16.

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Él.

¿Cómo? Eso era lo que ahora ocupaba la cabeza de Aragón. Dejó salir un suspiro suave por sus labios, a la vez que se levantaba de la silla y la colocaba en su sitio. Si lo que Nava decía era cierto, tenían un serio problema, y si les pillaba cerca... estaban acabados. La comunidad miró a su alrededor, empezando a emparanoiarse levemente mientras que su respiración empezaba a agitarse, tratando de mantener la calma, aunque era difícil mientras que las memorias volvían a ella. No quería que los más pequeños sufrieran lo que había sufrido ella, realmente... era una cosa que no querría que le pasara a nadie, y el sólo pensar el daño que les podría hacer hacía que escalofríos recorrieran su espalda. Salió de la cocina en dirección al cuarto de su padre, para comprobar si lo que la otra había dicho era real o no.

Llamó, pero de respuesta solo obtuvo un leve "Vete" por parte de su padre. Eso la hizo relajarse un poquito. Parecía normal, nada de lo que alarmarse de momento, pero... por medidas cautelares, sería mejor que se llevara a los pequeños lejos del español, al menos por el momento, mientras que entre los más mayores se las apañarían para resolver la situación. Con sumo cuidado, la aragonesa hizo las maletas de los cuatro más pequeños, y le dijo a Baleares que hiciera la suya, convenciéndola de que sólo iba a pasar unos días en la nueva casa de La Mancha, con su hermano mayor. 

- ¿Pasa algo tata? -preguntó la balear, sonriéndole inocentemente a la aragonesa, la cual la miraba con algo de penita, y terminó acariciándole el pelo suavemente.

- No pasa nada, Bale, así que puedes estarte tranquila -Aseguró Aragón, tomándola en sus brazos y dándole un abrazo juguetonamente, para después volver a posarla en el suelo y dejar escapar una risa, algo forzada ya que al final la preocupación la invadía. 

La pequeña sólo bajó al salón con su maleta en la mano, dejándola al lado de la puerta, donde Aragón dejó las otras 4 de los niños. Melilla y Ceuta miraron las maletas y dejaron escapar una risilla, mirando a la mayor juguetonamente, y poniéndole la zancadilla para gastarle una pequeña broma. No por nada a veces su padre los llamaba Zipi y Zape- Esos dos hermanos eran una tortura para los más mayores, pero de alguna forma España los sabía controlar bastante bien. De un grito, la aragonesa llamó a las dos autonomías restantes, Asturias y Murcia, para que bajaran al salón, mientras tanto, uno de los ya independizados esperaba fuera con el coche. ¿Quién? Castilla La Mancha, con su coche de 7 plazas, así que todos cabrían perfectamente en un viaje. Mientras que Aragón se despedía de los pequeños y los acompañaba hasta el coche donde La Mancha estaba esperando, Canarias los miraba desde la ventana de su habitación, que daba a la parte delantera de la casa y así siempre sabía quién llegaba o se iba, y así se enteraba de muchas cosas. Canarias era como las típicas abuelas de pueblo, siempre se enteraba de todo, y era la que pasaba toda la información a sus hermanos, eso si, nunca gratis, por lo que acababa montándose buenos negocios gracias a ello. Ella observaba la escena con atención, y luego ya le preguntaría a la aragonesa.

Cuando ya habían acabado de despedirse y La Mancha ya se alejaba con los pequeños en el coche, rumbo al piso que compartía con su mellizo Castilla-León. menos mal que al menos habían preparado unas cuantas camas para los niños, y no tendrían que preocuparse mucho más allá de alimentarlos y cuidarlos. No sería tan difícil, verdad...? 

Aragón cerró la puerta de la casa, y con un mensaje de texto avisó a los hermanos restantes en la casa de que bajaran al salón, que quería hablar de un tema importante.

España, en cambio, estaba de vuelta retorciéndose de dolor. No sabía que 5 niños más habían abandonado la casa y eso lo hacía ser aún más vulnerable al dolor, mientras que varias grietas volvían a aparecer en su piel, esta vez más profundas. Se levantó con dificultad de nuevo, mientras que trataba de no soltar ningún grito de dolor a la par que tropezaba con todo para llegar al cuarto de baño de su habitación, agachando la cabeza en el retrete y dejando salir más vómito del color negro que ya había echado antes. Su respiración estaba agitada, y notaba como las grietas que le salían en su piel ardían, dejando marcas actuales en su piel, moratones alrededor de las grietas. Al relajar un poco la sensación de náuseas que tenía, logró levantarse para lavarse la cara, pero al mirar su reflejo, observó su piel, como si poco a poco se descompusiera, su mente le estaba jugando de nuevo una mala pasada. Con su mano temblorosa acarició su mejilla de nuevo esta tornándose de un color blanquecino, y un detalle en rojo, mientras que la misma voz que le había hablado tiempo atrás volvía para atormentarle, mientras el español caía de rodillas y se tapaba las orejas, mientras que murmuraba pequeños noes, esperando que la voz se fuera.

