1.

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--Ulce o tuco?!

Un lindo niño de 2 añitos pedía dulces en las casas vecinas a la suya, con una sonrisa cuadrada que le hacia lucir aun más adorable de lo que ya era.

--Que lindo tigrecito, toma tus dulces.

--Gacias!!—el pequeño hizo una reverencia como le había enseñado sus padres y se marcho en busca de estos.

--Con gusto…

--Papi! Papi! Papi! Ira papi ira!

--Que mi amor, que miro?—el mayor se agacho para quedar a la altura de su hijo.

--Papi ulces!!

--Dulces amor, con “d”.

--D-dul-dulces?

--Si mi pequeño tigre, dulces. Te han dado muchos dulces, te estas divirtiendo?

--Si papi!

--Me alegra mi vida, ahora vamos a esa casa.—le dijo señalando la casa de al frente, por donde un grupo de niños acababa de pasar.

--Papi papi! Donde esta papá?

--Papá esta buscando algo……mira ahí viene…..Tae! No corras!

Las palabras del mayor no fueron escuchadas por su pequeño hijo, quien apenas vio a su padre salió corriendo a su encuentro, con pasos torpes por su corta edad que se hacían más torpes por el disfraz que llevaba puesto, ocasionando que callera uno pasos antes de llegar con su padre, quien corrio para levantarlo y limpiar sus manitos y rodillas, encontrando en la linda carita de su bebé un tierno puchero y sus ojitos llenos de lagrimas que amenazaban con salir.

--Pa..papá…..mis…..mis dul..dulces…

--Tranquilo mi amor, no les paso nada.

--Papá…..dulces….

--Si mi amor dulces…..espera! Dijiste dulces….mi niño hermoso aprendió una nueva palabra.

--Nam! Como esta mi niño? Que le pasó a mi bebé?

--Papi…..alza papi alza

Jin tomo a Tae de su cuerpecito, levantándolo rápidamente para darle repetidos besitos en sus mejillas que se encontraban húmedas por las lagrimas derramadas, haciendo que el menor escondiera su carita en el cuello de este.

--Nam podrías recoger los dulces?

--Listo amor, ahora… mi pequeño Tae no quiere darme un abrazo?

--Papá….dulces…..papá…..

Tae salió de su escondite dejando ver sus ojitos llorosos y su naricita roja, enterneciendo a los mayores, el pequeño estiro sus bracitos hacia su padre, quien lo tomo feliz, abrazándolo fuerte, entregándole los dulces a Jin, para poder consentir a su niño, quien se aferraba a él fuertemente, calmando su llanto.

--TaeTae…..mi niño, quieres que vayamos a casa?

--No….no pa…papá..

--Entonces vamos a pedir dulces….

--N-no…quero…

--Tae….elige algo por favor—la voz seria de Jin hizo que el pequeño se escondiera en el cuello de su padre y sus manitas agarraran fuertemente la camisa de este.—nos vamos o nos quedamos.

--Papá…..papi bavo…..

--Ya mi niño, te duele algo? Te duelen las manitas o rodillas mi bebé?

--No….

--Bueno, vamos a pedir dulces, yo te llevo.

El pequeño asintió y Nam inicio su camino a la siguiente casa con Tae en brazos, y Jin siguiéndolos ya que el llevaba la pequeña calabacita en la que recolectaba los dulces, con una mirada llena de ternura ya que su pequeño era un niño independiente y seguro, pero cuando se encontraba con Nam, las cosas cambiaban, no era para nada caprichoso, pero su seguridad e independencia se esfumaban, Nam lo consentía demasiado, pero de igual forma le ponía limites y le agradaba que su pequeño bebé lo viera como un apoyo, como su héroe.

Sweet FamilyWhere stories live. Discover now