Después Del Crepúsculo [ZeniNezu] ©

Cap. V

La tengo cerca, la estoy tocando, la estoy escuchando. Está nerviosa y muy ansiosa, ¿Acaso es por mí?

—Significas demasiado para mi, Nezuko...

El chico acerca su rostro a sus cabellos y pasa la comisura de sus labios por la oreja de la joven. Ella reacciona ladeando su rostro, indicando que es una sensación agradable.

—¿Puedo hacerlo?

Zenitsu toca los listones que sujetan el bambú y ella se queda estupefacta.

¡¿Acaso estás loco?!
¡¿Vas a besar a una demonio?!
¡¿Eso es legal?!
¡Tanjiro me va a matar!

Todas sus advertencias no le sirven de nada, después de todo hará lo que sus instintos le recriminen.

—Tranquila, no pretendo asustarte...

El sonido de Nezuko se suaviza, cierra los ojos y posa su mano sobre la de Zenitsu. Ese contacto es cálido, lindo.

—Tranquila... —murmura.

Ella asiente aún desconociendo lo que hará el rubio. Sin duda le tiene mucha confianza para obedecerlo.

—¿Sabes lo qué es un beso, cierto?

Inmediatamente la pelinegra abre los ojos y siente como le es retirado el bambú de su boca, algo sorprendida aprieta los labios y no porque le ha quitado su "bozal" sino por lo que él ha mencionado.

—¿Recuerdas si lo habías hecho antes? —musita con suavidad.

Ella niega con la cabeza ligeramente mientras baja la mirada. ¿Cómo se puede reaccionar ante una situación así?

—No te asustes, ¿sí? Esto será rápido si así lo quieres, sólo necesito tener tu consentimiento, de lo contrario nunca lo haré.

Palabras dulces y que un buen hombre diría. Nezuko se acerca al rostro de Zenitsu y pega su frente con la de él, eso es indicador que tiene su consentimiento.

El corazón le da vueltas y con miedo toma una mejor postura para poder tomarle el rostro con ambas manos. Nezuko por inercia cierra los ojos con un sentimiento desconocido pero que la hace enrojecer. El cazador acerca sus labios a los de ella y finalmente los une. Los mueve de una manera lenta para evitar contemporizar con los finos colmillos de la joven.

Un beso sumamente estricto pero dulce, así lo describe Zenitsu.

Por otra parte Nezuko se siente confundía. Jamás había experimentado algo así, nunca había hecho tal acto con alguien. Por ello mueve su boca como cree que debe de ser. Zenitsu se percata de lo inexperta que es la chica y sólo puede sentirse afortunado.

Si esto es un sueño, no quiero despertar jamás.

Nezuko se separa y mira directamente a los ojos del muchacho con un evidente matiz. El rubio se percata del acelerado ritmo de su corazón. Está avergonzada y la comprende completamente. La observa, notando como se relame los labios de una manera llamativa, este se apena pero algo se enciende dentro de él de manera indecente.

—Me gustas de verdad, Nezuko...
—coloca nuevamente el bambú en la boca de la chica—. Debemos levantarnos.

Nezuko se le quita de encima y se adentra al pasillo para ir en busca de su hermano. Zenitsu mantiene una sonrisa en los labios, y su latir tranquilo le indica lo bien que se siente consigo mismo. Necesitaba besarla, y hacerlo fue como el antídoto a dejar de pensar en lo patética que es su existencia.

—Espero y esto signifique que acepta mis sentimientos...