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-Realmente lo sentimos, Samuel- Se acercó Mangel y Lolito, haciendo que les mirará-No se pudo festejar tu cumpleaños como hubiéramos querido- Ambos giraron hacia donde se encontraban Auron y Rubius, al frente del barco.

-No se preocupen, chicos, realmente lo estoy disfrutando, esta es una aventura, nueva para mi, pero sigue siendo una aventura-.

Estaba anocheciendo y nubes de tormenta comenzaron a formarse, era peligroso.

-Oh genial, la lluvia arruinará mi cabello- dijo Lolito quien se dirigió rápidamente a su "habitación" en el barco, siendo seguido por Mangel, realmente son una pareja muy curiosa.

Comencé a buscar a Luzu, estaba con Frank y Alex, había comenzado a lloviznar un poco- Oye, Luzu- Le llame, haciendo que me mirara y viniera hacia acá- ¿Podrías decirle a Auron donde se pueden quedar él y Rubius? Por favor- el castaño entendió a lo que se refería.

-No hay problema, amigo. Me lo llevo y tú conoces mejor a a Rubius- me sonroje al darme cuenta de que era bastante obvio mi plan.

Los observé de lejos, vi como, a pesar de haber comenzado a llover, Rubius se había quedado afuera a esperar a Auron.

-Hola- dije poniéndome al lado suyo, vi como sus mejillas se pusieron rojas, este saludo con su mano.

-¿Te cuesta mucho hablar con la gente?- pregunté, él al parecer lo pensó un momento y luego asintió- Pero si nos entiendes, ¿verdad?- volvió a asentir.

-Eres bastante curioso eh, Rubius- otro sonrojo, pero esta vez de parte de ambos.

La lluvia había comenzado a intensificarse, haciendo que el oleaje Del Mar se hiciese más peligroso, las olas comenzaron a crecer y a inestabilizar el barco, haciendo que Rubius se asustará.

Un rayo hizo que Rubius tropezara y resbalase, haciéndolo caer y quedar colgado por fuera del barco, a pesar de estar en peligro no emitía palabra alguna.

-¡Ostia!- Me incline hacia delante y en ese momento el tiempo se congeló, sus ojos verdes estaban llenos de lagrimas, estaba muy asustado y pálido, le pareció algo extraordinario el escucharlo decir en un susurró:

Ayúdame

Estire mi brazo hacia donde él, sentí que me tomaron de la cintura, era Fargan y Alex, que me sujetaron para poder bajar ambos brazos y subir a Rubius-¡Dame tu mano!- la estiró hacia mi, temblaba, y mucho, su mano era muy suave.

Con mis fuerzas pude subirlo y ponerlo a salvo, no paraba de llorar en mis brazos, pero debía llevarlo adentro, estaba muy frío y podría darle una hipotermia. Me encargué de llevarlo a mi habitación, donde le pase unos trapos para que se secara y unas ropas calientes para mantenerlo a salvo del frío.

-Aquí estarás a salvo- Le susurré, escuche que abrieron con fuerza la puerta, era Auron, se notaba muy preocupado.

-¡Aquí estas!- corrió a abrazar a Rubius, él se escondió en su pecho buscando seguridad en sus brazos.

-Los dejaré solos, puedes tomar la ropa que necesites, Auron- al darme la vuelta y querer salir por la puerta, me detuvo con su mano helada, haciendo que le mirase.

Un confundido Auron nos miraba desde atrás, Rubius estaba frente a mi,contuvo la respiración-Gracias, Samuel- en ese momento sentí mis mejillas arder, era muy lindo y mágico este sentimiento.

-No agradezcas, para eso estamos los amigos- Salí de la habitación, golpeándome mentalmente, ¿amigos? Nos acabamos de conocer, ¿él me consideraría amigo?

Seguí caminando hasta llegar a Frank, quería ver cómo iba, quizá no pueda controlar una tormenta cómo está, pero al salir, estábamos saliendo de la tormenta, eso fue bastante rápido.

-¡Frank!- el me miró-¿Cómo salimos tan rápido de la tormenta?- pregunté curioso.

-Secretos de marinos, majestad... perdón, Samuel- reí un poco- Mi padre y mi familia siempre amaron el mar, navegar a través de este maravilloso océano, por lo que me contaron todas su estrategias para tormentas como esas-.

-Eso es asombroso, Frank, eres muy bueno en esto- sonrío y ambos miramos hacia el cielo, las nubes de tormenta había quedado atrás, dejando a la vista un cielo azul estrellado.

-¿Usted no va a dormir?- me preguntó, negué con le cabeza.

-Prefiero disfrutar del viaje y dormir al llegar a casa para evitar las discusiones de mi padre- él soltó una pequeña carcajada.

-Todo el reino dice que su padre es extremadamente estricto y cerrado con usted, créame que todo el reino espera a qué ascienda y tome el lugar de su padre-.

Era la primera vez que alguien me decía algo así, solté un suspiro- Aún no estoy preparado para ser rey, ni siquiera Akira y yo nos queremos casar, se que ama a otra persona y yo no la amo a ella, es...- me levante y le di la espalda-...muy injusto-.

-Pues siga a su corazón, Samuel- Le miré- También le puedo asegurar que todos queremos que usted sea un rey feliz junto a una persona que ame realmente, esperaremos ansioso y felices por ustedes-.

Sonreí un poco, sabía que tenía razón, pero también quería darle lo mejor a Mi Pueblo, quiero que ellos puedan seguir siendo felices por todo mi reinado.

-Lo pensaré, Frank. Gracias por la charla, si quieres ve a dormir, yo me haré cargo- extendí mi mano, pidiéndole el mapa.

-Gracias, Samuel- me entregó el pequeño pedazo de papel-En cuanto la luz del sol comience a salir, estaré aquí-.

Lo vi alejarse y abrí el mapa, gracias a mis complejos estudios sabía dónde estábamos perfectamente, llegaríamos a Karmaland al amanecer.

Observe delicadamente como Frank tenía varios caminos marcados por el mapa, el más notable era el que estábamos recorriendo, la isla donde encontramos a Auron y a Rubius estaba marcado con un brillante círculo rojo, que extraño.

¿Por qué Frank nos llevo a esta isla en específico? ¿Acaso el sabía que Auron y Rubius estaban ahí? No, era imposible, no parecía conocer a ninguno de los dos, entonces
¿Qué planeaba realmente Frank? Debi averiguarlo.

||Valiente|| Karmaland 4Where stories live. Discover now