capitulo VI

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Se sentía tan inquieto al ver al pequeño regalo rodeado de más machos,no sabía como explicar los sentimientos que le invadían y solo se decía que era su instinto que se había alzado como un tormenta, inexplicable e imparable. Se decía a sí mismo que eso era solo curiosidad al ser la primera vez que ve a un macho tan pequeño y delicado, tan parecido y a la vez tan distinto de los de su especie. Aquel pequeño sin saberlo había despertado en si algo que lucho para esconderlo desde el momento que fue libre, su salvajismo.

Y ahí se encontraba, quieto, sin dar un solo paso y sin despegar su mirada de esos hermosos y pequeños orbes plateados que miraba todo con curiosidad y a la vez miedo. Su mirada no se detuvo solo en sus ojos sino que bajo y subió observando cada detalle de su cuerpo el cual no se podía apreciar bien por aquella ropa tan holgada que llevaba. ¿Que le pasaba?, algo había nublado su juicio causando que actuase sin pensar. No le gustaba nada eso, no tener control sobre su cuerpo y mente y ahora que ya estaba un poco más tranquilo la furia lo invadió por no haberse controlado. Dio un paso en dirección a la multitud que rodeaba a ambos regalo, la pequeña hembra que se posaba protectoramente al igual que los demás machos delante del pequeño ser que lo había cautivado, pero no pudo acercarse más de un paso al mirarse a si mismo, estaba cubierto de sangre de los humanos que acababa de matar y solo de pensar que aquel pequeño se sintiese asqueado de el lo inquietaba. Necesitaba refrescarse y pensando en eso giro en dirección contraria empezó a alejarse.

- A donde vas- se interpuso en su caminar Tiger. No se encontraba con ánimos para entablar una conversación con el macho y esquivandole siguió su camino.
- al rio- dicho esto continuó sin voltear, no quería preocupar a su amigo y hacerlo creer que estaba inestable. Solo el pensar en la charla que Justince le daría a la vuelta de la misión por su acto anterior le daba dolor de cabeza causando que acelerace el paso y se sambullece en el río sin pensar en nada más.

Aquel momento frío y oscuro logro tranquilizarlo lo suficiente coma para pensar en sus actos anteriores y como lo esperaba no encontraba respuesta. Habia visto a algunos de sus amigos comportarse de forma irracional e inesperada cuando se trataba de sus compañeras pero el no tenía una para justificarse. Cogiendo un gran bocado de aire salió a la superficie para ver que el sol ya se estaba poniendo. Lo mejor sería que se mantuviese alejado de todo un tiempo, era lo más razonable y sensato. Volvería a la zona salvaje y se perdería entre los grandes árboles y la naturaleza.

No debía de seguir sorprendiendo de lo grandes y fuertes que eran los de su propia especie. Su mirada vagaba de un  rostro a otro que lo miraban con sorpresa y otro sentimiento que no sabía como denominar.

Eleftheria permaneció con una postura tensa todo el momento manteniéndolo detrás de ella que casi no podía ver nada más que la espalda de los machos que ya conocía muy bien pero lo que no desaparecía de su mente es el momento que vio a un macho grande de ojos negros y cubierto de sangre que lo miraban fijamente y eso en vez de asustarlo despertó en el un sentimiento desconocido pero cálido. Se puso de puntillas y estiró su cuello todo lo posible, pero nada. El ya no estaba, se había marchado. Y eso lo desilusionó de una forma inexplicable. Eleftheria no lo soltó en ningún momento, ni cuando los machos vestidos de negro con las iniciales ONE en su pecho se acercaron, ella lo mantuvo detrás suyo y el no lograba entender la situación. Todos éramos iguales y entonces porque estaban tan tensos. El primer macho en acercarse fue un felino según su olor y la forma de sus ojos y lo que más le resultó curioso es el nombre, Tiguer, si ya era felino porque decidió coger el nombre de otro, su color de pelo también era distinto de los que había visto en los machos con los que había estado en este tiempo. Sus dedos cosquillearon y no pudo evitar cerrar sus pequeños puños con fuerza, no entendía porque siempre tenía la manía de tocar el cabello, era agradable el tocarlo. A muchos les resultaba gracioso y tierno esta tendencia suya pero para el era muy bochornoso el no poder controlar sus propios impulsos.