- ¿Qué? ¿Le tienes miedo a tu viejo o qué, pequeño España? -dijo el Imperio, sólo una voz de su pasado en su cabeza, aunque parecía tan real... 

-¡Cállate! ¡Cállate cállate cállate! - Le gritaba, esperando que se fuera, aunque no lo hacía. No le iba a hacer caso, y menos en uno de sus ataques de pánico. ¿Qué buena voz haría eso? Por supuesto, no la del Imperio.

- ¡Acabo de llegar! Deja que me quede un rato y disfrute de estas lágrimas tuyas... -Volvió a hablar, dejando ir una risa, y seguidamente una sonrisa, nada tierna - No te había visto llorar en mucho tiempo, ¿La última vez...? ¡Oh si! ¡Cuando maté a tu madre! ¿Cómo olvidar eso? - Añadió, con una risa más profunda y sin alma. 

El español ahora sólo sollozaba en silencio, tratando de taparse las orejas con mas fuerza para no escuchar la voz de su padre, sin resultado. En el suelo, llorando, hecho una bolita, mientras que huía de un ser creado en su mente... ¿Podía ser más patético? La risa del Imperio seguía resonando en su cabeza, mientras que en el español, el miedo, la rabia y la ira crecían poco a poco, haciendo que se levantara y golpeara el cristal del baño, en un intento fallido de silenciar esa risa que odiaba. Miró su mano, la cual ahora sangraba por los cortes causados por el cristal. Agonía. Eso era lo que sentía en aquel momento, y las náuseas volvían a apoderarse, haciendo que no llegara a tiempo y echara en el suelo, sobre él mismo también, poquito a poco quedando el suelo cubierto por ese líquido asqueroso.

- ¿Aún no te rindes? ¿No vas a aceptar quién eres? ¿Se puede ser más patético? - dijo ahora la voz, mientras que el español sentía como su estómago se revolvía más, como si le hubieran dado una patada, pero a partir de ahí la voz desapareció, mientras que ahora sólo sollozaba en silencio, mientras lentamente cerraba los ojos, la vergüenza apoderándose ahora de él, y poquito a poco dejándole caer en un sueño profundo.

Abajo, en el salón, las tres autonomías restantes, Aragón, Canarias y La Rioja, estaban sentados en los sofás, conversando, mientras que la aragonesa ya les había explicado la situación, Canarias sólo se dedicaba a escribir en su teléfono, mientras Rioja empezaba a entrar en pánico, a hiperventilar.

- ¿C-cómo? ¿P-p-por qué o-otra vez...? N-no, no p-p-porfavor... -Trataba de hablar el riojano, mientras que asfixiaba el cojín que tenía en la mano.

- Tampoco fue tan malo... ¿no? - habló la canaria, interrumpiendo los sollozos del riojano mientras que se encojía de hombros.- Digo... seguimos vivos, eso es lo importante.

- Canarias... si es Él de quien estamos hablando, es malo, demasiado. Pero no podemos hacer nada, y eso es lo que me preocupa... -Dijo la aragonesa, sus manos temblando levemente aunque se hacía la valiente.

De pronto, el timbre sonó, y los tres que estaban sentados en el salón se quedaron en silencio durante un momento. Volvió a sonar, y de nuevo, y repetidas veces más, hasta que se escuchó un grito en inglés desde fuera.

- GOD DAMNIT SPANIARD! COME DOWN BEFORE I CALL THE FUCKING CIA TO TAKE YOU OUT OF YOUR RAT HOLE! (¡Puto español! ¡Baja antes de que llame a la puta CIA para que te saque de ese agujero de rata!) - Gritó, como no, el americano enfadado.


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1429 palabras
dios
¿Doble cap en un día? 

Estaba inspirada, pa que mentir jsjsjsjsjsjsjsjsjsjsjs
anyways, me vuelvo a la tumba uwu


No Te Vayas, Por favor. (Country Humans España) [TERMINADA]Where stories live. Discover now