FUTURO MANIPULADO

Capítulo 13

    Severus Snape estaba entrando en pánico, y eso no era bueno. Hacía mucho tiempo ya que no sentía algo así, tanto que hasta había olvidado lo horrible que era pasar por eso; el corazón latiéndole como si fuera a salírsele del pecho, sentir que por más que respirara el aire parecía no llegarle a los pulmones… En cualquier momento colapsaría, pensó.

-¿Q-qué?

   Y Potter no ayudaba mucho.

-Gideon, ¿dónde está? –Volvió a preguntar Severus mientras recorría la pequeña sala y la cocina. No podía dejarse dominar por el miedo, debía seguir moviéndose hasta encontrarlo –El niño, Potter –Exclamó al ver que Harry le miraba completamente desconcertado, mientras entraba al baño, pero allí tampoco estaba. Y la casa no tenía otro cuarto.

-N-no sabía que tenía nombre. Creí que dijo que la mujer murió casi ni bien llegó, y como no le dijo el nombre de ella…

-¡Basta! –Le cortó, los incesantes balbuceos le estaban haciendo doler la cabeza, y más la necesidad que tenía del niño, sentía que iba a terminar por enloquecer –Sólo contesta mi pregunta.

   Harry volvió a mostrarse inquieto, como si no recordara la pregunta y tuviera miedo de decirlo, lo que hizo que la sensación de que había hecho algo que no debería, volviera a Severus con más fuerza.

> ¿Qué hiciste mientras no estuve? –Preguntó, con miedo – ¿Qué hiciste, Potter? –Gritó cuando el chico no habló en varios segundos seguidos.

-Pensé que era lo mejor… –contestó entonces titubeante, había dado un paso atrás cuando Snape gritó y ahora sólo se mantenía mirando el piso. Culpable –El verlo me hace sentir extraño, así que… Lo hice –admitió –Y después cuando estaba allí… No quería hacerle daño –Harry había empezado a balbucear nuevamente y no llegaba a terminar una sola idea, por lo que a Severus se le hacía difícil poder entender a lo que quería llegar… Pero entonces cuando señaló el patio, vio sus manos.

-¿Qué es esto? –Preguntó tomándolas con brusquedad. Las manos de Harry, si bien parecían haber sido lavadas meticulosamente, no así las uñas que estaban llenas de tierra – ¿Qué hiciste? –Severus le soltó lentamente, sin poder creer la idea que se estaba formando en su cabeza, y salió al jardín sin perder de vista a Potter. En ese momento sentía que no podía darle la espalda por un solo segundo; el muchacho estaba desquiciado después de todo, y así como se había hecho daño a sí mismo hacía unos meses, nada garantizaba que no fuera a hacerlo contra alguien más ¿Cómo pudo creer que era una buena idea dejarlo solo al cuidado de Gideon? ¿En qué había estado pensando?

   Con esas preguntas en su cabeza llegó hasta la parte más apartada del jardín; el montículo de tierra que representaba la sepultura improvisada que hizo para la mujer, ahora estaba acompañado por otra más pequeña, cuya visión provocó que Severus estuviera a punto de vomitar.

-Lo siento.

   El susurro a sus espaldas hizo que Severus se diera la vuelta, encontrándose con Potter que intentaba limpiar sus uñas de la tierra que había quedado adherida a ellas. Su gesto seguía siendo culpable, pero para el hombre la evidente pasividad que también mostraba le estaba haciendo perder los estribos. Más cuando escuchó lo último:

>Tal vez no debí hacerlo.

-¿Tal vez? –Gritó Severus tomándole de los hombros para sacudirlo con rudeza – ¿Tal vez no debiste? ¿Qué se supone que signifique eso? –Harry intentó soltarse, mostrándose aterrado por primera vez, como si temiera que fuera a hacerle daño… O recién entendiera la locura que acababa de cometer. Pero Severus no lo soltó, quería hacerle sentir toda la fuerza de su dolor al haber perdido a alguien que comenzaba a amar, porque no lo había notado antes pero ahora sabía que lo que sentía por el niño era eso, amor. El amor de un padre por su primer y único hijo – ¿Asesinaste a nuestro hijo y dices que “tal vez” no debiste? –Preguntó soltando al muchacho con la misma brusquedad que le había tomado, haciendo que cayera sentado en el pasto, su expresión totalmente desconcertada.