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Nayeon, así se llamaba, su hija era una niña tan tierna que se lamentó al saber que su madre no la quería.

Como escucharon, Lee Ji eun no quería a nada ni a nadie, era la persona más fría que el haya conocido.

Estaba feliz de por fin haberse divorciado de ella, pero ¿y su hija? Ambos le comentaron hacerca del tema y ella solo dijo ¡quiero irme con mi papi!

Así que eso fue lo que hizo el juez, dijo que la pequeña no estaba segura con su madre y se la dio a él, estaba feliz porque estaba con ella.

Jungkook compró una casa para el y para  Nayeon, la pequeña estaba emocionada por su nueva casa.

Para 2 personas era grande, pero poco le importó eso, solo quería que Nayeon fuera feliz.

Y con todo eso llegamos a la situación actual, Nayeon ahora tiene 7 años y su vida prácticamente es su padre, para ella su padre era un héroe.

Jungkook descubrió que Nayeon tenía algo, ese algo se llama complejo de Electra, este es un concepto psicológico el cual explica porqué las niñas sienten tanto afecto hacia sus padres, bueno, Nayeon tenía este complejo y eso a Jungkook le encantaba pues así no tenía miedo de que algún día ella se fuera.

Ahora mismo padre e hija estaban comiendo helado, por petición de Nayeon obviamente la cual le había rogado a Jungkook por un helado y este no se había negado, estaba pensando que quizá la estuviera consintiendo demasiado pero poco le importó eso.

Y ahí fue cuando lo vio, un pequeño chico rubio, de sonrisa amplia y tierna la cual te permitía ver sus encías estaba en la caja de pago.

Cuando el fue a pagar ambos helados se quedó hipnotizado, agradeció haber dejado a Nayeon en las sillas pues así no podía ver la cara de estúpido que tenía ahora.

El rubio lo notó por lo que le regaló una de sus sonrisas y cuando le entregó el recibo un papel adicional venía con este, Jungkook solo le dio las gracias y se fue a ver a su hija, en el camino revisó aquel papel que venía junto a su recibo.

Cuando lo vio una sonrisa instantánea apareció en su rostro, era su número de celular, cuando llegaran a casa lo agregaría a sus contactos.

— Es hora de irnos pequeña.

— Está bien papá — se bajó de la silla y tomó la mano que se le ofrecía.

Ambos salieron de aquella tienda y se dirigieron al auto que estaba estacionado y subieron a este.

El camino a casa estuvo silencioso pero para nada incómodo.

— Papi, ¿Puedes poner la radio?

— Está bien — la encendió y la canción que estaba sonando era la milésima vez que la estaba escuchando.

Era de unas tales red velvet o ese creía que era su nombre pues su hija hablaba de ellas todos los días.

Ella estaba cantando y se movía al compás de la famosa canción ice cream cake.

Llegaron a su casa y Nayeon entró corriendo a esta, Jungkook no tuvo más remedio que seguirla.

Nayeon sólo corrió hacia la habitación de su padre y cuando llegó a esta se tiró a su cama.

— Ven aquí pequeña traviesa — entró a la habitación y también se tiró a la cama junto a ella.

— Papá ¿Puedo dormir contigo hoy? — le dijo haciendo carita de perrito a la cual nadie se podía negar.

— Bien bien, te dejaré dormir conmigo hoy — le hizo cosquillas.

Cuando terminó de hacerle cosquillas se recostó en la cama y Nayeon lo hizo a su lado.

Sacó su celular y anotó el número de celular que estaba en aquel papel.

No sabía su nombre entonces no sabía cómo agendarlo, hasta que un nombre pasó por su cabeza.

Desea agendar este número como “chico bonito ❤️”

Aceptar ✔️
Rechazar ❌

Si, era un genio con los nombres, decidió hablarlo ahora.

Número desconocido.

Hola
8:00 PM.

Chico bonito ❤️.

Hola, disculpa pero
¿Quien eres?

8:15 PM.

Número desconocido.

Yo soy Jeon Jungkook, el chico
castaño al que le diste su número.

8:15 PM.

Chico bonito ❤️.

Oh, eres tu, no creí
Que me hablarías.

8:16 PM.

Desea cambiar el nombre a “Jungkookie

Aceptar✔️
Rechazar❌

Jungkookie.

Pues tenía ganas de hacerlo.

8:16 PM.

Y siguieron hablando el resto de esa noche, la verdad Nayeon una que otra vez le pegaba miradas a su celular pues nunca había visto a su padre sonreír tanto, no duró mucho pues Nayeon cayó dormida antes de las 10.








































¿Me aceptarías si yo... tuviera una hija? - KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora