𝟱𝟰𝟮 𝘾.𝙍.𝙊

01 Intro

Házmelo otra vez, házmelo otra vez
Lo quiero otra vez, házmelo otra vez
Lo quiero otra vez, lo quiero otra vez

Trato de escaparme, pero aquí nadie me oye
Siento que estoy loco, estoy escuchando voces
Siempre salgo después de las dos
Siempre salgo después de las dos

Narra Tomás.

otra noche en mi habitación.

las voces de mi cabeza no dejaban de atormentar y no podía salir, nadie podía sacarme tampoco.

me sentia incapaz de todo, incapaz de estar solo pero tambien de estar acompañado, incapaz de mejorar.

revolie lo que quedaba de la botella por la ventana, sabía que caería en el patio de la vecina pero me importó poco, al final nunca me decía nada.

me acosté en mi cama, pero las voces se hicieron mas fuertes y menos soportables.

me fui a la silla y tiré mi cabeza para atrás mientras la droga en mi sistema ayudaba a aliviar mi dolor, o eso creía.

me tiré en el piso, desórdene mi habitación que peor que el desorden de mi cabeza no era y me acosté en el piso mirando el techo.

golpeé mi cabeza, gire en el piso unas cuantas veces para marearme y miré las dos lineas hechas encima de mi mesita de luz.

me acerqué entre tambaleos y agarrándome de lo que podía.

caí al piso, me quejé ya que me raspe la cara contra la punta de la cama y me golpeé de nuevo.

me levanté por segunda vez, miré las lineas pero al llegar volví a pensar en la cara de decepción que H llevaba hace unos cuantos días.

o a decir verdad creo que ya eran meses.

miré mi reflejo en la pantalla de mi celular el cual estaba al lado de las lineas y vi toda la transpiración que llevaba mi cara y como sangraba mi mejilla.

me quejé por dentro por estar tan arruinado.

quise dejar de mirarme así que encendí la pantalla de mi celular para ver la hora.

2:34 AM.

miré la noche, concentrándome un poco en la luna que iluminaba las calles y un poco más en el clima.

pensé que tan mala idea sería bajar por la ventana pero supe que si lo haría me mataba, asi que solo me quede unos minutos mirando la altura que me separaba del piso.

a los minutos salí de mi casa como pude, el frío me invadió y me quejé ante eso, pero no podía estar adentro, no esta noche.

caminé entre las calles, realmente no tenía rumbo definido, simplemente quería no pensar.

no se cuanto caminé pero se que fue lo suficiente para llegar a las vías abandonadas de algún tren, donde a algunos metros habia un vagón abandonado.

senti paz por encontrar un lugar así y me metí al vagón, investigue si había alguien pero no, no mas que un perro blanco que estaba durmiendo y ni me miró.

pero es que últimamente nadie me miraba y yo solo me perdía.