7

477 84 13
                                    

Samuel

Nos subimos a un carruaje, para que Rubius pudiera observar la belleza de este reino, yo iba tomando su mano para mantenerlo tranquilo, mientras sus ojos brillaban cada vez que veía algo nuevo, él sabia perfectamente que puede explorar y ver lo que quiera por que yo estaré a su lado, cuidándolo.

Llegamos al pueblo, después de unos 20 minutos, estábamos en la entrada al mercado-Vamos a almorzar- aun con su mano entrelazando la mía, y gente mirándonos, entramos a uno de los pequeños restaurantes del lugar.

Al ser un pueblo costero, la mayoría de los lugares vendían mariscos, pero decidimos que no era momento de mariscos, entramos a uno que me encantaba realmente.

-Su majestad- saludó una chica- ¿La misma de siempre?-preguntó, realmente venia muy seguido y la mayor parte del tiempo lo hacia solo.

-En esta ocasión será para dos, por favor-.

-Ooh- su rostro cambió- ¿Vino con usted la princesa Akira?-.

-No, Mónica. Vine con un amigo- señale a Rubius que miraba asombrado este lugar.

-Siganme- rápidamente tome a Rubius con mi mano y la seguimos, nos guió hacia una mesa que tenía una bella vista al pueblo- Entonces, ¿qué ordenaran, majestad?-.

-Yo voy a querer tortilla de patatas y...-miré a Rubius, realmente estaba confundido, que tonto, no debo tratarlo como un chico normal, creció en una isla, es especial- Lo mismo para él-.

-Gracias- susurró- Realmente hace mucho que no comía comida "normal", solo comíamos frutas y pescados-.

-Debió ser duro crecer ahí-.

-Bueno, para mi no lo fue tanto, como no recordaba nada no sufrí tanto como Auron realmente. Él siempre me cuido y me enseño todo lo que él tuvo que aprender solo, la pasábamos difícil cuando nos enfermábamos, no teníamos medicamentos y el doctor mas cercano estaba cruzando el mar- reímos un poco.

-¿No pensaron en intentar huir de ahí?- su historia me tenia muy pero muy intrigado.

-Si lo pensamos, pero ninguno de los sabíamos hacia donde ir y sinos íbamos no sabríamos como regresa, la comida y el agua se nos podía terminar, el pequeño barco se podía romper y bueno, había muchas cosas en contra realmente-.

Mónica regreso con nuestros platillas, los ojos de Rubius brillaron al ver el delicioso platillo- Yo amo esto- soltó de la nada.

-¿Lo recordaste?- no me escucho, parecía estar en una especie de trance.

-Mi madre siempre debía que era bueno comer verduras y yo siempre ame las patatas, me decía- con su dedo apuntó hacia mi y dijo riendo- "Las verduras son buenas para tu crecimiento, Rubén"- su risa se detuvo y me miro.

-Rubén- sonreí y tome su mano- tienes un muy bonito nombre- aun confundido se sonrojo un poco- Fue buena idea entrar aquí-.

Di el primer bocado, realmente sabia delicioso, Rubén no se quedó atrás y comenzó a comer, no dijo nada, realmente estaba algo distraído con esto de recordar un poco mas de su pasado. Terminamos de comer, él seguía sin decir nada, así que tome su mano para seguir con nuestra "cita"

Le dejé sentado en una de las bancas del jardín principal, me acerqué a un pequeño puesto de flores y elegí la más bonita que vi: un tulipán amarillo. Él seguía sentado sin decir nada, realmente quiero ayudarle.

-Rubén- me miró con la flor en manos- Una flor para otra flor- se sonrojó un poco y me senté al lado suyo.

-No dejes que esto te afecte negativamente, que hayas recordado tú nombre es realmente un avance para encontrar a tu familia-.

-Ese es el problema, Samuel- habló sin mirarme, seguía cabizbajo- ¿Y si la familia realmente no me recuerda? ¿Sino les importaba? ¿Y si ellos me tiraron del barco? ¿Y si...?- Le interrumpí, tome su rostro entre mis manos.

Sus ojos estaban cristalizados, quería llorar- Eres un chico realmente asombroso, no creo que tú familia lo haya hecho teniendo a alguien tan maravilloso cerca de ellos-.

Sonrió.

Poco a poco nos fuimos acercando, nuestras respiraciones comenzaron a mezclarse, note cómo cerró sus ojos y yo lo hice también, nuestras narices chocaron pero no nuestros labios, alguien gritó mi nombre. Rubén se separó un poco sonrojado y ambos miramos para ver quien me llamaba.

Eran Mangel y Lolito.

-El rey nos ha mandado a buscarte, Vegetta- hablo Lolito- No quiere que llegues tarde a tu cena de cumpleaños- ¡mierda! Lo había olvidado por completo.

-Ehh, si, Justo estábamos por irnos- Rubén no me miraba, supongo que estaba avergonzado.

-¿Hemos interrumpido algo, tio?- preguntó Mangel con su acento tan característico de él.

-No te preocupes por ello- dijo Rubén levantándose- Solo paseábamos, nada importante- auch.

-¡Espera un momento!- Lolito habló emocionado- ¿Estabais teniendo una cita?-.

Rubén me miró- Es verdad, no me dijiste lo que era una cita, Samuel- se cruzo de brazos.

Le miré un poco sonrojado, realmente no sabía cómo explicarle.

-Una cita, querido Rubius- dijo Mangel pasando un brazo por su espalda- Es cuando dos personas que se gustan salen a comer, a divertirse o a dar un paseo- Rubén se sonrojó un poco.

-¿G-gu-gustan?- preguntó nervioso.

-Será mejor irnos- me levante rápidamente, tome la mano de Rubius y los cuatros nos dirigimos al carruaje.

Narrador

Luzu y Auron hablaban en el cuarto del segundo mencionado, realmente hacer un viaje de aquí a Aris era complicado y peligroso.

-Podríamos llegar y decir que somos de Argath- pensaba Luzu es una buena excusa para acercarse al palacio.

-No, Luzu. Debemos llegar y decir la verdad, así me llevarán con mi madre y podré contarles la verdad. Yo soy el príncipe Raúl de Aris, hijo del rey Patricio y la reina Ariana-.

-!¿Qué?!- Alex se llevó la mano a la boca, había entrado a buscar a Luzu para la cena de Samuel.

-¡Alex! Espera déjanos explicarte- hablo Luzu rápidamente, el menor dio un pequeño saltó y abrazo a ambos.

-Si realmente eres el príncipe puedes terminar esta pelea y podré ver a mi madre de nuevo- Auron se quedó helado ante tal confesión.

-¿De qué hablas?- preguntó separándose de Luzu y Alex.

-Mi madre vive en Aris, no he podido ir a verla en años por esta enemistad entre ambos reinos- lagrimas resbalaban por sus ojos- Muchas gracias, príncipe Raul- dijo abrazando nuevamente a Auron.

-¡¿Príncipe?!- el grito de Rubius quien acaba de entrar por la puerta los dejó helados, aquí vamos otra vez.

||Valiente|| Karmaland 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora