18 Revuelvelo

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Chico chico
pide drogas, trae tragos después me lo mueve
quien dispara, perra mala quiere darme nieve
ella es grande pero sabe como lo hace el nene
antes de tocar mi cara te vacía la 9

Narra Tomás.

miraba mis ojos mientras las luces de colores del lugar alteraban mi visión, pero a ella nunca la iba a perder de vista.

sabía que había notado mi presencia cerca de su cuerpo, movía sus caderas lento y me dejaba delirando con mi vaso de alcohol en mano.

me miró de reojo, sonrió y se siguió moviendo, sabía también que me quería provocar y lo estaba logrando.

decidí acercarme a su cuerpo y pasé mis manos por su abdomen atrayendo su cuerpo para que se pegue a mi.

se movía contra mi entrepierna y me estaba volviendo completamente loco.

- Reina. - sonreí de lado y agarré su cara para que de media vuelta y me bese.

- ¿Reina?. - susurró con una pequeña sonrisa.

la miré a los ojos sin contestar nada y tomé un trago de cerveza.

- Que raro vos en un boliche. - rió.

- Odio estos lugares. - confesé.

- ¿Y entonces que haces por acá?. - me miró divertida.

- Mis amigos me obligaron. - reí. - ¿Vos? ¿Andas vendiendo?. - susurré.

asintió con una sonrisa de lado y me quedé en silencio.

- ¿Tomaste algo?. - hablé al sentir que sus ojos estaban medios idos.

- Nada.

rodeó mi cuello con sus manos y me atrajo a ella para besarme.

- Segui moviendolo. - apreté su culo y rió.

se mordió levemente el labio y quedó de espaldas a mi moviéndose al ritmo de la música.

lo más interesante de todo es que me bailaba solo a mi y eso me estaba volviendo loco.

- Me estás volviendo loco. - confesé acercándome nuevamente y sonrió.

- Acompáñame afuera. - pidió agarrando mi mano, miré atrás por las dudas y divisé a H levantando sus manos en modo de festejo.

reí y seguí los pasos torpes de Eider.

llegamos afuera y miré su cara, estaba algo palida.

- ¿Estás bien?. - acaricié su cara y me miró algo perdida.

- Voy a... - no terminó de hablar que se separó de mi y se apoyó contra la pared vomitando.

acaricié su espalda hasta que dejara de vomitar.

- ¿Consumiste?. - pregunté de alguna forma algo enojado.

- Perdón. - logró decir mientras trataba de recomponerse.

- A mi no me tenés que pedir perdón, te vas a hacer mal vos sola. - me alejé un poco.

- Vos también sos adicto Tomás. - me recriminó. - No te hagas el antidroga por estar tres días sin nada en el cuerpo. - se acercó a mi. - Al mes vas a dar lo qué sea por una pastilla.

- Eider no estamos hablando de mi. - la miré.

- Déjame arruinarme sola Tomás. - habló enojada. - No hay nada para mi fuera de esto.

- Te quiero Eider, no voy a dejar que te hundas.

negó mirando para otro lado y yo seguí su mirada por curiosidad.

alguien venía caminando, se notaba muy enojado y divisé algo en su mano.

- Eider ponete atrás mío. - ordené.

- ¿Por que?. - me miró sin moverse.

- Eider movete ya. - empujé su cuerpo detrás del mío y reconocí al hombre que se acercaba.

con el que habíamos peleado en el bar.

- A vos te estaba buscando wachin. - la primer piña fue directo a mi nariz, dejándome en el piso y apuntandome con un arma.

en ese momento me odié por no salir armado, pero esto ya no era el barrio.

- Quedate quieto. - ordenó cuando intenté pararme. - ¿Vos andas en la misma que esta pendeja?. - señaló con el arma a Eider y volvió a apuntarme a mi.

- ¿Que te pasa gil?. - lo quise patear pero le sacó el seguro a el arma.

vi a alguien salir del boliche y escuché un tiro, cerré los ojos, un grito y mi oído produjo un sonido agudo.

cuando cesó miré a mis costados asustados, busqué a Eider y se encontraba apoyada en la pared y llorando, mire adelante mío y el hombre se retorcía por una bala en su hombro.

- Cenfe, Cenfe. - me llamó una sombra delante mío y al poder distinguirlo era H.

- ¿Que hiciste Lucas?. - lo miré.

- Hay que irnos ahora. - me apuró y me ayudó a levantarme. - Dale que van a llamar a la policía boludo. - miré a Eider y me acerqué.

- Eider vamos. - me acerqué a su cuerpo y ella lloraba sin control. - Reina mirame, soy yo. - hice que me mire y se tranquilizó un poco. - Vamos a un lugar mas tranquilo reina, arriba.

la levanté y comenzamos a correr detrás de H, Eider tomaba mi mano y a los minutos logramos alejarnos bastante del boliche.

𝟱𝟰𝟮 𝘾.𝙍.𝙊Where stories live. Discover now