Varios machos vieron el acto del pequeño macho regalo y no pudieron evitar que una sonrisa apareciese en sus rostros. El puchero y la mirada fija en el macho que se presentó como Tiger les dieron todas las pistas que necesitaban. Aquel hermoso ser tenía un raro encanto por tocar el pelo de todos y ninguno se lo había negado aunque al principio era un poco extraño al dejarlo hacer lo que quisiese, pero con el tiempo se acostumbraron y ahora a todos les gustaba este acto. Y ahora a nadie les sorprendió la pregunta que hizo este pequeño.

Tiger no cambia en asombro porfa pregunta que le había hecho el macho regalo que había visto y a eso sumándole el hecho de que un regalo se acercase a el por propia voluntad. Su mirada recorio el cuerpo del regalo, que al principio creyó que también era hembra pero después supo perfectamente que no lo era, aunque era pequeño y sus rasgos mucho más suaves que los de los demás supo que era un macho por el olor, un olor un poco diferente porque contenía las características de los tres tipos de especies aunque lo dejó pasar pensando que se debía a los machos que lo rodeaban. Dejando de pensar en esto miro extrañado a su alrededor y solo resolvió miradas de advertencia y amenaza si se rehusaba a la petición del pequeño macho regalo.

Sin decir nada por la conmoción y la sorpresa, Tiger simplemente puso una rodilla en el suelo para darle al pequeño macho alcance a su cabello y solo esperando que su propio no reaccione de forma violenta por el toque de otro macho , al escuchar unos pequeños pasos indecicivos acercarse no pudo evitar tensarce y su sorpresa no pudo ser más grande cuando dos pequeñas manos temblorosas tocaron su cabellos y lo agradable que se sentía y más por el seguido instinto Primitivo de proteger a este macho despertó desde lo más profundo. Era un sentimiento distinto del que sentía por su Zandy, era como aquel dirigido a su cachorro. Sus ojos se abrieron con gran amplitud y levanto su cabeza para mirar de frente al macho tan serca de si, no se sentía  amenazado por su cercanía, era algo distinto que no lograba entender.

- ¡¡¡¡es suave Eleftheria!!!!- dijo Agapi con una gran sonrisa en su rostro que hizo que todos los demás empezasen a reír por su entusiasmo  -¡¡me gusta mucho!!- dijo por último sin fijarse en la mirada que le daba Tiger. -muchas gracias por dejarme tocarlo- termino de decir ahora ya más calmado pero aún con una sonrisa en su rostro y sin decir más corrió serca de Eleftheria para seguir hablando con ella.

-No entiendo-fue lo primero que dijo Tuguer sin quitar su mirada del pequeño macho regalo.

-Nos paso lo mismo- dijo el macho canino con el ayer había hablado hace muy poco - aún no podemos entender lo que sentimos cuando lo conocimos, mi instinto de protección salió a flote de una forma muy salvaje y solo pensaba en como mantenerlo a salvo.

- no es mi cachorro pero el sentimiento es igual, solo pienso en protegerlo y me enfuresco al pensar por todo lo que ha pasado- termino Tiger volviendo su mirada al grupo que estaban en frente.

- todos reaccionaron de la misma forma y aún no sabemos en porque, simplemente lo aceptamos porque eso ni nos molesta en absoluto.

Delia había permanecido alejada dejando que las especies interactuaran entre sí y con una sonrisa y lágrimas en sus ojos abrazo a sus pequeños con todas sus fuerzas.

-vamos a casa mis pequeños.

Beast(Nuevas especies #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora