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Estaba emocionado, hoy vería a Yoongi, ese era su nombre pues también se lo había preguntado anoche, al principio no sabía si aceptar pues no podía dejar sola a Nayeon pero se le ocurrió una gran idea, o al menos eso pensó el.

— Conejita — era un tierno apodo que surgió cuando a la pequeña se le cayeron los dientes delanteros y estos crecieron dándole una tierna apariencia, igual a la de un conejo.

— ¿Qué pasa papá? — preguntó ella

— ¿Tu querrías quedarte hoy con tu tío Namjoon? — le preguntó esperando que aceptara.

— ¡Si! , Quiero verlo y también quiero ver al tío Jin — afirmó emocionada.

Namjoon no era su hermano pero se querían como si de verdad lo fueran, tenía como pareja a Seokjin quien lo trataba como si fuera un niño.

La niña se había encariñado tanto con Seokjin que le encantaba visitarlo, además de que Seokjin la consentía a escondidas de Jungkook.

— Bien, nos vamos en un rato más, ¿Entendido? — dijo más tranquilo.

— Entendido — le sonrío.

Y la pequeña se enfocó en la televisión, eso le gustaba, que la niña a pesar de todo lo que había pasado seguía siendo feliz.

Pasó al rededor de media hora cuando le dijo que tomara todo lo necesario para quedarse un rato con sus tíos.

— Papi ¿Puedo llevar mi conejito de peluche? — preguntó la pequeña.

— Está bien, solo no lo pierdas — le advirtió.

— Mo lo perderé, es mi peluche favorito — aseguró.

Nayeon tenía muchos más peluches pero ese en especial era su favorito porque se lo había regalado Jungkook, el resto de los peluches pertenecían a Lee Ji eun quien se los había regalado porque sí, no porque la quería.

Tomó al pequeño conejo de su habitación y fue a la puerta donde su padre la esperaba.

— Sube al auto pequeña — le indicó con ternura.

— Si papá — la pequeña hizo a caso a su papá y se fue a subir al auto.

Jungkook tomó su chaqueta y siguió a Nayeon al auto.

Cuando ambos estuvieron en el auto Jungkook manejó hasta la casa de Namjoon y Jin.

Cuando llegaron la primera en bajar fue Nayeon, cerró la puerta del auto y corrió a tocar la puerta de la casa.

— Tranquila conejita — le dijo al verla tan eufórica.

— Pero papá — hizo un puchero — Quiero ver a mis tíos.

— Aquí estas pequeña traviesa — Jin abrió la puerta y tomó por sorpresa a Nayeon, quien cuando lo vio se le tiró a los brazos.

— Hola, ¿Qué traes por aquí Jungkook? — apareció Namjoon, quien los recibió a ambos con una sonrisa.

— Quería pedirles un favor — cómo su hija el también podía usar una cara de perrito para pedir algo.

— ¿Y cuál sería Jungkookie? — preguntó Seokjin con la pequeña en brazos.

— ¿Ustedes podrían cuidar a Nayeon por algunas horas por favor? — suplicó mientras nuevamente hacía aquella carita de perrito abandonado.

— Eso no se pregunta, claro que nos quedaremos con ella — Namjoon sonrío, amaba cuando aquella niña pisaba su casa.

— Muchas gracias, te debo una - le sonrío.

— Si si si, ya vete Jeon — le dijo Seokjin de manera comprensiva, tal vez tendría cosas que hacer y no podía quedarse con Nayeon.

Antes de irse se acercó a su hija y le dio un beso en la frente.

— Te me cuidas Nayeon — le dijo con cariño.

— Te lo prometo papá — le sonrío y le besó la mejilla.

— Adiós pequeña — se despidió.

— ¡Adiós papi! — la pequeña le devolvió la despedida con una sonrisa.

Y ahora si podía irse, se subió a su auto y se dirigió al parque donde le había dicho Yoongi.

Cuando llegó buscó aquella cabellera rubia, cuando la vio se dirigió hacia el lugar donde se encontraba sentado.

— Hola — le saludó calmado.

— Hola, ¿Eres Jungkook cierto? - a pesar de haberlo visto ayer como tenía muchos clientes no memorizaba muy bien las caras.

— Sí, soy yo — sonrío — ¿Puedo sentarme? — preguntó cauteloso.

—  Claro, porqué no — dijo con una sonrisa.

Se sentó a su lado, aquel chico rubio era mucho más bajito que el, lo cual se le hacía muy tierno.

— Eres muy bonito Yoongi — dijo de un momento a otro.

— Oh, gracias — se sonrojó.

— Que tierno - susurró Jungkook enternecido.

Yoongi le sonrío avergonzado, la verdad nadie le había dicho ese tipo de cosas por lo que se sintió un poco extraño.






























¿Me aceptarías si yo... tuviera una hija? - KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora