04 Después de las doce

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Pensando en tus piernas, mujer
Y en esa mierda que me invadía por dentro
Chica, me falta el aliento
Chica, que yo no no estoy bien

Y después de las doce
Salgo con mis chicos a ver en qué parte podrías estar
La siento en el mal, la veo en el bar

Narra Tomás.

suspiré porque la noche que vi a esa chica desconocida algo de mi quiso volver a verla.

quizas porque no hizo preguntas y se mantuvo en silencio mientras acariciabamos a Blanco y en toda la noche no hicimos más que mirar.

H entró a mi habitación y suspiré al recibir la luz que el prendió de mi cuarto.

- Necesitas salir. - sonó como una orden y me quejé.

si el supiera que yo salía.

- ¿Como entraste?. - lo miré y su presencia tan autoritaria como siempre pero tan comprensiva me dio escalofríos.

- Tengo una copia imbecil. - me sacó las frazadas. - Desde esa vez. - recordó.

- Ah. - lo miré.

- ¿Que estás esperando?. - levantó las cejas. - Levantate y métete a la ducha. - me empujó cuando me senté en la cama. - Arreglamos para ir al bar con Mauro y Seba, ya que los boliches mucho no te copan.

- Ya les dije que no se preocupen por mi. - rodé los ojos entrando al baño y pensé en Blanco.

también pensé en la chica, pero sabía que nunca más la vería y esa noche fue una casualidad.

me bañé rapido, el agua salía completamente fría y me rendí al regularla y ver que no calentaba asi que me bañé así.

salí muerto de frío y me envolvi en la toalla.

- No pagaste el agua. - dijo cuando me vio literalmente blanco. - Sos un pajero. - rodó los ojos y arregló mi cuarto tratando de ordenar lo mejor posible.

iba por mi habitación con un tacho de basura y levantaba las cosas tiradas.

- Pareces mi mamá. - me quejé mientras abrochaba mi pantalón y buscaba una remera.

- Vos pareces mi hijo. - contestó riendo y terminó de ordenar lo mejor posible. - Mantene el orden pajero. - me pegó y mientras me ponía perfume el veía las fotos de mi pared.

- Tendrías que sacarlas. - señaló una en especial y negué sin mirar. - Te hace mal.

- Nada me hace tan mal como lo que me hago yo mismo. - sonreí.

el solo me miro, con pena como siempre.

salimos de mi casa, miré por casualidad la casa de nuestra vecina y solo tenía una luz prendida, como siempre.

- ¿Que hora es?. - pregunté.

- Casi la una.

caminamos y al tiempo estabamos en el bar, apenas llegué los dos me dedicaron miradas de preocupación y pena y eso solo me hacía enojar.

- ¿Como van con los temas?. - pregunté luego de pedir un trago en la barra.

- Bien, ayer grabé uno, pero se me van acumulando miles de temas que nunca saco. - rió. - Voy a terminar como Calamaro y su fucking Salmón.

- Ya te veo wacho. - río Sebas y yo me distraje para ver a la gente, nada especial.

también pense un poco en la chica de esa noche y en como hicimos para no hablar por tanto tiempo, quería volver a verla.

aveces perderme sin que se dieran cuenta también me gustaba

𝟱𝟰𝟮 𝘾.𝙍.𝙊Where stories live. Discover now