Capítulo 3

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-Severus, mi muchacho, tengo buenas noticias para ti –exclamó con una gran sonrisa Dumbledore una vez Severus Snape estuvo en su despacho esa tarde –Harry aceptó la unión.

-¿Y cuál es la buena noticia? –Cuestionó adustamente con una ceja alzada.

-No estamos para bromas ahora, Severus –desestimó el director con un movimiento de manos sin darle importancia al ceño fruncido del hombre frente a sí –Él ya bebió la poción con tu sangre, ahora te toca a ti –dijo acercándole el vial que descansaba sobre la mesa.

-No entiendo cómo conseguiste que aceptara –expresó mirando de cerca la pócima, notando que tenía un suave aroma a hierbas frescas, pero no la tomó –Parecía muy seguro hace unas semanas cuando se negó a hacerlo.

-Harry entendió que es lo mejor, y que sólo lo hacemos para protegerlo –explicó el anciano con una sonrisa –Ahora bébela. Y ya sabes cuales son las disposiciones: Debes poner las protecciones correspondientes en tus habitaciones, lo demás no va a cambiar mucho, –le aseguró –él seguirá en su habitación de la torre y tú en las mazmorras, como ya lo habíamos planeado. La otra diferencia es que estarán unidos por un lazo de sangre. Él será tu compañero…

-Ahórrame el tener que escuchar los detalles de nuevo –lo interrumpió sin dejar de fruncir el ceño, mientras que bebía la pócima sintiendo que a partir de ese momento ya no había marcha atrás.

-Sólo quería dejártelo claro –intentó justificarse.

-Ya me quedó claro la primera vez, gracias –bufó –Y aun así lo acepté.

-Lo sé, mi muchacho. Y sé también que lo haces por el juramento que le hiciste a Lily –dijo con compasión en la mirada –Tú la amabas mucho.

-Aún le amo –murmuró Severus antes de salir del despacho del director para que no pudiera agregar nada más sobre el tema.

   Dumbledore se quedó mirando la puerta cerrada por la que salió el profesor, pensando en cómo haría para que cuando Harry y Severus descubrieran el engaño en el que acababan de caer, no quisieran reclamar su cabeza como trofeo.

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   Severus decidió cenar en sus habitaciones para evitar encontrarse con Potter, sabiendo lo peligroso que serían los próximos días luego de beber la poción de sangre, y las consecuencias desastrosas que traerían si consolidaban y afianzaban la unión. Antes de hacer cualquier otra cosa, colocó las protecciones en su puerta para evitar que nadie entrara, o que incluso él mismo pudiera salir. Había estado leyendo mucho sobre ese tipo de enlaces intentando evitar cualquier error que pudiera llegar a cometer en la preparación de la poción, pero esto era algo que no podía manejar, sólo hacer lo posible para evitar que sucediera.

   Las uniones por sangre tenían tres niveles. El primero era el que él acababa de realizar con Potter, en el que la pareja se constituía como esposos guardándose fidelidad, pero no necesariamente debían vivir juntos. El segundo nivel se establecía mediante un contacto sexual, era más profundo, pero reversible llegado el caso de que quisieran romper el enlace. El tercer y último nivel, se daba al entregarse el uno a otro de manera voluntaria fundiendo sus magias en una sola, siendo así indestructible e irrevocable.

   Severus no quería llegar ni al segundo nivel, por lo que tomó todas las medidas que le fueron posibles conociendo que no pasaría mucho tiempo antes de entrar en esa fase en la que los involucrados se buscan inconscientemente el uno al otro para afianzar la unión. Una etapa por demás difícil, según leyó, pero que sabía que podía resistir.

   Sólo esperaba que Dumbledore hubiera colocado las protecciones adecuadas en la torre de Gryffindor.

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FUTURO MANIPULADO Where stories live. Discover now