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Samuel

Trataba de ignorar el hecho de que Willy y Frank eran, no lo sé, ¿enemigos? El aire era tenso, ambos irradiaban incomodidad, realmente no quería que mi cumpleaños sucediera de esta forma.

-¡Vegetta, hombre!- gritó Fargan- Ven a ver esto- Caminé hacia él, todos estaban con él.

-¿Qué sucede?- pregunté curioso, Alex me pasó una binoculares y me señaló, agradecí y los coloqué en mis ojos.

Comencé a emocionarme ¡al fin! ¡Un lugar nuevo que explorar!

-¡Tierra!- grité, dando a entender a Frank que fuera hacia allá, todos estaban emocionados, era nuestra primera aventura juntos, nunca habíamos realizado un viaje los 7, así que esto sería una experiencia inolvidable. Todos comenzamos a prepararnos conforme más nos acercábamos a la isla: armas, comida, botes y mapas.

Bajamos los botes en el arrecife azul que se encontraba no muy lejos del barco, Willy, Fargan, Lolito y Mangel iban en el mismo bote mientras Luzu, Alex, Frank y yo en otro.

El agua debajo de nosotros era muy cristalina, podía diferenciar cada uno de los corales y peces que íbamos pasando, la arena blanca se volvía café al momento que el agua golpeaba con la costa, las hojas de las grandes palmeras era muy verdes, todo daba una sensación de paz y tranquilidad, escuchaba el cantar de las aves y el choque de las olas.

La luz del medio día daba una buena impresión de aquel lugar, Luzu fue el primero en bajar y correr a vomitar detrás de unos arbustos, no le gustaba mucho viajar, lo sabía perfectamente y por eso fui con él a acompañarle ya que yo me pedí que viniera.
Levantó su rostro pálido hacia nosotros, exhaló- Estoy bien-Ese Luzu siempre tratando de ser positivo.

Camine un poco adentrándome en el pequeño bosque verde que quién sabe que misterios escondía dentro de el.

Narrador

Samuel fue el primero en seguir adelante, observando la maravillosa fauna y flora que le rodeaban, era maravilloso y mágico, sin darse cuenta dejó a sus confundidos compañeros detrás, buscándole.

-¡Samuel!- gritaba un asustado Frank por no encontrar al príncipe, estaría muerto si regresaban a Karmaland sin él.

-Vamos, Vegetta, nos estás asustando- Alex estaba igual de nervioso, el lugar no le daba buena espina, se sentía observado y así era, Algo les miraba desde una rama de un árbol, estaba confundido, trataba de mantenerse callado y observar sus comportamientos.

De repente sintió como algo caminaba sobre su brazo, lo miró, era una araña, asustado intentaba quitarla, haciendo que resbalara del árbol, cayendo justo enfrente de los chicos.

-¿Quién eres?- preguntó Luzu, al darse cuenta de que el chico había caído enfrente de ellos.

Era delgado, tenía un cabello castaño claro bastante largo, al igual que una pequeña barba, sus ojos eran verdes, usaba un taparrabos y un pequeño gorro de oso. El chico asustado comenzó a huir, siendo perseguido por los chicos.

-¡Quizá el tenga al príncipe!- gritó Frank, tratando de no perder de vista al asustado chico.

Mientras tanto, Samuel se dio cuenta de que estaba perdido, no sabía cómo regresar ni a donde ir, era extraño.

Miraba hacia donde él se supone que venía, pero estaba confundido, al darse la vuelta chocó con algo... o alguien.

Había un chico delante suya, lucia enojado, era algo fornido, tenía un cabello oscuro y puntiagudo, solo usaba un taparrabos.

-¡¿Dónde está?!- gritó aquel chico-¡¿Donde está Rubius?!- dio un empujón haciendo caer al asustado príncipe.

