19 Reina

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Y si pido que vuelvas
Nos perdemos en el amanecer
Solo un amanecer
Para hacer que te pierdas, reina
Agarrame o voy a caer
Y si me voy a caer
Que sea entre tus piernas

Narra Tomás.

- Bueno. - suspiró H. - ¿Seguro van a estar bien?.

nos miró cuando llegamos a la puerta de nuestras casas.

- ¿Vos vas a estar bien?. - lo miré preocupado y sonrió.

- Siempre estoy bien hermano, el gil ese no va a hablar. - nos saludó y a los minutos desaparecio entre las calles.

- Tomás. - me frenó Eider al querer abrir la puerta. - No podemos estar acá, por lo menos hoy.

- ¿Eh?. - la miré.

- El chabón, si abre la boca van a venir a buscarnos.

- Vamos a un hotel. - agarré su mano y caminamos bastante rapido entre las calles.

mis pies dolían, demasiado y los de ella suponía que también, llegamos a un hotel y por suerte nos dieron una habitación por esa noche.

subimos en el ascensor y entramos rapido mirando el lugar que habíamos alquilado.

- Es hermoso. - sonrió Eider y abrió entusiasmada las cortinas del gran ventanal, el cual nos dejaba ver el principio de un amanecer.

me acerqué a su cuerpo y besé su cuello acariciando su cadera con una de mis manos.

- Tomás. - jadeó y bajó una de sus manos hacia atras de su cuerpo, llevándola hasta mi entrepierna.

jadee al sentir como se movía y dió media vuelta sacándose el top que llevaba puesto, dejando ver sus pechos por completo.

sonrió y se arrodilló frente a mi, bajando solo mis pantalones y yo me quejé, aunque cuando senti su mano dejé de protestar.

acarició mi pene por encima de la tela mientras se mordía ligeramente el labio, hasta que lo sintió bastante duro y decidió sacarme la prenda que tanto molestaba.

comenzó a chuparlo, bajando y subiendo su cabeza, suspiré pesadamente y con mis manos la ayude con sus movimientos.

al sentirlo suficientemente duro se levantó y sonreí volviendo a besarla y sacando su pollera junto a su ropa interior.

la apoyé contra la mesa, subiendola en ella y bajé a la altura de su intimidad.

abrí sus piernas y soltó un suspiro al sentirme, llevó sus manos a mi pelo y sus gemidos no tardaron en aparecer.

tras ella estaba la ventana, dejándonos perdernos frente a un amanecer entre sus piernas.

- Tomás. - jadeó. - Te necesito.

me separé y me pare, besándola y ubicando mi miembro en su entrada.

entré en ella suavemente pero no tarde en aumentar la intensidad mientras veía su cara de placer gracias a mis embestidas.

abrió levemente su boca, agarrando mi cara para besarme mientras escuchábamos nuestros cuerpos chocar.

N/A: Perdonen q sea tan corto:(

𝟱𝟰𝟮 𝘾.𝙍.𝙊Where stories live. Discover now