Beast(Nuevas especies #1)

capitulo XIII

-Voy a tenerlo a costa de todo¡¡- grito a todo pulmón con lágrimas empañando su hermoso rostro.

-!Te está matando¡¡- gruño igual de afectado.

-Prometiste no dejarme.

-Eres tu quien me va a dejar¡¡- ahora era el quien lo miraba con esa mirada tan afligida, llena de dolor.

-No puedo hacerlo- susurro, todo esto lo estaba destrozando, pero sabía que si lo hacía se arrepentiría por el resto de su vida -No quiero hacerlo ¡- grito convencido -Serán parte de mi y siempre estarán ahí- termino de decir para darse la vuelta y marcharse.

-No me dejes- fue el último susurro que escucho antes de salir y marcharse a casa.

No sabía cómo habían llegado a esto, todo había estado muy bien, era feliz hasta hace algunos días y todo se había ido desmoronando con el paso de los días. Quería volver a esos días de felicidad, reír junto a su compañero.

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Beast departo tan feliz como nunca espero poder sentirse, el aroma y la calidez que sentía eran únicos. Tenía en sus brazos a su compañero, lo que más le importaba y no cambiaría nada, solo deseaba que jamás se terminase. Habían pasado cinco días en los que no habían hecho nada más que unirse, hacer el amor y follar en todas partes de su casa, solo se preocupaba de la comida y de tener lo suficientemente cansado a su compañero que este ni pensase en apartarse de su lado. Volvió a cerrar los ojos mientras se acercaba al cuerpo de Agapi quien seguía profundamente dormido, pero solo el tener el cuerpo de su amado tan cerca lo excitaba como nunca y ahora ya estaba dolorosamente despierto. Empezó con pequeños besos, lamidas, mordidas y caricias hasta pasar su pierna por medio de Agapi quien gimió por el roce, pero no despertaba. Beast vio a su pequeño removerse y suspirar por lo sensible que estaba, pero no paro, siguió con el roce y su mano que estaba en el estómago de Agapi fue bajando hasta coger suavemente el miembro del menor y empezar a bombear a un ritmo constante que tuvo al pequeño rogando por mas incluso sin antes despertar. La sonrisa traviesa continuaba en los labios del canino que no paro con sus caricias en ningún momento. Se comprobó que su compañero estaba tan cansado que ni con eso despertaba, aunque su cuerpo si reaccionaba a sus caricias. Quito la saben que los cubría a ambos de cintura para abajo, dejando ambos cuerpos expuestos. Las esplendorosa vista solo logro excitarlo aún más si era posible y que soltara un ronco gruñido al ver esa piel lechosa pegada a la suya. Se levantó quedando por encima del cuerpo del menor que tenían un tierno puchero por el abandono del placer, logrando sin la más mínima intención tener en sus manos al gran macho especie que lo miraba con tanto amor y adoración.

Beast lo dejo boca arriba y descendió nuevamente por el cuerpo de su amado dejando a su paso chupones y más marcas, sumándole a estas las anteriores que aún no desaparecían, hasta llegar a sus piernas y morder el interior de estas cuando las levanto dejando a la vista la entrada del menor y el pene de Agapi totalmente expuesto, miembro que ya goteaba del placer. No quería perderse del sabor de su amado, solo de recordarlo de las veces que lo había probado lo tenía nuevamente hambriento. Lamio el placer de su compañero, lo saboreo, lo chupo y el pequeño soltó un pequeño grito seguido de un suspiro, pero para desgracia o gratitud de la bestia este aun no despertaba, y la bestia estaba tan hambrienta que no podía esperar ni un segundo más.

Beast siguió lamiendo hasta meterse el pene del menor totalmente a la boca y succionar, siguió bombeando una y otra vez hasta que Agapi derramo su leche en su boca dándole el mejor sabor a Beast que como una bestia sedienta lo tomo más que contento, tragándoselo todo.

-Delicioso- fue lo único que dijo mientras levantaba la vista para ver con amor a un sorprendido, excitado y somnoliento compañero, totalmente sonrojado y la boca abierta, le encantaba ver esos ojos inundados de placer, esa plata derretida, su tormenta de felicidad.