At the beginning (Especial 1K lecturas)

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Disclamer: Ni Marvel, ni Disney, ni Anastasia el musical me pertenecen. Solo la historia y los personajes que no reconozcan.

(Este es un AU donde no pasaron ni Civil War, ni Infinity War ni Endgame y Bucky no mató a los Stark).

Diálogos en cursiva son flashback y en negritas son diálogos en ruso.

NOTA: ESTE NO ES UN CAPITULO, ES UN FLASHBACK ESPECIAL PARA CELEBRAR 1000 LECTURAS.

El sol se ponía sobre San Petersburgo y Natalia veía embelesada como todo se cubría de colores rojizos. Nunca había visto nada tan bello en Siberia. Definitivamente haber huido con James era lo mejor que pudo pasarle. No, James era, en realidad lo mejor que le había pasado. Con él su vida ya no era tan miserable. Ahora Natalia Alianovna Romanova conocía la paz y otras sensaciones nuevas. A pesar de no estar muy convencida de escapar, ahora no dudaba qué renunciar al manto de la Viuda Negra era lo mejor que le pudo haber pasado en la vida. Dejar la KGB la había llenado solo de recompensas, como la de la vida que se gestaba ahora en su abultado vientre y le daba pequeñas patadas de vez en cuando, sobre todo cuando su padre no estaba para tranquilizarlo.

Cálmate, mi ángel ... — susurró a su vientre hinchado — Tu padre vendrá pronto, solo ha ido a comprar víveres.

La jovencita se sentía muy ansiosa ante los cambios que estaba sufriendo su cuerpo, a pesar de que Yasha se encargaba de recordarle una y otra vez que eso era natural y que él solo la amaba más al verla llenarse de vida con el hijo que esperaban dentro de ella. Una parte de Natalia quería que todo eso acabara pronto y poder conocer al bebé, del cual desconocían el sexo porque no habían tenido la oportunidad de acudir a muchas citas médicas. Natalia solo había recibido atención médica cuando era necesario, pues no quería exponer de más sus nuevas identidades.

— ¿Me buscaban? — la voz de su Yasha llenó todo el apartamento y Natalia avanzó hacia él para abrazarlo por el cuello.

A pesar de que habían sido solo unas horas, lo había extrañado. No sabía que era amar hasta que el soldado del invierno llegó a su vida, y quería absorber esa sensación todo el tiempo. Quería sentirse siempre amada y ser libre de declarar sus sentimientos sin pensar lo que era una debilidad o lo que podían hacerle en la Sala Roja.

— El bebé no se deja de mover cuando no estás aquí — James colocó su mano en el vientre de Natalia, viendo divertido como la pelirroja hacía un puchero, arrugando la nariz y las cejas, viéndose aún más joven — Y yo también te extrañé.

James llevó sus labios a los de Natalia y la besó con ternura. Trataba a su joven esposa como a una muñeca rusa de porcelana, que podía romperse a la menor provocación. James Buchanan Barnes sabía que era una mujer fuerte y valiente, capaz de romperle el cuello a más de un hombre a la vez. Y sin embargo, él solo quería protegerla. Quería darle la vida que nunca había tenido. La vida que se merecía. Para él, su Nateshka se merecía el mundo. Y más ahora que cargaba al hijo de ambos en su vientre. Para James era surreal que apenas un año antes era un espía programado para matar y obedecer, mientras que ella era solo una de las muchas estudiantes de la Sala Roja y ahora eran marido y mujer. Habían aprendido a amarse y a librarse juntos de las cadenas que los ataban. No podía dejar de vivir con miedo y paranoia, pero estaba tratando de disfrutar todo a través de Natasha y de su forma de sorprenderse ante la vida nueva que tenía.

— ¿Yasha? — la voz de Natalia lo regresó a la realidad — ¿En qué piensas, mi corazón?

— Pienso en todas las historias divertidas que le contaremos a nuestro krolik— James rió, atrayendo a su pelirroja a él.

Anastasya // BUCKYNAT/WINTERWIDOWWhere stories live. Discover now