40. Se acabó

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—¿Entonces no viste nada?— preguntó el nuevo sheriff, puesto por la administración de los Lodge. Llevaba casi una hora atrapada en el auditorio porque aún no me entrevistaban. 
—Nada, cuando llamé a todos para verificar que estuvieran listos, ella estaba aquí y se veía bien.—  exclamé aún sorprendida.
—De acuerdo, te llamaré si necesitamos algo más.— me dijo y se dio la vuelta para irse.
No había visto a Jughead así que tome mi teléfono para llamarlo y saber si estaba bien, pero al ver la pantalla llena de mensajes y llamadas perdidas de Jughead, Sweet Pea, Fangs y mi hermano, el pánico se apoderó de mi.
—¿Skye?— escuché del otro lado de la línea.
—¿Archie?— dije al mismo tiempo. —¿Dónde estás? ¿Estás bien?—
—Bien... Pop's... papá... rápido... irme.— había mucho ruido de su lado y  o entendí nada de lo que dijo.
Colgó la llamada y mientras buscaba a mi padre entre todo el caos, recibí una llama de Jug.
—¿Skye?— su voz estaba alarmada.
—¿Jug, qué sucede?— pregunté asustada.
—Afuera es un desastre, Moose creyó que Fangs había...— no se atrevió a decir esa palabra.— a Mich y vino junto con los bulldogs. Las serpientes intentaron defenderse pero hay demasiados heridos, y los Ghoulies están sueltos, tienen a Archie y a otros más acorralados en Pop's.— su voz estaba agitada.
—Buscaré a mi padre, voy para allá.— mi corazón latía muy rápido.
—Te veré en el wyrm.—

Cuando al fin encontré a mi padre, supe por su mirada que ya sabía y en cuanto cruzamos miradas salimos corriendo de ahí. Al llegar al estacionamiento, una patrulla con FP y el padre de Kevin lo esperaba.
—Ve con ellos, yo debo ver a Jughead en el wyrm y arreglar esto.— me lanzo las llaves de la camioneta y ellos se fueron. Cambié la camioneta por mi motocicleta, la cual estaba en casa. No tenía tiempo que perder así que solo tome mi chaqueta de la pandilla y conduje hasta el bar con un vestido y botines de tacón, nada cómodo pero era lo que había. Tuve que hacer una parada antes en una antigua tienda de unas de las serpientes, ahí comprábamos y guardábamos normalmente nuestras armas blancas. Fui a recoger el mío, y me puse una liga donde guardaba un par de cuchillos en los muslos, escondidos bajo mi vestido y una pequeña navaja que guarde en mi chaqueta. Cuando estaba por ir al bar, recibí una llamada de mi hermano.
—¿Jughead?— pregunte instintivamente.
—No, soy yo.— era mi hermano, se escuchaba agotado pero me alegró oír su voz.
—¡Arch! Estás bien.— solté un suspiro. —¿Y papá?—
—También esta bien, estamos en casa. A salvo al fin.— su tono era muy calmado, hace mucho que no lo escuchaba así.
—¿Está todo bien?— comenzaba a asustarme.
—Si, todo bien. ¿Ya vienes?— preguntó mi hermano.
—Solo debo encontrar a Jughead, no sé dónde está.— avisé.
—Acabó de ver a FP, seguro estará con él. Pero ey, debes volver ahora, hay algo que debes saber.— habló y entonces me dirigí de vuelta a casa. Agradecí que no estaba muy lejos así que llegaría a casa en cuestión de minutos. Al llegar a la calle, me crucé con una patrulla y al ver por la ventana trasera casi pierdo el equilibrio. El padre de Berta estaba ahí. Dirigí la mirada hacia mi casa, Betty y Archie estaban en la calle.

—Era él... Mi padre era el Blackhood— exclamó Betty cuando al fin estuve con ellos.
—Dios, yo... no sé qué decir.— hablé sorprendida. Tenía una mezcla de emociones que no me hacían sentir nada bien. Mi teléfono sonó iluminado en la pantalla el nombre de Jughead.
—Juggie.— respondí con el mismo tono que había usado Archie en nuestra llamada.
—Hola, linda.— su voz tenía el mismo tono.
—Ah, que bueno que llamas. Estuve buscándote. ¿Estás bien? — pregunté preocupada.
—Me alegra que respondieras. Solo llamaba para decirte que te amo más que a nada en este mundo y eres lo mejor que pude haber deseado. Cada día me pregunto como es que una mujer tan maravillosa como tu esta con alguien como yo pero tu amor y tu cariño me hacen ver la realidad desde tus ojos. Te amo, Skye. Eres mi sueño más grande.— melancolía, era eso. Su voz estaba llena de melancolía y no estaba segura si era algo bueno.
—También te amo, Juggie. Más que a cualquier otra cosa, eres lo mejor que me ha pasado y siempre lo serás. Tienes mi corazón entero. ¿Dónde estás? Necesito verte.— respondí tratando de sonar lo más casual posible en cuanto a la pregunta, todo lo demás era pura verdad.
—Nos veremos pronto, princesa. Te amo.— dijo finalmente y colgó. Nada de esto se escuchaba bien, y aunque me encantaba que me dijera lo mucho que me amaba, no así. Llamé a FP refundándole si sabía dónde estaba y me dijo que estaba en el trailer, pero al comentarle lo que había dicho por teléfono me dijo que fuera a buscarlo a Sunny side.

La preocupación me carcomía y todo el cuerpo me temblaba. No dejaba de pensar en Penny, los Ghoulies, Hiram Lodge y cualquier otra persona que podría hacerle daño a mi chico.

Llegué al parque  de remolques y lo busqué por todas partes pero no había señales de él. El tono de llamada de mi teléfono me hizo helarme por dentro.
—Ven rápido, está en el deshuesadero de los Ghoulies.— era Sweet Pea. Al escuchar la última palabra supe que no podía ser nada bueno. Conduje tan rápido como nunca, aún seguía temblando sin parar y en cuanto llegue al lugar, vi a Tony, Cheryl, Archie, Betty, Sweet Pea y a los demás chicos. —¿Dónde está?— lo buscaba frenéticamente. Hasta que vi una sombra surgir de los árboles. Caminé hacia esa dirección creyendo que era él, pero en cuanto vi la escena sentí como un golpe seco en el estómago. FP cargaba en sus brazos a Juggie, mi Juggie, quien estaba deshecho. Tenía sangre por todos lados y estaba inconsciente, su brazo estaba colgando entonces no fue difícil ver que su tatuaje ya no estaba. El horror me inundó y las lágrimas cayeron cual cascada.

Él lo había planeado, por eso la llamada. Por eso el misterio. Ahora todo tenía sentido y a la vez nada. Me acerqué y me di cuenta que mientras más cerca estaba, más terrible se veían sus heridas, tomé su mano y no hubo respuesta. Miré a FP temerosa y toqué la muñeca de Juggie buscando su pulso, presioné fuerte y pude sentir mi corazón rompiéndose al no sentir los latidos del suyo.

Our New Mystery || Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora