31. Al borde

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—Papá no quiero dejarte solo. ¿Qué tal si vuelve?— hablé preocupada.
—Skye, linda, estaré bien. Tu debes ir a la escuela, anda. Te veré en la cena ¿de acuerdo?— besó mi frente y casi me tuvo que empujar a la puerta. Tenía miedo de dejarlo solo, no quería que nada malo le pasara de nuevo.

Llegué a la escuela y fui a buscar a Jug al azul y oro. Cuando entré tuve el infortunio de casi chocar con Betty.
—Lo siento...— exclamó esperando a que le dijera algo. Me tomó unos segundos pero no pude evitarlo.
—¿Tienes un minuto?— hablé y ella asintió de inmediato. Saqué el archivo que había armado de su "hermano" con la información que me había dado la hermana Woodhouse junto con un par de cosas más que había encontrado en internet.
—¿Qué es esto?— preguntó al abrir la carpeta.
—Ese hombre, quien sea que es, no es tu hermano.— exclamé, su mirada fue de sorpresa y un aire de ¿felicidad?
—¿Cómo conseguiste..?— sabía a qué se refería.
—Puedo ser muy convincente.— no le revelé el soborno. Estaba de más.
Hablamos un par de minutos y no nos desviamos de la investigación, cuando terminamos me dispuse a buscar a Jughead pero ella me detuvo.
—Skye... ¿tienes algo que hacer esta tarde?— la miré y entonces me di cuenta lo mucho que la extrañaba.
—¿Pop's a las 5?— dije seria. Ella asintió emocionada y no pude evitar dejar una pequeña sonrisa escaparse de mi boca.

Tuve práctica de porristas, Cheryl nos hizo morir un par de veces pero nada que no hubiéramos hecho antes. No esperaba que me siguiera tratando como si me debiera algo, ya estábamos a mano. Fui directo a casa y cuando llegué, mi hermano ya estaba ahí, cosa que era algo rara. Me aliste para ver a Betty y me aseguré de que Archie se quedaría con papá el resto de la tarde.

—Pasaré por ti en cinco minutos, tengo una nueva pista.— habló por el teléfono y colgó.
—Lo siento, Jughead vendrá por mi dentro de poco pero fue bueno hablar contigo.— le sonreí —Te extrañé Cooper.—
—Yo a ti, Andrews.— nos despedimos con un abrazo y sentí que una carga se aligeraba en mi. Claro que aún no estábamos en los mejores términos pero hacia allá íbamos y estaba muy orgullosa de eso, pues yo nunca fui muy buena perdonando que digamos.

Jughead me llegó al dinner y conversamos pocos minutos para ponernos al corriente.
—¿Estás segura?— preguntó dudoso.
—Muy segura, Fangs y Sweet Pea lo confirmaron. Pero no creo que los Ghoulies sean responsables, sería muy mala reputación para el lugar. Woodhouse debe conseguirlas de otro lugar.— intenté pensar en algo pero mi mente estaba estancada. Jug pasó su mano por mi cabello y dejo un beso sobre mi cabeza, seguido de un susurro —Vamos— Fuimos en su motocicleta hasta el orfanato, cuando estábamos por llegar vimos que la puerta principal estaba cerrada y decidimos entrar por atrás para pasar desapercibidos pero la sorpresa fue nuestra cuando vimos al señor Lodge entrar en su auto y pasar al lado de nosotros. No pude evitar mi asombro y corrí con la hermana Woodhouse, quien estaba por entrar al edificio por una puerta muy cercana a donde había estado Hiram.
Cuando la cuestioné sobre la presciencia del hombre, ella se excusó diciendo que solo hacía un par de donaciones a la causa pero ambas sabíamos que mentía. Sin embargo todo este enredo fue parte del plan principal, pues al reunirme con Betty ella me ofreció un intercambio de información. El archivo de Charles por el archivo de La Hermanas de la Misericordia, el cual claramente acepté. No era mucha información pero era muy útil, había un par de confesiones escritas y algunas fotografías. Supe que eran del diario de Polly, aquel que Betty y yo solíamos leer cuando ella no estaba en casa, las hojas eran únicas y su letra era inconfundible. Mientras yo entretenía a Woodhouse, Jug e había escabullido a buscar Ben, quien según Jughead había investigado, estaba dispuesto a darnos una confesión sólida.

Tomó unos minutos pero después de que la mujer se agotara de excusas, se fue sin decir más. Entonces recibí un texto de mi novio con el número de habitación, me escabullí también y logré entrar.
—¿Jug?— pregunté al verlo con los brazos en el aire como diciéndole a alguien que se calmara. Abrí la puerta y vi la escena completa, Ben estaba sentado en el marco de la ventana con la mirada perdida.
—¿Ben?— hablé a un volumen muy bajo y tratando de soñar mi más calmada posible.
—Entiéndanlo, no hay nada que no puedan hacer. El rey ganó.— dijo con un tono tan pacífico e insensible que asustaba. Nos dio una ínfima sonrisa y se dejó caer por la ventana.
—¡No!— grité junto con Jug y corrimos s la ventana. El impacto del cuerpo del chico contra un auto resonó en todo el lugar antes de que pudiésemos llegar a la ventana. Ver el cuerpo me rompió el corazón, un horrible escalofrío recorrió cada centímetro de mi y me hizo sentir terriblemente débil. Me di cuenta que no estaba respirando del todo y de pronto vi como varios trabajadores de ahí salían a ver qué había pasado. 
—Vámonos.— hablé bajo, él seguía pasmado. —¡Jughead!— exclamé y lo jalé de la chamarra. Salió de sus pensamientos y me tomó de la mano para salir corriendo. Llegamos hasta la puerta trasera y salimos cuando todos se habían metido a buscar a Woodhouse, supongo. Al pasar junto al auto donde había caído Ben una lágrima se abrió paso en mi rostro. Seguimos corriendo, cuando llegamos a la motocicleta fui consciente de que mi teléfono estaba vibrando.
—VENGAN AL PUENTE DEL PUEBLO AHORA.— era un texto de Archie junto con unas cinco llamadas perdidas.

Al llegar allá vimos a un hombre al borde del puente, el sheriff Keller estaba apuntándole con una pistola igual que mi hermano. Pude ver la ira en los ojos de Archie y corrí para que bajara el arma, pero un sonido ensordecedor me detuvo.

Our New Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora