25. Lucha

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–¿Lucha?– pregunté atónita casi ahogándome con el jugo.
–Si, quiero descansar un poco de basquetbol y bueno, intentar algo nuevo.– habló Archie muy concentrado en su plato de fruta.
–Bueno, probar cosas nuevas siempre es bueno.– intervino papá.
–No cuando esas cosas pueden matarte.– exclamé.
–No me matarán, enana.– respondió mi hermano.
–Te dejarán muy mal.– insistí.
–Skye, pequeña, Archie estará bien. Además le podría ayudar para la universidad.– me habló papá, miré a mi hermano quien dejaba escapar una sonrisa, bufé y me rendí.

Por fin podía llevar mi motocicleta de nuevo, como la había extrañado. Me subí en ella e hice rugir el motor, arranqué de inmediato dejando a mi padre gritando que tuviera cuidado en la puerta de la casa. Debo decir que conduje un poco más rápido de lo normal pero es que maldita sea, después de lo que se sintió como una eternidad, podía volver a tener el control. Al llegar a la escuela corrí a ver a los chicos de las serpientes, quienes estaban en la sala de estudiantes, agité mis llaves frente a ellos y todos juntos festejamos.

–¡Tendremos una celebración esta noche!– exclamó Fangs del otro lado de la habitación.
–Yo me apunto.– grité desde el sofá viendo cómo se iba.

Además de mi vehículo de vuelta, fue un día increíblemente corriente y aburrido, aún debía ir a practicar con las animadoras y no me sentía del todo bien.

El clima estaba algo frío y Cheryl no nos dejaba usar pants, decía que debíamos prepararnos psicológicamente por si el día del juego había el mismo clima. Además de que ya habíamos caído terriblemente al suelo unas cuatro veces, que me aventaran al aire no ayudaba a nada más que a mi estómago dando más y más vueltas. Estaba exhausta y todavía debía ir a cubrir el día de San Pickens, pues debía tomar las fotografías para el azul y oro ya que Jughead iba a participar en el movimiento contra la nueva alcaldesa, la señora Lodge.

Íbamos de camino a los vestidores, Cheryl iba delante de mí y sin voltear a verme me preguntó si me encontraba bien, cuando le contesté, ella paró en seco y volteó golpeándome con su cabello al momento.

–Puedo ayudarte con eso.– habló aunque ya le había dicho que estaba bien. Me llevó corriendo de la mano a su casillero para que fuéramos las únicas en los vestidores. Sacó un pequeño bote anaranjado, con lo que evidentemente eran pastillas, del fondo de su locker y me lo extendió. –Una en la mañana y otra en la tarde, te sentirás de maravilla.– sonrió y levantó los hombros, volteó de nuevo y cerró su casillero de un portazo. Estaba por irse, pero giró la cabeza y dijo algo más —Dos antes del partido.—
Me quedé muy confundida, estaba intentando procesar todo lo que acababa de pasar, aún ni siquiera había podido ver la etiqueta de la pastillas cuando las demás chicas llegaron y tuve que esconderlas.

Estaba por salir a la alcaldía, la cabeza estaba matándome y mi estomago se sentía muy extraño, entonces recordé que tenía las pastillas que me había dado Cheryl en mi bolsillo, las saqué e investigué acerca del nombre.
Loperamida- fármaco efectivo contra gastroenteritis o enfermedad inflamatoria intestinal.
No estaba segura si tenía esos síntomas, pero el estómago si me dolía, así que supuse que se trataba de algo que había comido, me pudo haber hecho mal. Tomé una y después de pensarlo por un segundo, tomé otra. Encendió el motor y me fui.

—Es para mi un honor presentarles a la nueva alcaldesa de Riverdale.— la señora McCoy exclamó desde el podium, dándole la bienvenida a la señora Lodge. Yo estaba en posición, me sentía muy energizada y lista para el movimiento, tenía la cámara preparada y entonces pude ver la señal. Rápidamente me moví un poco enfocando la cara de Hermione y algunas otras más a su lado, más específicamente la de su esposo. Era de vital importancia capturarlos y sus reacciones inmediatas a lo que estaba por venir. El micrófono desafinó y todos se molestaron un poco, después la nueva alcaldesa, se dispuso a hablar y el volumen de las bocinas era increíblemente alto, todos se sintieron un poco irritados pero nadie se fue. Jughead hizo la entrada triunfal seguido de todos los demás involucrados, las reacciones de la gente fueron increíbles, se intentaba descifrar el mensaje escondido entre nuestros carteles y cinta que les tapaban la boca. Las chaquetas nos representaban y  esta ocasión habíamos hecho un par de patchers que sé fusionarían superficialmente con el visto de las serpientes para poder representar la rebelión y reprensión.
Me encargué de las tomas en todos lados y mientras los demás levantaban sus carteles en alto para esparcir el mensaje, Toni se encargó de repartir el periódico con la crítica de Jughead acerca de la celebración del día de hoy. Gracias a lo que me había enseñado Jughead, pude conseguir muchas caras auténticas a la noticia, emociones perfectamente expresadas a través de los gestos hacia la nueva familia que nos lideraría a nuestro futuro.

—Estuvieron increíbles.— exclamé llegando a verlos a todos detrás del antiguo cine.
—Hey, ven acá.— exclamó Jug, me tomó de la cintura y comenzó a dar vueltas cargándome. Al principio fue muy lindo y divertido, pero después mi estómago comenzó a dar vueltas, al igual que mi cabeza, perdí el balance y tuve que pedirle que me bajara. —¿Skye?— solamente me alejó de él pero no quito sus manos de mi cintura ni yo las mías de sus hombros. Intenté responderle que solo necesitaba un minuto pero nada salía de mi boca. —¿Linda, estás bien?— tomo mi cara entre sus manos y me hizo mirarlo, aunque no podía enfocar nada en mi campo visual. De repente me contaba trabajo respirar, mis manos temblaban y entonces todo se volvió negro.

Our New Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora