55. Sobrina

35 4 2
                                    

(Narra Adriana)

He conseguido fugarme de la casa con una excusa, como siempre que necesito salir, y al fin llego a estas benditas y frías piedras. Me descalzo y comienzo a dar zancadas de roca en roca esperando al tito Pablo.

A lo lejos, veo su figura paseando al perro. Él también se descalza y le quita la correa a Coco.

- Gracias por venir, tito-. Le sonrío y le abrazo.

- No es nada. Siempre viene bien hablar contigo cara a cara-. Le resta importancia sentándose en una piedra y golpea la del lado para que me siente yo.

- La primera persona en decírmelo en meses-. Confieso.

- ¿Alguna vez has imaginado lo que el tito siente por ti?-. me pregunta tomándome las manos y jalándome para que quede sobre él.

- No sé... supongo que lo mismo que por Sofi y Bruno-. Le respondo apoyada en su pecho y cerrando los ojos al sentir que me reconforta en él.

- Estás equivocada. Escucha esta canción y me entenderás-. Me coloca un auricular.

Siento que si tú no estás aquí
Se acaba el tiempo, no podremos discutir
Siento que si no vas a venir
Nos perderemos ese cielo de Madrid

Mírame y dime la verdad
Si todo es real o me tengo que largar

Tanto tiempo duele para mí
Tantas historias sin un final feliz
Canciones que solo hablaban de ti
Y tu perfume que no me deja dormir

Mírame y dime la verdad
Si todo es real o me tengo que largar

Y esperando a que vengas a buscarme
Que cojamos las maletas para podernos marchar
Y esperando a que vengas muy despacio
Y poder contar los pasos que nos quedan por soñar
Y esperando

Pausa la música al ver que estoy llorando en su pecho.

- No quería hacerte llorar-. me dice y yo me río.

- Es que eres muy especial para mí, y que pienses eso sobre mí... ¡joder!-. se ríe conmigo.

- La vida a veces te echa en contra, Adriana, esa es la conclusión de todo esto-. Me dice sacándome una media sonrisa. -Pero eso no significa que tengas que llevarle la más contraria todavía, porque la liamos más-.

- ¿Alguna vez te han dicho que te admiran?-. le pregunto mirando su mano en mi pecho.

- Hombre, pues sí-. Responde.

- Vale, eso no sirve-. Lo miro a los ojos y se ríe.

- ¿Te refieres a la fama?-. consulta.

- No, me refiero a tu perra-. Le respondo irónica.

- Vale, no metas a Coco de por medio-. Me imita y me acomodo en su pecho como si me fuera a dormir con él.

- Hola, Pablo-. Oigo a... Berta.

Berta es una compañera de clase. Y, muy bien, viene con todas. Y no sé por qué me sorprende, si en el grupo de WhatsApp no se hablaba de otra cosa que del paseo de hoy.

- No me jodas-. Me volteo de nuevo a verlas.

- ¿Las conoces, Adri?-. me pregunta el tito.

- Sí, tito, son compañeras de clase-. Le respondo.

- Nosotras somos del club de fans, ¿recuerdas?-. dice Lucía orgullosa.

- Claro-. Contesta él.

- Y ahora, ¿no os ibais?-. pregunto.

- ¿Qué mosca te picó, sobrinita?-. pregunta Berta burlona haciéndome llorar, tito me abraza.

- Iros ya, si no queréis nada feo conmigo-. Les avisa.

¡Hola, familia! Espero que la estéis pasando lo mejor posible en la cuarentena.

Debido a la crisis del coronavirus en España, a partir de este punto de la historia, (obviamente, hasta que pase la enfermedad), me basaré en lo que Pablo vaya colgando en su página oficial de Twitter (mi cuenta en TW: Música Variada).

Si tenéis algún dato que no os queda claro, o si haríais alguna sugerencia/cambio os recuerdo que recojo opiniones, que me encanta leeros en comentarios y, lo más importante, que ESTA ES VUESTRA HISTORIA.

Nada más, espero que estéis disfrutando tanto leyendo como yo lo hago escribiendo. ¡Saludos alboranistas!

SUEÑO. [Pablo Alborán]Where stories live. Discover now