XII. Libertad.

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—¿A qué se referirá la odiosa estrella cuando dijo eso? —el humano exigió porrespuestas. 

—No te lo puedo decir —le respondió Sera, por enésima vez. 

Ambos estaban caminando por el pasillo que se convertía en un camino de tierra,uno junto al otro. 

—Te hizo daño Sera, puedo sentirlo. 

—Estaré bien, te tengo a ti.—¡necesito saber!Sera se sintió un poco atacada en ese momento, y una llama se encendióprovocando disgusto en su interior, y luego cuando recordó de nuevo lo que le habíasucedido, empezó a llorar. 

—Te voy a mostrar qué fue lo que me hizo, sentirás mi dolor y entenderás por finporque ella me arruinó la vida —le dijo Sera a través de sus lágrimas.

 Lo arrastró a continuación hacia la habitación en blanco, hacia la habitación quematerializaba recuerdos, hacia la habitación en la que él había entrado con Entropíaanteriormente. El entorno empezó a cambiar, el suelo fue reabsorbido yreemplazado por arena y un mar cristalino, Sera y el pequeño estaban sobre unapequeña balsa, el sol alumbraba caliente sobre ellos como si pretendiese quemarlos vivos. Posteriormente Sera se vio a sí misma, rodeada de sus hermanos y su madreflotando en lo alto, a su lado había múltiples balsas salvavidas que intentabanarribar a la costa, en lo alto del cielo empezó a asomarse la estrella, era muchomenos brillante en ese entonces, gritó amenazas ante el planeta tierra como lohabía venido haciendo hacía semanas. En esa época, la familia de hechicerosmantenía la casa de sanación, pero también salían al mundo a defenderlo cuandoeste peligraba, en dicha ocasión debían combatir una estrella que amenazaba conexplotar y destruirlo. Entonces Sera experimentó qué era lo más hermoso de dichahabitación, vivir desde otro punto de vista sus experiencias pasadas. Observó aniños en balsas junto a sus padres, a pequeños bebés de brazos, observó a supequeño salvador, que se encontraba en la misma balsa que ella y se dio cuenta deque alguna vez lo que le sucedió salvó a todas esas personas y a más, entendióque su transformación al igual que cualquier metamorfosis tuvo un propósito y Serase sintió liberada. La Sera que estaba flotando movió sus manos y creó ballenasorcas que surcaron el cielo hacia la estrella, pero la estrella las quemó y entonces elhumano se dio cuenta de que el poder que Sera alguna vez tuvo fue dar vida y noquitarla, fue crear y no destruir. En la visión la estrella bajó cerca de los hechiceros yarrebató el corazón de Sera, dejándola mal herida y al borde de la muerte. LaKathryn de la visión corrió hacia un humano adulto y le arrancó el corazón parareemplazar el de su hija, la estrella se esfumó una vez que obtuvo lo que quería. Elrecuerdo desapareció y toda la habitación volvió a ser de color blanco.

—Mi corazón fue alguna vez luz y vida —habló la hechicera—, y luego de eso micorazón se volvió oscuro y se llenó de muerte.

Sera no se veía triste, ni molesta, sólo calmada, no se arrepintió de su decisión, nide lo que había sucedido. Aceptarse es una forma de sanarse. 

—Pero ahora tú eres buena —sonrió el humano. 

—Lo soy, mi corazón salvó a todas esas personas, mi corazón está bien, mi corazónes bueno, aunque cambiara mis poderes. 

Un abrazo selló ese episodio de Sera para siempre, su corazón por fin estaba enpaz, sus miedos no existían más y los ríos de su mente estaban lo suficientementecalmados como para que se mantuviese a flote. 

Sera entró cerrando la puerta detrás de ella, y bailó con gracia a través de lahabitación, Kathryn se encontraba acostada sobre su cama, luego de que Sera yKuno tomaran el control de la casa había permanecido allí encerrada, día y noche.

