. Lloró dormida un par de veces, pero está bien. Creo que Genna le caerá bien. 

—Genna...—Riju se quedó pensando por un minuto, como si tratase de alcanzar una idea que estaba oculta detrás de ella.— Cierto, le prometiste a mi gente que lo entrenarías, y también tiene que ir a la escuela. ¿Cuál es el plan héroe de Hyrule?—

—Hmmm... Bueno, seguirá viviendo aquí, eso es un hecho, pero tendrá que acompañarnos un tiempo para que pueda entrenarlo. Además, creo que Zelda y yo podríamos ocupar un poco de ayuda en nuestro viaje a las montañas, cuando terminemos aquí hemos prometido ir a un baile en el reino Zora y después iremos a hacerle revisiones a Vah Rudania. —

—¿¡El  baile?! ¡Yo también iré! Será super divertido, creo que podríamos organizar una caravana y llegar todos juntos. Es en la siguiente luna llena, ¿Verdad?—

—Ah, sí. Creo que si terminamos con las revisiones a Vah Naboris el día de hoy podemos tomarnos un tiempo para entrenar a Genna y luego tomar camino a la Región Zora. Supongo que Sidon y Percy se adelantarán... Esos dos tienen mucho que hablar antes de que llegue el gran día.— sonrió Link. 

—Ya lo creo, jamás había visto a dos personas tener esa tensión entre ellos y no decirse nada. Lástima que no podamos verlo, tendrán una interesante interacción en su camino a la Región Zora.—

Al ir despertando el resto de los habitantes de la Ciudadela, el calor del día comenzaba a subir y las caravanas comenzaban a levantarse en dirección de vuelta a su reinado. Conforme terminaban los preparativos y acomodaban todo, Genna miraba en dirección a su hogar, parecía disfrutar del desierto. 

—Héroe... ¿No te parece fascinante? Estas tierras, todo, es un mundo increíble en el que vivimos. Lo he pensado, y he leído antes sobre... Ya sabes, mi antepasado... Existe un libro llamado "El testimonio del Rey Demonio", popular entre las leyendas Gerudo, que habla sobre cómo fue la vida del rey de los ladrones y por qué hizo lo que hizo. Recuerdo mucho un pasaje que decía que él añoraba y deseaba el paisaje Hyliano, que el desierto era hostil con él, el calor abrasador por las mañanas y el frío gélido por las noches le disgustaban, deseaba vivir en un lugar hermoso como Hyrule. Pero, ¿Sabes? Yo no siento eso.— volteó a ver a Link con una sonrisa, quien estaba parado detrás suyo en completo silencio, escuchando el discurso del joven Gerudo.— Lo único que siento por este desierto es una intensa maravilla, al mirar la delgada arena no siento más que orgullo de haber nacido aquí, aún si todo el pueblo me tiene miedo.—