𝐀𝐚𝐧𝐠 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚, 𝐀𝐚𝐧𝐠 𝐚𝐜𝐨𝐧𝐬𝐞𝐣𝐚.

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Zuko se sentía realmente confundido, hacía muy poco había creído tener la vida que siempre soñó y junto a ello, al amor de su vida.
Pero al final nada resultó así, termino uniéndose al grupo Avatar, de forma inesperada. Y aunque parecía haberse ganado la confianza de todos, solo era Katara quien lo miraba siempre con sospecha, incapaz de ver en él los cambios. Aunque ella tenía sus razones.

Ahí comenzaba su caos, había comenzando a tener sentimientos encontrados por el chico de la tribu agua, Sokka. Y se sentía muy extraño con eso, porque eran demasiado intensos incluso para él, a quien a veces se le incendiaban las manos de manera involuntaria, cuando Sokka se acercaba mucho a contarle algún chiste. Todo parecía peor, si no le agrada a la hermana de su presunto interés amoroso y si no sabía realmente como se consquista a una persona.

Se sentía un fracaso.

Hasta que Aang, quien notó las extrañas reacciones del chico fuego, y las descubrió, similares a las que él mismo tenía por Katara. Decidió ayudar. Al niño, en realidad no le importaba realmente que el interés de Zuko fuera otro muchacho, porque para Aang el amor y esas cosas eran normales.

—¿Estás seguro de que me puedes ayudar? Eres solo un niño. —dijo Zuko, no muy convencido, una noche. Donde Aang sigilosamente se había acercado al chico.

—Por supuesto que puedo. Además tú solo eres un adolescente, y yo tu mejor opción para esto. —sonrió.

—Entonces, ¿Qué debo hacer?

Un recuerdo fugaz cruzo la mente del niño. Una sonrisa brillante apareció en su rostro.

—Debes ignorarlo. Hacer como que no existe y mostrarte ajeno a su presencia.

Zuko no entendía muy bien en que iba ayudar el hecho de ignorarlo, pero pensó, que Aang era el Avatar por algo.

Al día siguiente, Zuko estaba muy entusiasmado en hablar algo con Toph, luego pasó a caminar al lado de Aang. Evitando a propósito a Sokka. Sin embargo, parecía que las cosas no estaban funcionando, cuando Sokka iba quejándose con Katara de que tenía hambre. La mirada dorada de Zuko viajo hacía el chico de piel morena, encontrandosé la mirada amenazante de la maestra agua.

—Oh, Sokka. No te había visto. —comentó desinteresadamente apoyándose en una pared de rocas, una vez había detenido su caminata para descansar.

—¿Ah? Sí bueno, estaba ocupado buscando que comer.

Zuko hizo una expresión de desinterés, mientras Sokka le comentaba algo.

—¿Alguien se está chamuscado? —preguntó Toph, sintiendo el aroma a quemado.

Todas las miradas viajaron hacía un Zuko que mantenía los brazos cruzados, donde las llamas de sus manos estaban quemando su ropa.

Sokka solo creía que como chicos podían ir a darse un baño después de comer. Y los pensamientos de Zuko solo reaccionaron de la manera más torpe posible.

ᴀᴠᴇɴᴛᴜʀᴀs ᴅᴇ sᴏᴋᴋᴀ ʏ ᴢᴜᴋᴏ.Where stories live. Discover now