—Era ella —pronunció Sera a medida que acercaba una silla a la cama de sumadre—, la estrella que me robó el corazón. 

—Mi niña, lo siento tanto —Kathryn lloró lágrimas de culpa—, si hubiese sabido queera ella nunca la habría traído aquí. 

—La creadora de galaxias la ha exterminado, para siempre. 

—Quiero recompensarte —exclamó Kathryn—, has demostrado ser mejor líder de loque yo alguna vez podría ser, lidiar con estos seres tan problemáticos, y recibir a lainquilina más importante que hemos tenido por acá, has hecho historia y te merecesque yo me renueve a mí misma. 

Kathryn acarició la cara de Sera y luego encerró las manos de la joven hechiceracon las suyas, exclamó unas palabras recitando un hechizo y los guantes de Serase destruyeron, cayéndose a pedazos frente a sus ojos. Sera sintió como un enormepeso saltaba lejos de sus hombros, se sintió aliviada, renacida. Su mente corriócomo caballos salvajes, sus cielos se expandieron, por fin podría dar lo mejor de símisma, al cien por ciento, sin ataduras, sin anclas, sin equipaje. Ambas lloraron y seabrazaron para reconfortarse, Kathryn cedió gentilmente el liderazgo a la nuevageneración, como un rey cede con orgullo su corona a un heredero adecuado. 

—¿Qué haces señorita Sera? —le preguntó el pequeño. 

—Abriendo una botella de sangre de ángel para protegerte. 

—¿Protegerme de qué? 

—De mi tacto, ahora que estoy sin guantes en un descuido podría matarte, puedocontrolar mis poderes, pero en caso de alguna emergencia es mejor prevenir. 

El niño obediente dejó que le pusieran la sangre de ángel en todo su cuerpo, esto lohabía mantenido a salvo todo este tiempo y ambos confiaban en que iba a seguir deesa manera. 

—¿puedo pasar? —cuestionó Kuno. 

—Sí, ya estaba terminando con él.

 —Debemos bajar, Entropía y Kahár han terminado de crear su habitación, yapagaron su estadía y están a punto de marcharse junto a la creadora de galaxias. 

Los tres bajaron por las escaleras dando pasos lentos pero firmes, el niño jugabacon las cenafenas, a medida que intentaba hacerse a la idea de que no volvería aver a la mujer de tormentas o al hombre de fuego. 

—Hasta luego pequeño —le susurró Entropía al humano mientras lo dejaba bailarentre sus fuertes vientos por una última vez.

Entropía abrazó a Kuno y a Sera y luego a Stohr, a Tera y por último a Kathryn, supaso por la casa había sido significativo para todos allí y en especial para ellamisma, ese viaje en el que se aventuró cuando encontró un lugar que podía sanarsu alma, ese lugar milagroso al que todos los seres deberían recurrir cuando lonecesiten. Su corazón se había consumido a sí mismo y se había dado a luz comoun nuevo ser, y había también aprendido a aceptar la entropía como parte de sí y aamarla también. Kahár seguidamente se despidió de todos en la casa al igual que lacreadora de galaxias. 

—Tu destino apenas está por empezar —le susurró la creadora de galaxias a Seramientras se marchaba—, tu verdadera misión no tardará demasiado en dar inicio. 

Los elefantes blancos tomaron nuevamente su forma natural, volviéndosegigantescos al igual que la Diosa creadora, el camino de estrellas descendió cualescalera del cielo, Kahár y Entropía se desprendieron de los guantes que conteníansu poder, y subieron envueltos cada uno en vientos y llamaradas, sabiendo que porfin se iban a poder tocar sin temer a romper todo, sabiendo que tendrían su propiagalaxia de amor. 

Sera entró a la nueva habitación creada por Entropía y Kahár, una planicie envueltaen llamas que no quemaban y vientos que querían arrancar los árboles del suelo sinhacer daño a quien entrara, era una habitación perfecta. 


La Casa al Final del MundoWhere stories live. Discover now