-¡No se de quien estas hablando!- respondió, el chico levantó su brazo para golpearlo, haciendo que Samuel se levantara de golpe y comenzara a correr, este comenzó a perseguirlo.

-Mierda, mierda, mierda- susurraba Samuel mientras corría, de repente escucho muchos pasos, seguro estaba cerca de los chicos, se giró para ver si el extraño chico aún lo seguía y así era, efectivamente, seguía tras de él con una lanza en mano-¡Ostia!- comenzó a correr más rápido, sin darse cuenta chocó con alguien.

Se dio un golpe bastante fuerte, gimió un poco de dolor al darse cuenta de que su cabeza sangraba un poco, abrió los ojos lentamente y miró a un chico levantándose al lado suyo.

De repente este abrió los ojos, sus orbes esmeraldas encantaron al príncipe, ambos se estuvieron mirando a los ojos, perdiéndose en ellos, hasta que unas voces los devolvieron a la tierra.

-¡Samuel!- gritaron los chicos de alegría al verlo bien.

-¡Rubius!- gritó el chico que perseguía a Vegetta, ambos fueron separados de inmediato.

-¿Estas bien, Samuel?- preguntó el pelinaranja-¿Te hizo daño?-.

-No, solo me persiguió- todos miraron a los dos extraños chicos y escucharon sutilmente lo que hablaban.

-¿Te lastimaron?- se escuchaba al de cabello corto, que era un poco más alto que el oji-verde.

Este negó con la cabeza- ¿Te asustaron?- este asintió con unas lágrimas en sus ojos.

Samuel aclaró la garganta haciendo que ambos lo miren y que Rubius dejase de llorar- Lamentamos este mal entendido déjenme presentarme, soy el príncipe Samuel del maravilloso reino de Karmaland- dijo inclinándose- Llegamos hace una hora aproximadamente, no tenía idea de que hubiera vida humana aquí y...- fue interrumpido.

-No la hay, solo somos nosotros dos- dijo firmemente, mientras abrazaba al chico en forma de protección- Auron- dijo y estiró su mano, separándose del chico, escindiéndolo detrás de él, Samuel la tomó gustoso, tenía un agarre duro y firme.

Samuel dirigió su mirada al chico, parecía muy tímido y muy asustadizo- ¿Y él es?-.

-Rubius- respondió Auron por el chico, quien se sonrojó al darse cuenta de que Samuel le sonreía.

Después de unas horas, Auron les contó la historia de ambos:

Yo naufragué hace mucho tiempo, no recuerdo hace cuantos años, pero solo era un adolescente, tenía 14, mi barco se incendió, logré sobrevivir. Luego llegó Rubius, él tenía 10 años cuando pasó, se golpeó la cabeza y no recuerda nada de nada, ni siquiera su nombre. Le apodé Rubius porque cuando llegó era una cosa completamente blanca y rubia, fue divertido, ambos sobrevivimos aquí como pudimos.

-¿Rubius no habla?- pregunto un curioso Frank.

-Si habla, pero es muy tímido y reservado, asustadizo y sensible- Rubius solo escuchaba desde atrás de la espalda de Auron.

-Vengan con nosotros- Les ofreció Samuel- Los sacaremos de esta isla, los llevaremos con el resto de la gente y les ayudaremos a encontrar a sus familias- Los ojos de Samuel brillaban, no era una aventura a la que estaba acostumbrado pero esto le emocionaba.

-Déjenos hablarlo, su majestad- Samuel asintió y ambos chicos se alejaron un poco, logró ver cómo Rubius movía un poco su boca pero no se escuchaba su voz, Auron asintió y Rubius se fue corriendo hacia el bosque, Auron se volvió a acercar al príncipe.

-Iremos con ustedes- dijo, haciendo que Samuel celebrara internamente- Solo que Rubius fue por unas cosas que son valiosas para él y las necesita para emprender el viaje-.

-Me parece perfecto-.

||Valiente|| Karmaland 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora