08 VVV

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Mucho' tratando de salvarme, yo raye el delay
Y ya raye el delay; perdí to' eso

Color y bombay
Brillo doble chain
La chupa el top ten
Chico, chica, mas pastel

Narra Tomás.

miraba el cielo mientras volvía a casa, estaba algo naranja y solo me daban ganas de llegar más rapido.

llegué a la puerta, miré a mi costado y Eider se encontraba sentada en su puerta, percibí que estaba drogada o había tomado bastante.

- Eider. - la llamé y se notaba perdida hasta que me miró y se quiso parar rapido.

sus movimientos no ayudaban a su estado y terminó cayendo encima de mi cuerpo.

- Perdón. - cerró sus ojos sintiendo mis brazos al rededor de ella.

- ¿Estas bien?. - la miré.

- No. - negó. - No quiero entrar a casa ¿dormimos juntos?. - casi rogó y quise sonreir.

me gustaba lo directa que era.

- ¿Segura?. - me permití reir un poco. - No quiero que mañana te arrepientas.

- No me voy a arrepentir. - habló con sus ojos cerrados y estirando las palabras.

acaricié un poco su pelo y suspiró ante mi tacto.

- Vamos. - agarré con más firmeza si cuerpo para que no se caiga y entramos a mi casa recibiendo miradas atentas de Blanco.

- Hola Nieve. - habló Eider y reí a lo que recibí su mirada confusa.

- Es Blanco Eider. - expliqué como si fuese una niña.

- Bueno no me hables como si fuera una bebe. - se hizo la enojada y reí, parecía una nena.

- Pareces una nena Eider. - dije para molestarla y me miró mal, sin sacarme la mirada de encima. - ¿Que?.

- Nada. - habló sin dejar de mirarme con los brazos cruzados.

- ¿Por que me mirás asi?. - levanté una ceja.

- No se, ¿te molesta?. - rió.

- Un poco. - sonreí.

- Bueno, voy a seguir mirandote. - sonrió y mordió levemente su labio aunque al darse cuenta trató de disimularlo.

- ¿Siempre sos asi?. - me quejé.

- ¿Así como?. - preguntó.

- Así, de llevar la contra en la mayoría de las cosas.

- Si. - asintió y reí negando. - Bueno, vos sos muy callado y yo no digo nada. - esta vez dejó de mirarme.

- Vamos a acostarnos. - hablé tranquilo y agarré su cuerpo para que no se caiga al comenzar a caminar. - ¿Como terminaste tan puesta?. - reí cuando se tiró en mi cama.

- No se. - rió.

- ¿Que tomaste?.

- No me acuerdo Tomás, no hagas tantas preguntas.

- Toma. - me di media vuelta a buscar una remera grande y se la tiré para que la agarre.  - Si queres podes pas... - la miré y se encontraba en ropa interior sobre mi cama mientras intentaba ponerse la remera.

- Por ahí va el brazo. - reí. - Asi Eider. - volví a hablarle como nena.

me acerqué saqué la manga de su cabeza y le puse la parte correcta sobre su cabeza, luego pasé sus brazos y cuando volví a ver su cara tenía los ojos cerrados.

- ¿Estás bien?. - pregunté.

- Tiene tu perfume. - susurró.

𝟱𝟰𝟮 𝘾.𝙍.𝙊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora