10 Alas

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Buscaban en mi corazón, no queda nada
Perdí la fe, no puedo ver, corté mis alas
Tratando de no enloquecer, tratando de no enloquecer


Narra Tomás.

- ¿Y eso?. - dijo al dejar de besarnos.

- No se. - reí. - Tenía ganas de besarte. - suspiré.

se dio media vuelta, quedando acostada boca abajo en el vagón y me miró apoyando su cabeza en sus brazos.

- ¿Que?. - reí nervioso ante su mirada.

- Sos bastante raro ¿sabes?. - dijo lo mas normal. - Me gusta.

- ¿Te gusta?. - reí confundido ¿a quien le gustaba lo raro?.

- Si, no sos como todos y tenés algo. - dijo y cerró un poco sus ojos.

- ¿Puedo volver a besarte?. - pregunté ante los segundos de silencio.

- ¿Ahora preguntas?. - rió divertida y se tiró encima de mi cuerpo.

no tardamos en volver a besarnos, era lento y sin prisa, solo disfrutábamos de nuestras bocas unidas.

- Sos muy linda Eider. - miré sus ojos claros y me perdí en ellos, como siempre que los miraba.

sonrió y miró el cielo.

- ¿Vamos yendo?. - se paró y me estiró su mano para ayudar a levantarme.

me levanté pero no solté su mano y volvimos caminando hasta nuestras casas.

- ¿Como se adapta Blanco?. - preguntó mientras caminabamos.

- Por suerte bien, es re tranquilo.

- Es parecido a vos. - rió y asentí mirando el camino.

- ¿Vivis sola?. - pregunté.

- Si. - asintio y miles de preguntas más me vinieron a la mente.

- ¿Tu familia?.

- En otro lugar. - sonrió y cuando vio que iba a volver  a preguntar puso su mano sobre mi boca. - Muchas preguntas Tomás. - sonrió divertida y me besó.

pasé mis manos por su cadera, quería volver a dormir con ella.

- ¿Dormimos juntos?. - pregunté al llegar a la puerta de su casa.

- Dale. - sonrió. - En mi casa esta vez. - sacó las llaves de su campera y abrió la puerta.

su casa era bastante linda, toda ordenada y color blanco, creo que le gustaba bastante el blanco.

- Vamos, estoy cansada. - agarró mi mano y me guió a una habitación.

se sacó la ropa frente a mi, se puso un short de tela y una musculosa y luego me miró.

- Hoy te dejo dormir como quieras. - sonrió.

me saqué la campera y el pantalón y me quedé en boxers y una remera.

sentí su mirada en mi, traté de bajar la remera lo mas posible para no incomodarla y ella rió al darse cuenta.

- Dale veni. - se acostó y cerró sus ojos esperando que me acueste yo también.

me acerqué a la cama, me acosté junto a ella y agarró mis brazos para que la abrace.

se puso de espaldas a mi, pasé mis brazos por su cadera y dejé cierto espacio entre nosotros para no incomodarla.

- Buenas noches. - rió y se acercó a mi cuerpo para que quedemos pegados.

- Eider. - advertí.

- No hice nada. - rió.

reí y disfruté del calor de su cuerpo mientras escuchaba que su respiración se volvía mas tranquila, esa mañana si dormí.

Horas después.

me levanté por el sonido del celular de Eider, alguien la llamaba o era una alarma.

ella no se movía asi que me fijé en la mesita de luz y un contacto apareció en la pantalla.

"Mi amooor"

¿Tenía novio?.

- Eider. - moví un poco su cuerpo, mi cabeza dolía. - Te están llamando.

se levantó desorientada y me miró, su cara de dormida me dio ternura.

miró su celular y sentí como se puso nerviosa o eso captó mi mente.

- Ya me voy. - avisé levantandome de la cama y cambiandome.

- ¿No te quedas a desayunar?.

- Tengo que darle de comer a Blanco. - puse una excusa mientras el celular seguía sonando. - ¿Me abris?.

asintió, sentí que un poco decepcionada y a los minutos me encontraba en mi casa.

el día, o lo que quedaba de el, pasó tranquilo, vi una serie mientras blanco dormia a mi lado y me dediqué a descansar toda la tarde.

abrí mis ojos y divise que era de noche.

no quería ver a Eider, miles de preguntas invadían mi mente y sentía que no debía preguntar ninguna de ellas.

miré el celular y cuando creí que las cosas no podían romperse más un mensaje de Julieta invadía la pantalla.

no dudé ni dos segundos en apagarlo, miré el techo y luego de mi cajón saqué la droga que siempre guardaba cuando no tenía ganas de estar con nadie.

y volví a perderme, esta vez sin compañía, solo con la luna que me observaba desde la ventana.

𝟱𝟰𝟮 𝘾.𝙍.𝙊Where stories live. Discover now